Economía Se le pagarían al FMI unos u$s9.600 millones hasta 2025 Las negociaciones formales con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se retomarán la próxima semana. En estos cinco días sólo se esperan algunos intercambios de información entre el organismo y el Gobierno argentino. Sin embargo, serán jornadas clave para la resolución del Facilidades Extendidas que el Ejecutivo discute con la gente de Kristalina Giorgieva.
Alberto Fernández y Martín Guzmán blanquearán ante gobernadores y dirigentes políticos propios y de la oposición; que, como está la situación en estos momentos, no habrá extensión de plazos para el nuevo acuerdo (nunca era una expectativa seria) pero que además es difícil lograr una reducción de los sobrecostos vinculados a las tasas de interés que deberá pagar la Argentina. Y que, lo más probable (salvo que haya un giro político/diplomático de último momento desde el gobierno de Joe Biden y la Unión Europea), haya que pagar un interés del 4,05%.
Ante esto el dato más importante que el Gobierno comenzará a mostrar esta semana, será el panorama de pagos que habrá que enfrentar con el FMI una vez cerrado el acuerdo en los términos exigidos por los hombres y mujeres del organismo; fundamentalmente la norteamericana Julie Kozac y el venezolano Luis Cubeddu.
La directora adjunta para el Hemisferio Occidental y el responsable del caso argentino, como se dijo en este espacio, endurecieron su posición y se mostraron en diciembre pasado duros con respecto a los términos del potencial acuerdo. Y, ante esto, los números que surgen de las líneas ya casi oficiales del Fondo, hablan de vencimientos de aproximadamente 9.400 a 9600 millones de dólares entre 2022 y 2024, dinero vinculado al pago de intereses por los u$s44.700 millones del stand by otorgado al gobierno de Mauricio Macri que se renegocian.
Esto implicaría que durante los dos años de gestión restantes de Alberto Fernández se le deberían girar al FMI unos 18.000 millones, una cifra razonable al compararla con la proyección de superávit comercial que debería mostrar el país por unos u$s15.000 a 18.000 millones anuales. Sin embargo la situación se complica hacia 2026, cuando según los términos de cualquier Facilidades Extendidas clásico del FMI, debería comenzar a liquidarse capital. Luego de los 4,5 años de gracia sin cumplir con estos vencimientos, desde ese ejercicio, tendrían que comenzar a liquidarse unos 22.000 millones de dólares anuales, en un cronograma que culminaría en 2031. Queda la salvedad que probablemente en 2026 el dinero deba comenzar a pagarse desde el segundo semestre, ya que el acuerdo se firmaría hacia febrero- marzo de este año y el plazo libre es de 4,5 años.
La simple consecución de la lógica de vencimientos, ingresos por superávit comercial y el resto de las variables económicas y financieras del país, muestras que es una utopía pensar que la Argentina puede generar semejante cantidad de dinero; lo más probable es que se deba renegociar el Facilidades Extendidas con el FMI y discutir una renegociación de los vencimientos más allá de los 10 años del acuerdo. Algo que pedía desde el primero momento el kirchnerismo, y que desde el FMI se negaron a discutir de plano.
Tanto a nivel técnico como los países que manejan el board. Simplemente, desde ambos costados, afirmaron que una alternativa de más tiempo en los diseños de los créditos del tipo Facilidades Extendidos, era una utopía. Algo que no estaba en los anaqueles del organismo, y que no serían modificados para un caso como el de la Argentina. La única alternativa es la posibilidad de incluir una cláusula automática que menciones que si en el futuro los plazos para este tipo de acuerdos se extienden; el país podría ser beneficiado de manera directa y el acuerdo que se firmaría este año renegociado con las ventajas del caso.
Fuente: Ámbito
Lunes, 3 de enero de 2022
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