Economía Comenzó el "chicken game" con los bonistas: Kicillof busca el 75% de adhesión para postergar el pago de deuda Tras el anuncio de Axel Kicillof ayer, ahora el objetivo oficial pasa por lograr el 75% de adhesión a la propuesta de postergar el pago de su deuda al 1 de mayo. Lo debe conseguir antes del 26 de enero, fecha de vencimiento original del bono de PBA, aunque luego tiene 10 días adicionales antes de que sea declarado en default. Fuentes del mercado financiero aseguran que Kicillof ya posee el 50% de adhesión y va por los 25 puntos que le restan. La tenencia del Anses en este papel es menor y no cuenta.
¿Para qué hace Kicillof este pedido y hasta el 1 de mayo nada más? Está a la espera de que el gobierno nacional defina su oferta a bonistas y luego Buenos Aires replique la suya. Esto significa que los vencimientos postergados al 1 de mayo, eventualmente, luego se incluirán y postergarán nuevamente en la oferta global de reestructuración de la deuda bonaerense. No significa que se paguen el 1 de mayo.
Dado este escenario, ¿les conviene a los tenedores de deuda de la provincia de Buenos Aires aceptar el plan de Kicillof? La alternativa es rechazar la oferta y esperar la reacción de la PBA. Si no llega al 75%, ¿Kicillof entra en default o paga este vencimiento para evitar la catarata de juicios? En teoría, la provincia puede conseguir los fondos para evitar, al menos, el default en enero, muy temprano. En definitiva, lo que está deseando Kicillof es incluir este pago en la oferta global de reestructuración y ahorrarse los aproximadamente 250 millones de dólares.
El ajedrez así está planteado entre bonistas y el gobierno provincial. Debería lograr el 75% de adhesión la propuesta provincial. A ambas partes les conviene mostrarse duros e inflexibles. Como en el "chicken game" (el juego de la gallina), en algún momento alguien tiene que ceder por temor a las consecuencias. El juego mencionado trata de dos autos alejados y enfrentados que van acelerando rumbo a chocar hasta que uno de ellos, el "chicken" (la gallina), da el volantazo y evita la colisión, pero pierde.
Si pierde PBA, será un mal trago que puede empeorar si entra en default. Ya se ingresará en terrenos judiciales con aparición de fondos buitres, eventualmente, que pueden trabar arreglos o ser caros en la reestructuración final.
La oferta del gobierno nacional va siendo procesada en paralelo. Muy lentamente. Martín Guzmán no desea contratar bancos para la operación. Puede costarle cara esa decisión. Se vienen días decisivos para las finanzas del país.
Fuente: A24
Miércoles, 15 de enero de 2020
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