Negocios ¿Delivery de remedios?: denuncian normas a medida de Farmacity y que su negocio funciona "por decreto" La cadena goza de protección legal del macrismo para comercializar desde medicamentos hasta papas fritas, pese a la expresa prohibición del Ministerio de Salud. Ahora, legisladores impulsan un proyecto para el reparto a domicilio, que genera revuelo en el sector. Relación con popes del PRO
Las quejas y denuncias en torno a la actividad comercial de Farmacity no se toman respiro.
Los detractores de la cadena de farmacias señalan que sigue haciendo caso omiso a la resolución 1632 del Ministerio de Salud de la Nación que le prohíbe funcionar como un "maxikiosco" que vende remedios.
Pese a las críticas, la compañía continúa comercializando productos que van más allá de medicamentos sin ningún tipo de control.
Y la polémica se acrecienta ya que los críticos a la cadena denuncian "tráfico de influencias" entre los dueños de la firma y legisladores.
Basan esta afirmación en la promulgación de los decretos 41/44 y 98/14 -dictados por el Gobierno de la Ciudad- que habilitaron la venta libre de remedios junto con la comercialización de gaseosas, productos para la estética femenina, libros, discos compactos, papas fritas o golosinas.
En este sentido, el macrismo dio un apoyo contundente al modelo de negocios al que apela Farmacity, que le saca público a otros comercios, como los kioscos que, por otra parte, tienen prohibido vender hasta una aspirina, algo que los deja en inferioridad de condiciones para competir.
¿Se viene el delivery de medicamentos? El último espaldarazo político a la empresa llegó hace unas semanas por parte de Helio Rebot, legislador porteño del PRO, que presentó una iniciativa de ley que establece el expendio de medicamentos de venta libre "en exhibidores o en mostradores de autoservicio".
En los fundamentos del proyecto, el funcionario señala que el objetivo propuesto es el de aumentar la accesibilidad a este tipo de productos "como bien social para toda la población y no sólo en zonas comercialmente pobladas".
Además, Rebot hace referencia a "desterrar falsos mitos respecto de la comercialización de medicamentos de venta libre que, como tales, se diferencian por su inocuidad de los prescriptos".
En lo que viene a ser un anticipo de hacia dónde podría girar el negocio de Farmacity, la iniciativa hasta propone el servicio de delivery.
Incluso, va más allá al impulsar que este tipo de entregas se pueda hacer sin requerir la autorización previa de un farmacéutico.
La polémica está a la orden del día con la red de farmacias liderada por el empresario Mario Quintana que, según señalan las fuentes consultas, tendría lazos muy cercanos con el PRO.
Desde su presentación, este proyecto enfrenta las quejas y reclamos de las farmacias tradicionales, de los grandes laboratorios y también de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).
Desde esta última sus directivos afirmaron: "Como profesionales del sector, consideramos que este proyecto es un nefasto intento de hacer negocios con la salud de las personas, que finalmente traerá graves consecuencias, sanitarias y económicas, como así también el aumento de los costos del sistema público por internaciones, consultas y nuevos tratamientos".
Miguel Lombardo, presidente de la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), sostuvo que "parecen que quieren retornar los nuevos ‘vendedores de salud' como si se tratara de una mercancía".
Y agregó: "Con este tipo de proyectos, pensados a medida de Farmacity, se está queriendo desvirtuar la oferta de medicamentos y llevarla a que se asemeje a la venta de golosinas".
Según pudo saber iProfesional, esta nueva iniciativa también cuenta con el acompañamiento de Cristian Ritondo.
Mientras el proyecto sale a la luz, se multiplican las voces en contra. José Charreau, secretario de Acción Social del sindicato de Visitadores Médicos, declaró: "La venta libre a través de publicidad falsa, sin profesionales de salud que la supervisen, es lisa y llanamente una locura".
"Si por ejemplo tomás un antigripal, corrés el riesgo de que se te eleve la presión arterial, y el 40% de los hipertensos desconocen que padecen esa patología", señaló.
¿A qué otros argumentos apelan quienes están en contra de Farmacity? Según el Instituto de Estudios sobre Políticas de Salud:
• Casi siete de cada diez argentinos consumen medicamentos de venta libre sin prescripción médica. • Dos de cada diez lo hacen de forma crónica y sin necesitarlo. • Por otra parte, su ingesta puede derivar en intoxicaciones.
Según un relevamiento hecho por la División Toxicología del Hospital Fernández, a lo largo de un año pueden registrarse 500 casos (de intoxicaciones), de los cuales un 75% ocurren precisamente por la toma de medicamentos de venta libre.
En relación con el proyecto de Rebot, Charreau denunció intereses económicos.
"Quieren aumentar la venta de los fármacos sin intermediaros y sin control. Esto es fruto del lobby de la Cámara Argentina de Venta Libre (Capemvel), cuyo titular, Juan Tonelli, es el novio de Gabriela Michetti", disparó.
Ante el tenor de sus declaraciones, iProfesional se contactó con Laura Latorre, directora de comunicaciones de Farmacity, que prefirió no responder a las denuncias formuladas.
El vínculo con el PRO Las fuertes declaraciones y quejas en torno a los beneficios que recibe la cadena de farmacias para desplegar su operatoria, pese a la prohibición del Ministerio de Salud -sumado al presunto "tráfico de influencias"- adquiere otro matiz si se evalúa el vínculo que uniría a los principales ejecutivos de la firma con el gobierno porteño.
En este sentido, la legisladora Gabriela Cerruti dio cuenta de la relación directa entre Gabriela Michetti y el actual director ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores de Especialidades Medicinales de Venta Libre (Capemvel), el empresario Juan Tonelli.
"La comercialización de medicamentos de venta libre, representados por la entidad que dirige Tonelli, creció casi 200% en los últimos años y pasó a representar más del 30% del total de unidades vendidas en el mercado farmacéutico argentino", expuso.
"La comisión directiva de Capemvel está compuesta mayoritariamente por representantes de los principales laboratorios del mundo, tales como Pfitzer, GlaxoSmithKline, Novartis, Bayer y Boehringher Ingheleim, entre otros", sostuvo.
Y completó: "Sólo unas pocas firmas que elaboran medicamentos son de carácter nacional -como Bagó y Sidus- que son precisamente las que respetan la legislación".
Farmacity forma parte del Grupo Pegasus, propietario también de las marcas Freddo y Musimundo, que están bajo el mando de Nicolás Caputo, ex compañero de Macri en el colegio Cardenal Newman.
Según pudo averiguar iProfesional, Caputo tiene una importante incidencia en grandes proyectos inmobiliarios que involucran a la desarrolladora IRSA.
Entre ellos, el de Solares de Santa María -pensado para el predio que iba a ocupar la ex Ciudad Deportiva de Boca- y el polémico shopping de Caballito. Además, la firma tuvo injerencia en la edificación de Dot Baires que los vecinos de Saavedra han criticado por dañar la infraestructura de los servicios del barrio.
Vender por "decreto" Consultada por iProfesional respecto del decreto que contradice la resolución del Ministerio de Salud y le permite a Farmacity funcionar como un maxikiosco que vende remedios, Gabriela Cerruti sostuvo que "todo está instrumentado de la manera que le conviene a la cadena, pese al amparo que he presentado".
"El decreto de Macri se mantiene para así habilitar la comercialización de cualquier cosa en esos locales. Hasta tanto la Justicia no dé a lugar, no hay manera de que esto se modifique", aseguró.
Marcelo Peretta, titular del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, enfatizó el "paraguas legal del macrismo con el que se la protege a la empresa para continuar con la venta indiscriminada de productos, como si fuera un mini mercado o un kiosco. Las de ventas de Farmacity son prácticamente por decreto".
"Casi como respuesta al requerimiento de Salud de la Nación, el gobierno porteño creó la Dirección de Regulación y Fiscalización de farmacias. No obstante, pese a estar en funcionamiento desde hace un año, la directora designada prácticamente no ejerce funciones de control", enfatizó a iProfesional.
"Se siguen abriendo locales. En Ciudad de Buenos Aires la cadena ya posee unas 300 farmacias y eso se logra únicamente con aval político", disparó Peretta.
"Mientras mantenga un padrino político poderoso, la situación para el resto de los actores irá en retroceso", remarcó el titular del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos.
"Las farmacias de barrio siguen cerrando y otras subsisten como pueden, mientras que Farmacity recibe los beneficios de normativas dictadas a su medida", concluyó.
fuente: iprofesional
Viernes, 17 de octubre de 2014
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