Martes 26 de Noviembre de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
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"Fin du laisser-faire" en Francia: ¿el Mayo Francés del siglo XXI?
Introducción al Kicillof-Boudou galo. Para "el polémico" Montebourg resulta evidente que el poder de Francia pasa por la protección de sus intereses estratégicos y por su patrimonio público y el poder de su Estado empresario.

La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) registró un 0,2% de crecimiento en el primer trimestre del año para la economía de los 18 países de la zona euro (se esperaba un 0,4%) y 0,3% promedio para la UE-28. Alemania y Gran Bretaña exhibieron el mayor crecimiento (0,8%) mientras que los menores se debieron a Italia (-0,1%) y Francia (estancada). Italia, como España, pueden darse el lujo de ir a la retaguardia. Sus burguesías industriales han carecido históricamente de la fuerza para imponerse (siquiera empatar) a sus pares francesa, alemana y británica. Pero, ¿y la Francia industrial? Francia no puede seguir un minuto más compartiendo los registros de la periferia europea. Necesitará un crecimiento del 0,5% trimestral para cumplir con la muy leve expansión del 1% en 2014 aspirada por Hollande. El incremento del "gasto público", pilar de la endeble recuperación francesa, no alcanza. Y es que a esta altura del partido, "gasto público" sin "patrimonio público" (sin rescatarlo, recuperarlo y potenciarlo) es lo mismo que nada, más aún cuando EE UU y sus multinacionales golpean las puertas europeas con un nuevo y arrasador TLC. La mejor tradición revolucionaria francesa parecería haber levantado cabeza.

"C 'EST LA FIN DU LAISSER-FAIRE". En la vereda opuesta a Rajoy y las recetas del FMI para España, entre otros, Francia responde con un decretazo para potenciar su sector público nacional. El diario ultraconservador El País solloza, suspira y denuncia una reciente declaración del ministro de Economía Arnaud Montebourg (antiguo ministro de la Reconstrucción Productiva): Francia asiste "al final del laisser-faire". Leyó bien el lector. Repasemos. En mayo pasado, dicho país aprobó, impulsado por Montebourg, un decreto de "patriotismo económico" mediante el cual el Estado tendrá el poder para oponerse a la extranjerización de empresas nacionales. Reproducimos en francés (se entiende perfectamente) las declaraciones del ministro a Le Monde el 15 de mayo, quien definió al decreto como una medida de "protection des intérêts stratégiques de la France" y como "une reconquête [reconquista] de notre puissance [poder]". Al final remachó con la contundente frase: "C'est la fin du laisser-faire." Para Montebourg, resulta evidente que el poder de Francia pasa por la protección de sus intereses estratégicos, y –como veremos a continuación– por su patrimonio público y el poder de su Estado empresario. ¡El descorbatado y marxista ministro de Economía argentino, un poroto!

Si al Mayo Francés de 1968 inteligentemente se le acuñó la peyorativa frase "cuando Francia estornuda toda Europa se resfría", la necesidad de profundizar la reconquista del patrimonio público y del poder estatal argentinos obligan a "nacionalizar" dicho lema.
"C'EST UN RÉARMEMENT FONDAMENTAL DE LA PUISSANCE PUBLIQUE". A decir verdad, el decreto de Montebourg viene a ampliar uno similar aprobado en 2005 por el ex primer ministro Dominique de Villepin. La ampliación de la protección a la industria nacional y pública de las maquinaciones extranjerizantes trasciende ahora los sectores de la Defensa y la Seguridad (protegidos por Villepin) y avanza sobre siete nuevos sectores: servicios de electricidad, servicios de gas natural, hidrocarburos y otras fuentes energéticas, la explotación de las redes de transportes, el agua, las comunicaciones electrónicas y la sanidad pública. A propósito, así explicó el Axel Kicillof a la francesa (aunque su versión gala siempre luce traje y corbata) la decisión de extender la protección: "C'est un réarmement fondamental de la puissance publique." ¡Un rearme fundamental del poder público! Luego agregó: "Ce décret est une arme juste et proportionnée pour faire valoir les intérêts de la France." ¿Hace falta traducir? El lenguaje para la construcción y defensa de cualquier Estado-nación que se precie de tal (de nación y no de patio trasero o apéndice de terceros) es universal. Con el flamante decreto, las inversiones extranjeras destinadas a dichos sectores y que pudieran esconder objetivos de apropiación accionario deberán someterse a la autorización del gobierno, que podrá vetarlas "políticamente" si considera que la operación afecta los intereses de Francia (que para Hollande y Montebourg son los intereses públicos).

"... EST UN CHOIX DE PATRIOTISME ÉCONOMIQUE". Más del Kicillof galo: "Le choix que nous avons fait... est un choix de patriotisme économique." El decreto, nos explica Montebourg, se basó en una decisión de patriotismo económico. Al respecto, cabe mencionar que el nacimiento de la norma obedeció a la negativa del gobierno a la extranjerización de Alstom, una sociedad anónima francesa con un 21% del capital en poder estatal. Se trata, en efecto, de la principal corporación industrial energética –nuclear y eléctrica– y ferroviaria de Francia (y una de las principales a nivel mundial). Sucede que durante 2013 trascendió que General Electric tendría el visto bueno del directorio de Alstom para la adquisición de decenas de miles de millones en activos estratégicos. Pero el decreto maldito prohibió (y prohibirá) la operación. El Kicillof galo sintetizó el patriotismo económico con estas palabras: "Le pouvoir d'autorisation qu'il nous confère nous protège contre des formes indésirables de dépeçage [despedazamiento] et des risques de disparition [desaparición]. Et si nous encourageons les alliances industrielles, nous dissuaderons les démantèlements." Traducimos la última frase: "Y si nosotros fomentamos las alianzas industriales, desalentamos los desmantelamientos."

"ALLÍ TAMBIÉN SE ESTÁ APRENDIENDO A DEFENDER LA PATRIA". Las críticas de la prensa neoliberal europea ya ponen el grito en el cielo y disparan todo tipo de calumnias y operetas contra el Kicillof galo (si pensamos desde YPF) o Boudou galo (si es AFJP). Para la agencia Efe, no existe artículo sobre el ministro Montebourg sin que su nombre sea precedido por el calificativo "polémico". Como sea, la figura del funcionario francés va adquiriendo creciente ascendencia como principal y exitoso opositor a los dictámenes aperturistas, desreguladores, privatizadores y extranjerizantes emanados desde la Comisión Europea, el FMI y la Casa Blanca. Recordemos que Montebourg llegó incluso a proponer la nacionalización de unos altos hornos de ArcelorMittal. Asimismo, el ministro maldito, no muy bien aceptado por la UIA francesa, resulta ser cada vez más apreciado por sectores del empresariado nacional francés (pequeño, mediano y grande) así como del genuinamente europeo, si cabe tal definición. Es que su visión va más allá de lo puramente "francés". Montebourg se ha manifestado favorable a fusiones corporativas con Alemania como freno al agresivo avance estadounidense (por ejemplo, Siemens con Alstom). Interesante y crucial pues, el decretazo francés de mayo de 2014, tal y como notó el atribulado diario La Nación oportunamente en el mismo mes de su creación: "Para el gobierno [de Hollande], Alstom es un eslabón esencial de la independencia energética [francesa]: 'Ya sea en el caso de nuestras centrales nucleares, que producen el 77% de la energía del país, o de las nuevas tecnologías para la transición energética. Con ese decreto reequilibramos la relación de fuerzas entre los intereses de las empresas multinacionales y de los Estados, que no siempre son los mismos', explicó Montebourg." Si al Mayo Francés de 1968 inteligentemente se le acuñó la peyorativa frase "cuando Francia estornuda toda Europa se resfría", la necesidad de profundizar la reconquista del patrimonio público y del poder estatal argentinos iniciados en 2003 y potenciados con la renacionalización de las AFJP e YPF obligan a "nacionalizar" dicho lema y a adaptarlo al revolucionario Mayo Francés de 2014. Por lo pronto y en calidad de fiel reflejo de la Argentina del Bicentenario, podríamos comenzar parafraseando a Scalabrini Ortiz. Parece que allí "también se está aprendiendo a defender la Patria".


Lunes, 16 de junio de 2014
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