Lunes 20 de Mayo de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Precios cuidados
El Mercado Central apuesta a su expansión para aumentar la oferta de productos a precios bajos
La nueva estrategia apunta a reducir la intermediación, disminuir costos logísticos y, de este modo, influir en todo el mercado de alimentos. El kilo de pan costará $8 , el de carne picada $20 y el de azúcar $5.

El próximo jueves 6 de marzo Alberto Samid, flamante vice presidente del Mercado Central inaugurará en el km 66 de la ruta 205, en Cañuelas, la primera nueva subsede del Mercado Central.

Allí, aseguró a este diario el conocido empresario del sector cárnico, "demostraré que hay otro camino: vender directamente entre el productor y el consumidor sin terceros intermediarios". La inauguración en Cañuelas, según explicó Samid, será la primera de una serie de 40 aperturas que conforman el plan de descentralización del Mercado Central y que abarcaría, paulatinamente, el primero, segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense y "si el intendente me ofrece un lugar en la Capital Federal también. Trataremos de llegar a todas las provincias".

La intención "es continuar por La Plata si logramos la colaboración de las autoridades y después seguir muy rápido allí donde se consiga más colaboración". Según detalló "nosotros no compraremos ni venderemos nada, facilitamos el escenario a los productores y fabricantes para que ellos vendan".

El histriónico dirigente aseguró que "ahí van a ver precios del siglo pasado, el kilo de azúcar a menos de $ 5, el kilo de carne picada a $ 20, el kilo de pan a $ 8, todo muy barato. Van a estar todas las primeras y segundas marcas. Desde Ledesma, Coca Cola, La Serenísima y Molinos hasta los productores locales que se quieran sumar”, prometió aunque explicó que, para eso, "tuvieron que intervenir Capitanich y Etchegaray porque los supermercados presionaron a esas grandes marcas para que no nos vendieran amenazándolos con no comprarles si lo hacían".

El histriónico dirigente aseguró que "ahí van a ver precios del siglo pasado, el kilo de azúcar a menos de $ 5, el kilo de carne picada a $ 20, el kilo de pan a $ 8, todo muy barato".
La base es soslayar los costos que se añaden a los productos a partir de la participación de numerosos intermediarios y del abuso monopólico de los grandes supermercados formadores de precios.

OTRO ESLABÓN DE LA CADENA. Se trata de un paso que trasciende la actual política de acuerdos de precios. Busca ir más allá del alcance de Precios Cuidados que impulsa el gobierno bajo la ingeniería y supervisión de la Secretaría de Comercio a cargo de Augusto Costa. Es que esos acuerdos con los grandes supermercados y principales formadores de precios que, según trascendió, incorporarían en los próximos días más productos y marcas al listado sobre la base de integrar nuevos proveedores pyme para garantizar un abastecimiento acorde a la creciente demanda, no llegan a influir sobre la estructura de costos sino que actúan solo sobre el último eslabón de la cadena.

Ese mecanismo, en rigor, es una respuesta puntual para contener y encauzar la fuerte suba de precios que surgió luego del nuevo tipo de cambio estabilizado ahora en alrededor de los 8 pesos.

Los excesos en los precios y los incumplimientos indican que el control monopólico de la cadena de distribución y ventas por parte de los grandes supermercados, es un arma de la que se valen para seguir imponiendo precios arbitrariamente y conseguir ganancias extraordinarias. Con la ampliación de la oferta y la accesibilidad de productos a mejores precios, buscan que sea el propio mercado y la competencia los que incidan en una baja general de los precios de los productos de consumo masivo, incluso en aquellos grandes supermercados.

LOGÍSTICA E INFRAESTRUCURA. Para consolidar una política de precios el gobierno busca abordar una estrategia que contemple toda la cadena de valor y que reduzca los costos de distribución de los productos, disminuya intermediarios y ofrezca nuevas bocas de acceso directo a los consumidores. Es como parte de esa estrategia donde deben referenciarse los planes del flamante vice presidente del Mercado Central.

Más de fondo, el ministro de Transporte Florencio Randazzo, a fines del año pasado, hizo pública su voluntad de conseguir financiamiento para el Belgrano Cargas con el fin de incrementar la proporción de productos que se transportan por esa vía.
Es que, según datos publicados por el Centro de Estudios de la UIA en base a informes de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticas hoy casi nueve de cada diez productos en la Argentina se transportan por camión encareciendo sensiblemente su precio. En Brasil esa proporción desciende al 70 % y en países como Estados Unidos llega a un 50 por ciento. El mismo informe indica que, para 2011, se estimaba que el costo logístico equivalía a entre un 16% a un 22% del precio del producto mientras que para fines de 2013 ya era superior al 30 por ciento.

En el mismo sentido, el ministro de Agricultura Carlos Casamiquela, a la hora de establecer los lineamientos de su actual gestión destacó su voluntad de concentrarse en el desarrollo de las economías regionales y la agricultura familiar. En ese caso también está en la mira la reducción de los costos logísticos a partir de una, más a largo plazo, relocalización de empresas e impulso a nuevas formas de distribución localizada de la pequeña producción agropecuaria. Con todo, ya existen experiencias concretas que muestran que una estrategia que conecte en forma directa al productor y el consumidor se traducen en una mejora sustancial de los precios.

Carla Campos Bilbao, Secretaria de desarrollo rural y agricultura familiar, en diálogo con este diario, contó que "desde 2008 venimos desarrollando espacios de lo que denominamos 'mercados de cercanía' para los pequeños productores de todo el país. La idea es reducir eslabones de la cadena de distribución." explicó.

Este programa oficial de impulso de ferias itinerantes, en realidad, fue pensado para promover los emprendimientos de los pequeños productores y la economía familiar. Se inspira, según la propia funcionaria, "en las redes que se crearon durante la crisis de 2001 y fueron recogidas por el gobierno de Néstor Kirchner junto con los municipios". recordó.

Sin embargo también han servido en beneficio de los consumidores, según explicó, "calculamos un ahorro del 50% que se combina con un aumento de la renta que capta el productor de más de un 30 o 40% con relación a cualquier otra línea de comercialización. Por ejemplo, la lechuga en la verdulería sale entre 30 o 40 pesos el kilo y en las ferias está entre 15 y 20 pesos."

Funcionan alrededor de 300 ferias itinerantes (con un esquema de puntos fijos con instalación periódica) y 10 mercados locales bajo el amparo y financiamiento de este programa. La feria de Moreno que funciona en la plaza de la estación, por ejemplo, es visitada por 2000 personas cada viernes que gastan 150 pesos promedio. Allí se consigue el kilo de cebolla a $3,3 mientras que en el Carrefour de Moreno cuesta $ 6,75 y en el Mercado Central a precio mayorista es de $ 2,12; o el kilo de tomate a $ 9 contra los $ 19,9 de la cadena francesa y los $ 3,73 mayorista del Central o los $ 11,5 de Precios Cuidados; el kilo de naranja para jugo se consigue a $ 4 contra los $ 8,9 del mismo supermercado de Moreno y los $ 3,12 mayoristas del central.

En el caso del durazno la diferencia es de $ 12,5 a $ 29,9 y $ 13,82 del central. También se venden dos docenas de huevos de granja a $18 contra los $30,6 del Carrefour. El kilo de miel en la feria de Moreno cuesta $ 35 cuando el mismo hipermercado la vende a $ 112,6.

De este modo, según estimaciones de la propia secretaría dependiente del Ministerio de Agricultura, sólo esa feria se traduce en un ahorro de 1,2 millones de pesos mensuales para los consumidores de la zona. Es un ejemplo muy concreto de como impacta en los precios al consumidor la reducción de los intermediarios.

PROTAGONISTAS. Entrevistado por este diario para conversar sobre los esquemas de comercialización vigentes y los nuevos objetivos, Fabián Zeta, presidente de la Cámara de Operadores Mayoristas frutihortícolas del Mercado Central de Buenos Aires, explicó que "el principal desvirtuador de la cadena frutihortícola es el supermercado que remarca muy por encima del 100 por ciento. Las verdulerías remarcan un poco menos que los supermercados pero porque son los súper que fijan el precio en el barrio y le dan margen al verdulero."

Además, aseguró que, por ahora, "existen 36 mercados privados que conviven con el Mercado Central que es el único donde actúa el Estado. Hay mercados en Pilar, Berazategui, Quilmes, Escobar. Hay que regularlos a través de una red de mercados donde el Estado fije las pautas de precios y calidad. Los supermercados tienen su propia línea que es muy cerrada, no se entiende como remarcan tanto. Acá entre el productor y el puestero del Mercado Central se remarca entre un 8 y un 15 por ciento. El productor se lleva lo mismo si le vende al Mercado Central que si le vende al supermercado y sin embargo los precios son el doble o el triple." sentenció.

Consultado sobre los alcances que pudiera tener un proyecto como el de las nuevas sedes opinó que "toda iniciativa que sirva para abaratar los costos al público es buena. Los pueblos y localidades que no tienen un mercado cerca hay que llevarle una venta minorista desde el Mercado Central". propuso.

Será el próximo jueves, entonces, cuando se conocerán más detalles sobre el alcance y la agenda de este plan de descentralización.
Para evaluar sus resultados concretos será necesario esperar un poco más.


Domingo, 2 de marzo de 2014
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