Internacional Angola, Emiratos e Indonesia, con escala en Seychelles: ¿consiguió el Gobierno venderles más productos argentinos? "A vender se ha dicho", dijo Moreno al desembarcar en estas zonas, casi como un grito de guerra. Pasaron ya varios meses y, paradójicamente, la administración K terminó resignando más dólares de los que fue a buscar. El resultado, caso por caso. Cristina, que lo acompañó, "agradecida" De un momento a otro, el debate político dejó de centrarse en el revés que sufrió el Gobierno en las elecciones pasadas para trasladarse a unos 11.600 kilometros de distancia. Más precisamente, a las islas Seychelles, un oasis emplazado en el Océano Indico y que, más que por sus hermosas playas, ganó fama por ser un paraíso fiscal.
En pocos minutos, de ser un territorio prácticamente desconocido para muchos argentinos, se convirtió en el "eje del mundo" y el motivo por el cual se inició una dura pelea entre la oposición y el oficialismo, que desde el domingo vienen lanzándose munición de alto calibre.
¿El motivo? La controvertida escala que realizara la presidenta Cristina Kirchner a principios de año en esas islas, que no tienen ningún peso comercial ni geopolítico para la Argentina.
Desde el Gobierno adujeron que se trató de una mera escala técnica, al tiempo que aseguraron que el lapso que permaneció allí la jefa de Estado no fue de dos días -como señalaron las denuncias periodísticas, en base al Boletín Oficial-, sino que se trató de unas 13 horas, tiempo durante el cual se reabasteció con combustible el avión oficial y los pilotos gozaron de su descanso reglamentario.
Cabe destacar que Cristina aterrizó en este "oasis fiscal" a fines de enero, mientras regresaba a la Argentina tras realizar una extensa y ambiciosa gira comercial cuyo itinerario incluyó a Cuba, Vietnam y otros dos destinos "exóticos", con los que se registran bajos niveles de intercambio: Emiratos Árabes Unidos e Indonesia.
¿El objetivo de la Presidenta? Ir en busca de dólares. Más concretamente, intensificar negocios con naciones muy poco exploradas, para incrementar la demanda de productos con sello argentino y así ayudar a sostener un superávit comercial cada vez más flaco.
Claro que esta última gira -con final polémico y controvertido debido a la escala en Seychelles-, no fue una jugada aislada, sino que formó parte de toda una estrategia para encontrar nuevos socios comerciales y que fuera pergeñada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
En efecto, el polémico funcionario diagramó un cronograma de viajes muy ambicioso con el objetivo de visitar algunos de los destinos más recónditos del planeta. Y se encargó de montar un gran show en cada una de las ciudades que tocó: llevó vacas, levantó pequeñas "Tecnópolis", organizó enormes parrilladas y hasta invitó a Diego Maradona para que amenizara una de las veladas.
Incluso, la propia Cristina Kirchner, en cada destino en que lideró la comitiva oficial, aprovechó para hablar de las bondades de los productos con sello argentino.
Toros, ovejas, cosechadoras, autopartes, software, dulce de leche, calzado, juguetes... fueron cientos de productos los que se promocionaron en las distintas giras de negocios para incrementar las exportaciones y así apalancar el alicaído superávit comercial, la última gran fuente de dólares con la que cuenta el Gobierno.
Sin embargo, hasta el momento, los resultados fueron cuanto menos pobres.
Considerando los cuatro destinos más "exóticos" que en el último período visitaron la Presidenta y Moreno junto a empresarios locales -Emiratos Árabes e Indonesia a principios de este 2013 y Angola y Azerbaiján el año pasado- las ventas de productos nacionales, contrariamente a lo buscado, dejaron un balance negativo.
Paradójicamente, las exportaciones a dos de esos destinos cayeron. En tanto, las otras dos naciones que sí incrementaron sus compras de bienes locales, como contrapartida, aumentaron con mayor fuerza sus envíos hacia la Argentina, de modo que el saldo comercial pasó a ser mucho más desfavorable.
A esto se suma un dato no menor: la canasta de productos exportados hacia estos países estuvo muy lejos de diversificarse y de ganar en valor agregado.
Así las cosas, el Gobierno está sorbiendo un trago doblemente amargo: debe hacer frente a las acusaciones por la visita a un paraíso fiscal, al tiempo que viene fracasando en su intento por erigir a estos países exóticos en "socios estratégicos".
Emiratos Árabes e Indonesia: ahora restan dólares Estos dos países formaron parte de la misión de enero 2013 y que culminara con la polémica de Seychelles.
En total, participaron unos 215 empresarios, quienes debieron desembolsar unos u$s10.000 entre pasajes de avión y hoteles.
Durante el arranque de la gira, en Emiratos, hubo tiempo para un asado del que participó el propio Diego Armando Maradona y de encuentros de negocios con más de 700 directivos de empresas de ese país.
Gran parte de las fichas oficiales estaban puestas en esa nación, una de las grandes potencias energéticas del mundo. Los funcionarios hicieron sus valijas para cerrar un acuerdo del tipo "alimentos por petróleo" y también fueron en busca de inversores para una YPF que hasta ese momento no lograba hallar un partner para explotar Vaca Muerta.
Apenas iniciada la gira, Moreno no podía ocultar su emoción: "La Argentina está en condiciones de colocar el grueso de su producción en los Emiratos", dado que "el conjunto de este país importa más del doble que nosotros, lo que implica que es un mercado con potencial extraordinario".
A la hora del balance, si bien se requiere de un mayor lapso de tiempo para ver resultados, la tendencia no es del todo alentadora: si bien las exportaciones crecieron durante los cinco primeros meses del año respecto del mismo lapso de 2012, las importaciones subieron con mayor fuerza aun, reduciéndose así el superávit comercial en un 3% contra 2012 y casi en un 37% comparándolo con 2011.
Además, pese a que participaron directivos de empresas de la industria automotriz, textil y marroquinera, así como supermercadistas y desarrolladores de software, la oferta, como sucedió en los casos anteriores, tampoco se diversificó: casi el 70% de los envíos se centraron en soja y derivados, cebada y maíz.
En el caso de Indonesia, el segundo país visitado en esta gira con final polémico, las empresas nacionales lograron incrementar los envíos apenas un 3% durante los primeros cinco meses del año. Además, y al igual que en el caso de Emiratos Árabes, las ventas siguen estando muy por debajo de las 2011.
A esto se suma que las importaciones vienen creciendo con más fuerza, lo que en definitiva terminó anulando cualquier esfuerzo, dado que se achicó el superávit comercial.
Por el lado de la oferta exportada, la radiografía es aun peor que en el caso de Emiratos: el 90% de lo que se envía a Indonesia está conformado únicamente por harina y pellets de soja.
En diálogo con iProfesional, Mauricio Claverí, economista de Abeceb, destacó que "estas giras en general tuvieron resultados muy acotados. En parte porque una vez que se regresó, no se realizó un buen trabajo de seguimiento con cada uno de esos países".
Angola: del "Arca de Moreno" a la "Mini Tecnópolis" Previamente a esta gira que terminó en el escándalo por la visita a Seychelles, el Gobierno había organizado una visita a Angola, que se convirtió en una de las más mediáticas y rimbombantes, entre otras cosas, porque el Gobierno despachó un buque cargado con 1.500 toneladas de alimentos y animales en pie, al tiempo que el secretario de Comercio Interior se encargó de montar una suerte de "mini Tecnópolis" para promocionar la tecnología de punta nacional.
La misión, de la que también participó la Presidenta, tuvo lugar a mediados de mayo de 2012 y sumó a 400 empresas de todo calibre: desde las más pequeñas hasta grandes compañías, como Bunge, Nidera, Quickfood, Iveco, Acindar y Coto. Incluso, se sumaron representantes de la feria La Salada, con la promesa de exportar indumentaria.
"¡A vender!", cuentan que lanzó Moreno al aterrizar en tierras angoleñas, como una suerte de "grito de guerra".
Para ello montó la bautizada Feria de Productos y Sistemas de Tecnologías de Argentina, que contaba con 150 stands de variada oferta.
Sin embargo, a catorce meses de esa "gesta" en tierras africanas, los resultados, por el momento, no aparecen.
Según datos de Abeceb, durante el período enero-mayo de este año, las exportaciones, lejos de crecer, cayeron. En concreto, totalizaron unos magros u$s60 millones, lo que incluso implicó un desplome del 24% en relación al mismo lapso de 2012, tal como se observa en la siguiente infografía:
Eso no es todo: la oferta de productos vendidos a Angola prácticamente no varió desde 2011 y ningún artículo de alto valor agregado logró colarse entre los 10 más exportados a ese destino.
Según datos de la consultora, la mitad de las ventas se concentraron en aceite de oliva, preparaciones alimenticias y pollo:
Incluso, los tan promocionados y multitudinarios "asados con vino" que organizó Moreno, tampoco sirvieron de mucho: durante el primer semestre, los envíos de carne sumaron apenas u$s1,8 millones, lo que implicó un fenomenal derrumbe del 54% respecto del mismo lapso de 2012.
Cabe recordar que la gira a Angola también se vio empañada por un problema que experimentó una de las empresas que participó del viaje: un fabricante de maquinaria agrícola había comunicado un acuerdo para la exportación de 18 cosechadoras de punta por un valor multimillonario.
Sin embargo, finalmente sólo se fabricó más que una unidad y a modo de prueba, la cual el año pasado fue embargada porque la firma había emitido cheques sin fondos a varios proveedores.
Azerbaiján: un mercado cada vez más ínfimo Tal vez la síntesis de un país exótico es Azerbaiján, un territorio ubicado en la región del Cáucaso y del cual incluso muchos empresarios no habían escuchado hablar antes de subirse al avión que los depositó en esas tierras recónditas.
La misión tuvo lugar en julio de 2012 y participaron 300 directivos de compañías nacionales de todo tipo de sectores, entre los que se incluyeron fabricantes de alimentos, bebidas, productos farmacéuticos, textiles, materiales de construcción, electrodomésticos y muebles.
Lo llamativo es que, pese al centenar de reuniones con contrapartes locales, las exportaciones a este lejano país también se derrumbaron: durante los cinco primeros meses del año, los envíos totalizaron apenas u$s1,5 millones, lo que implicó una brusca caída del 42% respecto al mismo período de 2012 y un nivel incluso por debajo del logrado en 2011.
Así las cosas, este país de Medio Oriente sigue siendo absolutamente marginal para la Argentina, dado que en lo que va del año representó apenas el 0,004% de los envíos totales.
La canasta de productos tampoco se modificó: los tres principales artículos que se enviaron a Azerbaiján, y que concentraron el 53% del total, fueron merluza, maní y medicamentos, que ya se venían exportando desde hace años:
Destinos exóticos, por ahora, una promesa Al trazar un balance sobre la performance comercial con estos cuatro países "exóticos" se observan pobres resultados: las exportaciones conjuntas pasaron de u$s781 millones (enero-mayo 2012) a apenas u$s798 millones en lo que va del año, es decir, tan sólo u$s17 millones más (alza del 2%).
Las importaciones, en tanto, pasaron de u$s146,7 millones a casi u$s190 millones, lo que implicó un salto de cerca del 30%, reduciéndose así en un 4% el saldo global con estas naciones recónditas.
Es decir que estas misiones de las que participaron cientos de empresarios y que buscaban reforzar el superávit, por ahora, no sumaron buenos resultados.
Marcelo Elizondo, ex director ejecutivo de Fundación ExportAr, aseguró a iProfesional que "no se trabajó a nivel oficial luego de cada viaje y se interrumpió la estrategia, con lo cual este esfuerzo no fue suficiente".
Al ser consultado sobre todas estas cifras, el directivo de una cámara industrial que recibió la invitación de Moreno y formó parte del viaje a Angola, fue más que concreto: "Fue más la plata que se gastó en el armado de esas giras que lo que se ganó por mayores exportaciones".
Si a esto se suma la polémica que se generó días atrás por la supuesta parada técnica en un paraíso fiscal, se entiende por qué las giras para encontrar nuevos socios estratégicos se convirtieron en otro trago amargo para el Gobierno.
Fuente:Iprofesional
Jueves, 22 de agosto de 2013
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