Martes 23 de Abril de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Economía
El IPC de 2019 fue del 53,8% y preocupa ya a privados lo que ocurra desde marzo

La suba de diciembre fue del 3,7%. Economistas sostienen que en los primeros meses del año la cifra tenderá a bajar, pero no son optimistas para el futuro: estiman que el IPC en el año rondará el 40%.
La inflación de diciembre fue del 3,7%, por lo que el Índice de Precios al Consumidor registró una suba del 53,8% durante todo 2019. Fue la cifra más alta desde 1991, cuando se alcanzó un máximo del 84%. Así, por decimoquinto año consecutivo se dio un registro de dos dígitos (en los últimos diez, los niveles estuvieron por encima del 20%).

Según informó el INDEC, a lo largo del año pasado, fue septiembre el mes con la inflación más alta (5,9%), luego de la devaluación que sufrió el peso tras las PASO de agosto. Con un incremento anual del 71%, el rubro salud fue el que más aumentó en 2019, seguido de comunicación (63,9%), equipamiento y mantenimiento del hogar (63,7%), alimentos y bebidas no alcohólicas (56,8%) y bienes y servicios varios (55,9%).


“Respecto a diciembre, el número es algo más bajo de lo que esperaba el mercado. Los precios regulados crecieron más que en meses anterior (4,6%), en parte por los aumentos en combustibles y prepagas. Lo que creció poco fueron los estacionales, evidentemente no hubo mucho ajuste en esos rubros”, analizó Jorge Neyro, economista jefe de ACM. Desde esa consultora resaltaron la pequeña suba en el último mes del año pasado en el sector Alimentos y bebidas no alcohólicas, en un mes con fuerte estacionalidad, y que podría tener un incremento en enero por “la reimposición del IVA”.

Por su parte, según analizó Ecolatina, “el congelamiento tarifario de la segunda mitad del 2019 ayudó a que los precios Regulados crezcan 48,2%, en línea con los precios Estacionales (+48,9%) y por debajo del IPC Núcleo (+56,7%). Esta última categoría fue impulsada por el salto del tipo de cambio, que afecta en mayor medida al grupo de bienes y servicios que no son regulados ni estacionales”.

De cara al futuro inmediato, los analistas coinciden en un diagnóstico: más allá de la inercia, durante el primer trimestre el IPC tenderá a descender levemente producto del “ancla al dólar” y el congelamiento de las tarifas. Sin embargo, una vez transcurrido ese lapso, podría darse un rebote que hace prever una inflación para el 2020 en torno al 40%.

“El congelamiento de las tarifas y la tranquilidad del cambio oficial van a contribuir a que la inflación baje. Que tenga una trayectoria descendente en el primer trimestre, aunque es difícil saber cuán descendente”, subrayó Neyro, quien agregó: “Para este año estamos suponiendo una inflación en línea con lo que espera el mercado, cerca del 40%. Esto es siendo optimistas con algunas cuestiones que se tienen que resolver, ya que la inercia inflacionaria no es menor. Hay mecanismos indexatorios, que vienen operando en la economía desde hace muchos años. Que se puede tratar de ir desactivándolos, pero no es de un día para otro”. En ese marco, desde ACM se espera una inflación del 3,5% para enero, aunque “hay que ver qué pasa con los estacionales, porque este mes puede tener un poco más de brío ya que son rubros atados a las vacaciones. No prevemos que sea superior a la de diciembre”.

“Vemos que puede existir cierta moderación en el primer trimestre a partir del congelamiento de tarifas y a partir del ancla cambiaria que está usando el Gobierno. Pero no vemos un gran proceso desinflacionario”, sostuvo Melisa Sala, de la consultora LCG. Y estimó: “Proyectamos un 45% para final de año. ‘Desinfla’ un poquito, pero al ancla cambiaria tenés un margen estrecho para poder usarla y no sería deseable que vuelvan a atrasar todas tarifas. Está bien que se tome un tiempo para negociar contratos, pero después no podés sostenerla por mucho tiempo”. En ese marco, lo que ocurra una vez que se “descongelen” las tarifas, podría impactar de lleno en el IPC: “En el primer semestre calculamos una inflación mensual promedio en torno al 2,8%; para el segundo, un promedio 3,2%”. Por otra parte, la baja de tasas también puede tener incidencia en la inflación en el futuro: “Podría traducirse en más consumo o podría irse al blue. Y si la brecha es muy grande, podría pasar que el blue se utilice de referencia para fijar precios”.

“El primer trimestre parecerá ciencia ficción. A priori, enero tendría un piso de 3%. Después febrero y marzo, en torno al 2,5%. Hay un ancla tarifaria y cambiaria, y ni siquiera la combinación del doble ancla permite bajar la inflación de manera significativa. Con ese anclaje, debería haber una inflación más cercana al 2%. Pero no se da porque falta una referencia del lado de la política que indique la trayectoria nominal deseada para 2020. Un acuerdo de precios y salarios que defina la nominalidad más adelante. Si se da ese acuerdo –y depende de cuándo sea- se podría apuntar a estabilizar la inflación en torno al 35%”, analizó por su parte Juan Ignacio Paolicci, de Eco Go, quien aclaró: “Es un programa integral, que depende de muchas variables”.

Para Ecolatina, la inflación de enero alcanzaría el 3,4%: “La leve baja respondería principalmente al menor dinamismo de los precios regulados”. La consultora prevé que la suba del IPC en 2020 se ubique en torno al 40%. “Pese a la prevista desaceleración del Nivel General en enero, el IPC Núcleo sigue creciendo en torno al 4% mensual como viene sucediendo desde octubre de 2019. Considerando la continuidad del congelamiento de tarifas de Servicios Públicos y la demora en alcanzar un acuerdo de precios y salarios generalizado, esperamos que la inflación se desacelere lentamente en los primeros meses del año”, analizó Lorenzo Sigaut Gravina.



Fuente: Ambito


Jueves, 16 de enero de 2020
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