Domingo 19 de Mayo de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
De nuevo el billete verde en el centro de escen
Dolarización a full: la venta de divisas subió casi un 25% y superó los u$s1.900 millones en noviembre
En total, más de 700.000 clientes demandaron billetes verdes. Fueron 100.000 más respecto al mes previo.
El menor rendimiento de los plazos fijos en pesos, la cercanía de las vacaciones y la volatilidad del tipo de cambio, algunas de las claves que motivaron a particulares
De nuevo el billete verde en el centro de escena. Ahora, producto de un combo de factores que lo hacen más requerido.

- La llegada de las vacaciones

- El descenso de las tasas de interés en pesos

- Las pocas alternativas de inversión con rendimientos reales positivos

- El propio fortalecimiento de la divisa estadounidense a nivel global, a raíz del "efecto Trump".

Todo esto hizo que las ventas de billetes verdes experimentaran un gran salto.

Por lo pronto, la tan mentada dolarización de carteras (que en otros momentos de la Argentina generó fuertes dolores de cabeza) parece haber regresado.

El Banco Central informó que en noviembre las compras alcanzaron la friolera de u$s1.912 millones, casi un 25% más en comparación con las de octubre.

En total, unos 703.000 inversores realizaron transacciones, cifra que supera en unos 100.000 al total del mes previo.

Si se desagrega la información teniendo en cuenta el monto de las adquisiciones llevadas a cabo por particulares y empresas, se observa que:

- El 45% fue por importes de hasta u$s10.000.

- El 20% adquirió entre u$s10.000 y u$s50.000

- Un 18%, entre u$s50.000 y u$s500.000

- Un 11%, entre u$s500.000 y u$s5 millones.

- El 6% restante fue concertado por clientes con compras mensuales superiores a esa última cifra.

Qué hay detrás del "apetito verde"
Hacerse de divisas estadounidenses tiene un alto componente de cobertura, ya que depositarlas en el banco hoy día no reditúa demasiado en términos de tasa.

Además, las proyecciones de economistas coinciden en señalar que el tipo de cambio se estabilizará o subirá poco, a raíz de la fuerte entrada producto del blanqueo.

Claro que los argentinos no van en busca de su "amigo fiel" sólo para hacer negocios, sino que lo ven como un clásico refugio en momentos de mayor incertidumbre o cuando "olfatean" que hay atraso cambiario.

Desde la city porteña señalan que muchos ahorristas interpretan que ha llegado el momento de desarmar posiciones en pesos y de pasarse al dólar, para así permanecer durante el verano.

Más aun, después de un año en el que muchos se alzaron con suculentas ganancias en moneda local, producto de las altas tasas propiciadas por el Banco Central.

A esto se suma que el billete verde subió de precio en noviembre, a raíz del "efecto Trump", que acrecentó la incertidumbre global y propició la devaluación de varias monedas de la región.

Lo cierto es que la cotización minorista, tras haber tocado su nivel más bajo de noviembre ($15,26), anotó un repunte de casi 60 centavos en apenas ocho jornadas.

Esto incentivó a muchos inversores a volcarse a la compra, en un escenario que aún es percibido por muchos como de atraso cambiario.

Pocos quieren pasar el verano posicionados en pesos y es así que la mejor estrategia que encuentran, dicen en la city, es buscar cobertura en otros activos que ayuden a esquivar la volatilidad de los mercados.

En paralelo, aparece un factor estacional, como lo es la llegada de vacaciones de verano, en la que una gran cantidad de argentinos que ha decidido cruzar las fronteras.
Noviembre es un mes en el que muchos de ellos ya comienzan a hacerse de una reserva en moneda dura.

Las tasas, otro factor clave
Gonzalo Luzuriaga, jefe de banca privada del Banco Mariva, observa esta tendencia a la dolarización.

Considera que en gran medida es apuntalada por algunos factores como la caída en el rendimiento de las inversiones en pesos.

En este sentido, la reducción de tasas que viene propiciando el Banco Central quita incentivos a permanecer en moneda local. Más aun, en el caso de los que ya hicieron buenas diferencias.

"En lo financiero, Las Lebac fueron el activo estrella del año. No hubo casi ninguna opción que le ganara en rendimiento", señalan desde una sociedad de bolsa.

Federico Sturzenegger, titular del BCRA, llevó el tipo de interés hasta un impactante 38%, lo que acrecentó la apuesta por estos títulos.

De hecho, tuvo que restringir la operatoria por parte de fondos del exterior, ya que venían a hacerse de ganancias rápidas en pesos que, con un tipo de cambio planchado, les otorgaba una utilidad en dólares difícil de igual en otras latitudes.

Luego, el Banco Central recortó esa rentabilidad, para así tratar de contribuir a un repunte de la economía y acompañando las menores expectativas de inflación.

Esa abrupta caída de tasas (que se consolidó con mayor vigor luego de las sucesivas bajas del último mes, hasta un 24%) potenció la típica dolarización de carteras que suele darse sobre el fin de año.

La contracara de la compra de divisas estadounidenses y la búsqueda de una mayor cobertura, ha sido la caída de los depósitos en pesos.

- En términos reales, cuando los rendimientos era superiores, crecían a un ritmo del 3% mensual.

- Luego comenzaron a descender. Tal es así que durante la segunda quincena de noviembre fueron retirados unos $10.000 millones.

Es lógico que este cambio de tendencia ocurra.

De brindar tasas positivas en términos reales, los plazos fijos hoy día ni siquiera compensan la inflación, ya que el interés que ofrecen corre por debajo del índice de precios.

La decisión del Banco Central de reducir los rendimientos de las Lebac terminó impactando en lo que pagan los bancos por las colocaciones a plazo.

Mientras que en los últimos meses se llegó a ofrecer 25% por un depósito a 30 días en pesos, actualmente ese rendimiento no supera el 20%.

Así las cosas, el dólar vuelve al centro de la escena, como tantas otras veces.

La preguntas que comienzan a circular en la city porteña es qué nivel de compra puede resultar "tolerable" y cuáles son los "efectos indeseados" sobre la economía.

Como recuerda el directivo de una casa de electrodomésticos, "por cada dólar que va al colchón, el consumo se resiente en 16 pesos"
Fuente:iprofesional.com



Sábado, 17 de diciembre de 2016
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