Economía En octubre la fuga de capitales de Brasil fue la más alta desde 1997 El gigante sudamericano sufre los movimientos bruscos que le impone el capital especulativo a la economía real. La petrolera OGX, emblema de la ascendente burguesía del siglo XX, presentó la quiebra. El impacto en la Argentina.
La alerta llegó a la Argentina bajo la forma de una caída en la fabricación de autos nacionales para el mes de octubre. El retroceso del 4,8% con relación al mismo mes del año anterior coincidió con la información recibida desde el país vecino acerca de una caída en las ventas de vehículos del 3,3% para el mismo mes, que llega al 4% para los vehículos de paseo que representan el grueso de las exportaciones argentinas. Según datos de Anfavea, la entidad que agrupa a las automotrices brasileñas, el volumen de los vehículos importados pasó de representar un 19,1% en septiembre al 18,8% del total para el mes de octubre. Así, los ojos se posaron sobre la economía del gigante sudamericano de donde surgen varios indicadores negativos, muchos de los cuales resultan del modelo de metas de inflación.
El dato más fuerte y con resultados más sensible, probablemente, haya sido el difundido el miércoles por el Banco Central brasileño, que indica que durante octubre se verificó la salida de capitales más intensa para un mes desde el año 1997. El flujo cambiario para el mes pasado cerró con un saldo negativo de 6200 millones de dólares resultantes de una salida líquida de 5137 millones de dólares de la cuenta financiera y de un déficit del balance comercial de 1063 millones de dólares. Lo curioso y preocupante es que el déficit comercial de Brasil se traduce en superávit en su relación con los países de la región y con la Argentina en particular que, para octubre, ya acumula un saldo negativo de 2630 millones de dólares en todo 2013. Esta fuerte reversión del flujo de capitales se verificó en momentos en los que la FED norteamericana confirmó que no modificaría sus planes de estímulo. Ni dejando de inyectar liquidez por 85 mil milllones de dólares mensuales, como viene haciendo, ni elevando las tasas de interés, lo que hubiera explicado taxativamente esa fuga. Es decir que semejante salida de capitales se produjo a pesar de la postergación del fin del plan de estímulos. Con todo, el real respondió a esa fuga acelerando su desvalorización y superando los 2,30 reales por dólar el jueves último, que implica una devaluación del 16% en lo que va del año (pero del 7% en 20 días) y del 50% con relación al piso de 1,54 de julio de 2011. El otro dato reciente de alto impacto fue, sin lugar a dudas, la quiebra del magnate Eike Batista y su petrolera OGX, que luego de alcanzar un valor de mercado de 43 mil millones de dólares, se derrumbó hasta los 200 millones. Más allá del impacto de su pedido de quiebra por deudas acumuladas por más de 5000 millones de dólares, la quiebra tuvo un alto valor simbólico, puesto que el grupo EBX del cual forma parte la petrolera fue el símbolo del ascenso del gigante durante la última década y el mascarón de proa de una nueva burguesía nacional sudamericana. En ese carácter había sido beneficiaria de créditos del BNDES por más de 5000 millones de dólares destinados a proyectos de exploración que, ahora, se verificaron obsoletos y que ubican al banco de desarrollo brasileño como un importante tenedor de deuda defaulteada. Quizás también por ese motivo es que el tesoro nacional redujo los fondos de estímulo destinados al BNDES desde los 190 mil milllones de reales anuales a los 150 mil millones. Para Pedro Silva Barros, economista brasileño del Instituto de Pesquisa Aplicada de la presidencia (IPEA) consultado por Tiempo Argentino, en realidad, esa reducción se explica porque "la función del BNDES fue la de remplazar el crédito privado de largo plazo. Ahora el sector privado está ofreciendo esa financiación. En términos globales, no disminuye la oferta de crédito; quizás sí lo haga la proporción de la banca pública." El BNDES, además, desenvuelve un tipo de operatoria que financia exportaciones en la región. El economista aseguró que "la reducción del financiamiento no impacta en la relación con la Argentina porque el BNDES ofrece la garantía para las exportaciones, pero el límite con Argentina según los acuerdos recíprocos ya está cubierto", tranquilizó. Para el economista brasileño, la quiebra del grupo de Eike Batista "es un caso aislado. Es cierto que afectó mucho a Brasil porque era un símbolo del período de bonanza de 2005-2010. Él creció mucho, pero de forma especulativa y captando inversión extranjera. Muchos de los capitales que salieron últimamente están vinculados con ese sector. Aseguraba tener reservas en petróleo que no existían. Logró conseguir una inversión del gobierno por 7000 millones de dólares", se lamentó. Sin embargo, según, Ramiro Castiñeira, economista jefe de la consultora Econométrica, "sólo el amague de la FED de subir las tasas de interés" fue lo que "generó un descalabro financiero. El ingreso de capitales en Brasil no se tradujo en una suba de la tasa de inversión, que este año va a ser la más baja de la última década. No es recomendable atraer capitales a partir de una tasa de interés de dos dígitos. Apreciar tanto la moneda para contener la inflación te termina comiendo el crecimiento. Si los Estados Unidos efectivamente reducen sus planes de estímulo, no podemos descartar una recesión", sentenció. Por el contrario, para su colega del IPEA, "el escenario no es grave. Ya pasó el momento del ataque más fuerte cuando hace dos meses se llevó el cambio a 2,45 reales por dólar. El comercio exterior está equilibrado porque los déficit con Estados Unidos y la UE se cubren con los superávits con China y la región." Según Silva Barros, la fuerte fuga también fue resultado de que "el gobierno ha tomado más políticas intervencionistas que han afectado la atmósfera favorable con el sector privado". Según él, coincidiendo con Castiñeira, "subir las tasas de interés sirve para contener las tasas de inflación y va a traer de nuevo más capitales, pero para el sector productivo interno es conveniente una tasa de interés más baja". De hecho, Castiñeira señaló que "la respuesta del gobierno a esa salida fue volver sobre la política de suba de la tasa de interés Selic, que se llevó a un 9,5%, y se cree que va a llegar a dos dígitos para fin de año. Hace tres años que la producción está estancada", recordó. Sin embargo, Pedro Silva Barros aseguró que "es completamente imposible que Brasil ingrese en recesión. Los peores pronósticos indican un crecimiento del 2,5% para este año, que son más bajos que el promedio del período Lula, pero es un mínimo aceptable. Puede haber un trimestre negativo para algún sector, pero no para la economía en general." De hecho, explicó que "en el sector automotriz lo que ocurrió es que se terminaron los planes de estímulo con exenciones impositivas que sirvieron como medida contracíclica frente a la situación internacional. Eso va a crear un efecto negativo de corto plazo, pero se va a sentir en las cuentas públicas en el largo plazo. El gobierno quiere recuperar el superávit primario", explicó. Para Castiñeira, una síntesis de la situación está contenida en la experiencia de Petrobras. "Nadie duda del avance de Brasil de los últimos años, pero también hubo mucho circo. En línea con las expectativas de un futuro auspicioso de Brasil, las acciones de Petrobras se dispararon y luego se derrumbaron un 80 por ciento. Desde que se anunciaron inversiones por 70 mil millones, los tiempos para invertir se fueron dilatando y se comenzó a subsidiar el consumo. Petrobras es un emblema de la desilusión que generó Brasil en el mercado internacional. La desaparación del superávit comercial en un escenario de commodities altos es una señal del flujo especulativo que sufre el país. Por eso se habla de una caída en la calificación de riesgo de la economía. Las expectativas eran descomunales y ahora el mercado está corrigiendo esos pronósticos", concluyó. Textuales "Si los Estados Unidos efectivamente reducen sus planes de estímulo, no podemos descartar una recesión en Brasil con fuerte impacto en la Argentina." Ramiro Castiñeira Econométrica "En el sector automotriz se terminaron los planes de estímulo que sirvieron como medida contracíclica frente a la crisis mundial. Una recesión es imposible." Pedro Silva Barros
Lunes, 11 de noviembre de 2013
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