Economia: Por María Bordenave Por Claudio Mardones Frente a la desaceleración de la actividad buscan impulsar el consumo y subsidiar tasas a la producción. El jefe de Gabinete ratificó la política de financiamiento a los sectores productivos con tasas subsidiadas y de orientación del consumo hacia sectores de la economía con dificultades. Las herramientas vigentes y los nuevos planes. La desaceleración de la actividad económica en sectores clave como el automotor o el de la construcción presenta nuevos desafíos para el sector público en la búsqueda de la recuperación económica y la preservación de los puestos de trabajo. Los nuevos anuncios de suspensiones de esta semana, como es el caso de Renault, Fiat, General Motors y Scania, forman parte de un escenario que, según el Indec, presenta una caída interanual del 5% del estimador mensual industrial (EMI) desestacionalizado para el mes de mayo, y del 4% para el caso del indicador sintético de la actividad de la construcción para el mes de abril.
Esta semana el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue consultado sobre la caída en el nivel de actividad total, que fue de 0,5% interanual en abril, y reconoció la tendencia recesiva del primer trimestre del año. El funcionario reafirmó que la apuesta oficial se centra en una serie de estímulos a través de programas o líneas de crédito con tasa subsidiada sobre determinados segmentos del mercado. Así, estos programas de estímulo "buscan generar condiciones para el incremento de la actividad económica en el segundo semestre", señaló Capitanich. En su declaración a la prensa, advirtió que hay un "contexto internacional difícil y, en consecuencia, las condiciones para el desenvolvimiento de la actividad económica no son fáciles".
La semana pasada se realizó la primera reunión del Comité Ejecutivo de FONDEAR que se encargará de la implementación del programa, siendo el ministro de Economía, Axel Kicillof, la Autoridad de Aplicación. FINANCIAMIENTO A LA PRODUCCIÓN. Frente a la amenaza de crisis, el gobierno ha optado por sostener los planes de estímulo a la demanda y de financiamiento a la producción, así como también generar otros nuevos, especialmente en un contexto de suba de tasas, lo que encareció el costo del crédito tanto productivo como de consumo.
Según Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop, en diálogo con Tiempo Argentino, "todas estas herramientas van en una dirección común, y reflejan la continuidad de una línea de políticas públicas que ha contribuido a generar una porción del importante crecimiento de la última década, y se vuelven aun más necesarias en contextos de menor dinamismo de la actividad económica. Son políticas dinamizadoras, tanto de la demanda privada como de la producción, en especial orientadas hacia las pymes, pero no exclusivamente."
Asimismo, remarcó que en el sector privado deben también reforzarse las herramientas orientadas a "la economía social, y en especial la organización cooperativa, que tienen altísimas posibilidades de contribuir de manera eficaz al crecimiento de la producción y el consumo, dado que su objetivo no es el lucro sino la provisión eficiente de bienes y servicios. Las políticas públicas deben ir avanzando en incentivar este tipo de economía, así como la producción de las empresas pymes, con un sistema impositivo adecuado a sus necesidades y programas de desarrollo y fomento en las distintas actividades económicas."
Por su parte Diego Coatz, economista jefe de la UIA, señaló a Tiempo que "es muy importante la política pública contracíclica en términos del facilitar el crédito a la industria, especialmente frente a un escenario de altas tasas. Por ejemplo el segmento de exportadores de productos industriales con valor agregado; no sólo pymes sino también medianas empresas de primer nivel y con muy buenos balances encuentran problemas de crédito en donde el sector financiero les exige la tasa Badlar más 4 o 5 puntos, es decir un costo financiero cercano al 30%, y con tasa variable a cinco años. Lo cual, en un contexto donde no está aún definido lo de los holdouts y existe incertidumbre sobre el futuro del tipo de cambio, genera resistencia a la toma de crédito para inversión."
En este sentido, Heller destacó, dentro de las herramientas financieras para el sector productivo, "la Línea de Crédito para la Inversión Productiva (LCIP), por la cual el BCRA orienta el crédito de los bancos hacia las inversión de las pymes a tasas de interés muy convenientes".
Estas líneas de crédito administradas por el Central forman parte de las medidas regulatorias sobre el sistema financiero que avanzaron los últimos años, especialmente luego de la última reforma de la Carta Orgánica del BCRA del año 2012,que le otorga facultades a la Autoridad Monetaria para regular las condiciones del crédito en términos de plazos, tasas de interés, y comisiones. Así, hoy en día los bancos deben prestarle prioritariamente a las pymes el 5% de sus depósitos acumulativo en cada semestre con tasas de cerca del 17%, muy por debajo de la Badlar, que se encuentra en torno al 25 por ciento."
Según Coatz, "uno de los problemas es que cuando a fines de 2013 se renovó la Línea de Crédito para la Inversión Productiva, esta fue acotada a las pymes y se amplió la porción destinada a crédito hipotecario respecto del sector productivo. Antes la mitad era para pymes y la otra para medianas y grandes y privilegiaba la industria, a lo que se sumó que se suspendió la línea de créditos del Bicentenario que ofrecía tasas muy bajas. Esta limitación es un problema porque existe un universo de empresas medianas, que no son grandes pero tampoco pymes, porque no se actualizan los montos que las define como tales, siendo que esta actualización va por detrás de la inflación, por lo que así ven dificultado el acceso al crédito."
"Por eso –agregó Coatz– es fundamental el proyecto FONDEAR lanzado por el gobierno. La clave estará en la agilidad que tenga para el otorgamiento de créditos, dado que no serán otorgados por la banca privada, sino que los requisitos deben pasar por el gobierno, lo cual es correcto dado que se trata de una tasa subsidiada. Pero es importante la brevedad de su puesta en marcha. Y si bien es difícil que una política de crédito pueda resolver los problemas más generales del mercado, este programa contempla un monto de 10 mil millones de pesos, lo cual es significativo en relación a la masa crediticia del país, de poco más de 100 mil millones."
El lanzamiento del Plan FONDEAR (Fondo para el Desarrollo Económico Argentino) fue anunciado hace dos meses. Consiste en un fondo fiduciario público destinado a financiar proyectos en sectores estratégicos con alto contenido tecnológico donde uno de sus objetivos originales es la reducción del empleo informal para llevarla por debajo del 30 por ciento.
Según declaraciones de la presidenta Cristina Fernandez, este fondo estaría compuesto "por más de 10 mil millones de pesos, destinado a financiar proyectos productivos y de innovación tecnológica, con tasas acordes no solamente para que puedan acceder pequeñas y medianas empresas sino también las grandes".
Asimismo, desde Industria, la ministra Giorgi enfatizó esta semana que "hay un cupo de 10.400 millones de pesos en programas de la cartera productiva destinados a profundizar la federalización de la industria", y agregó que "es necesario que cada provincia haga uso de estos beneficios", planteando la importancia de una mayor articulación, con la generación de mesas regionales. En una reunión con representantes provinciales, remarcó también los casos exitosos de las misiones comerciales a Ecuador, México y Bolivia, y adelantó próximas giras –a realizarse en el segundo semestre– a Paraguay, Rusia, Costa Rica y Guatemala.
En la reunión se hizo hincapié en los montos disponibles a través de los distintos programas con 125 millones de pesos en los créditos del Fonapyme; $ 1300 millones en proyectos de inversión, construcción de galpones y radicación en parques industriales y $ 500 millones para bonificar tasas del BICE.
El FONAPYME (Fondo Nacional para el Desarrollo de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa) otorga créditos de mediano y largo plazo para proyectos de inversión de pymes a una tasa de interés del 14% fija en pesos y financia hasta el 70% del costo total del proyecto. Bajo esta línea de créditos, en el 2013 se otorgó un monto total de $ 223 millones que, según las cifras oficiales, generó una tasa de variación total en el empleo del 27% para estas empresas, con la incorporación total de 1648 trabajadores.
FINANCIAMIENTO AL CONSUMO. El subsidio directo de tasas también es sostenido sobre el consumo. En lo que respecta al sector automotor, si bien las terminales esperan una recuperación para lo que resta del año a partir del acuerdo comercial entre la Argentina y Brasil, el lanzamiento del plan de créditos Pro.Cre.Auto apunta a reforzar la compra de 0km para contener a un sector fuertemente golpeado por la desaceleración y que emplea una significativa cantidad de mano de obra, y se enlaza con diversas cadenas productivas hacia el interior del mercado interno. A ello se sumó también la incorporación de motos a la lista de Precios Cuidados pactados por el gobierno.
Los Préstamos Personales Pro.Cre.Auto a cargo de la Secretaría de Transporte están destinados a financiar la adquisición de automóviles que se encuentren en el Programa y contemplan un subsidio de cuatro puntos porcentuales anuales sobre la tasa de interés, con la posibilidad de bonificación de un punto más por pago en término del plan.
También desde Industria confirman que el Programa de Financiamiento para Renovación y Ampliación de Flota (Refop) cuenta con un cupo disponible de $ 3400 millones (de un total de $ 8500 millones), a cinco años, con tasa subsidiada para la adquisición de camiones, acoplados, remolques y semirremolques, ómnibus, maquinaria vial, equipos de riego, maquinaria agrícola no autopropulsada y aviones para uso agrícola.
Según Heller, "la implementación de líneas como el Pro.Cre.ar o el Pro.cre.Auto apunta a incrementar la demanda en segmentos como el de la vivienda y el automotor, dos de los sectores que más se han visto afectados por la caída de la producción y las ventas. Precisamente son generadores de una gran cantidad de puestos de trabajo, por lo que se trata de una medida contracíclica oportuna y de importantes implicancias".
Toma forma el nuevo Plan Fondear
La semana pasada se realizó la primera reunión del Comité Ejecutivo de FONDEAR que se encargará de la implementación del programa, siendo el ministro de Economía, Axel Kicillof, la Autoridad de Aplicación.
El anuncio oficial remarca que "el programa cuenta con múltiples instrumentos de financiamiento, diseñado para promover la diversificación de la estructura productiva y la sustitución de importaciones, la expansión de la producción y de las exportaciones, la generación de nuevos puestos de trabajo, así como el desarrollo regional equilibrado. Se prevé financiar proyectos productivos en todo el territorio nacional, a través de préstamos, bonificación de tasas de interés, aportes no reembolsables y aportes de capital en sociedades". Así el financiamiento se orientaría a maquinarias, equipamiento, homologaciones y certificaciones, materias primas, productos semielaborados, construcción, reformas y modificaciones edilicias.
Los préstamos alcanzarán hasta el 80% de financiación, con una tasa del 14% para pymes y del 19% para Grandes Empresas, y con líneas de créditos de hasta 84 meses para el caso de inversiones productivas. Para la adquisición de capital de trabajo incremental o para "resolver situaciones críticas debidamente justificadas", el plan contempla financiaciones de hasta el 40% con tasas del 19% para pymes y Grandes Empresas. El programa también contempla la posibilidad de bonificar puntos porcentuales de la tasa de interés de créditos otorgados por las entidades financieras.
La cifra. 10.400 millones de pesos es lo que dispone el Ministerio de Industria en programas destinados a federalizar el sector productivo.
Lunes, 21 de julio de 2014
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