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Economía
Compran dólar al precio oficial, lo venden al blue y le dan una mano al Gobierno
El primer día hábil de noviembre dejó en claro algo que analistas venían sospechando. Cada comienzo de mes los asalariados adquieren divisas hasta el máximo permitido por AFIP para luego desprenderse de esos billetes y ganar con la brecha cambiaria. El paralelo, anestesiado ¿Tema resuelto?





Ya se transformó en un signo de época: en cada comienzo de mes, la demanda por dólares al precio oficial explota, ante las mayores solicitudes de ahorristas que luego revenden esos billetes verdes en el mercado paralelo.

De esta forma, ellos mismos contribuyen a que el blue se mantenga anestesiado por unos días.

Este fenómeno ha sido bien visible en los últimos meses, con especial intensidad desde que terminara la "pax cambiaria" de Juan Carlos Fábrega, que se había prolongado desde febrero hasta que estalló la crisis de los fondos buitre.

Este lunes, en el primer inicio de mes desde que Alejandro Vanoli asumiera en el Banco Central con su nueva política de "mano dura", el ciclo se repitió.

Los ahorristas, que en los últimos días de octubre le estaban pidiendo permiso a la AFIP por unos escasos u$s7 millones, corrieron ayer, con su sueldo recién cobrado en mano, a transformar los pesos en dólares a $10,22 -la cotización que surge del tipo de cambio oficial de $8,52 más un 20% por adelanto-.

El monto de u$s64,3 millones vendidos ayer en un día es una cifra elevada, aunque es un 10% inferior al volumen que se había vendido el primer día hábil del mes pasado.

Una ventanilla super activa
Desde que nació a fines de enero pasado, luego de la fuerte devaluación del 24% del peso realizado por el Banco Central, el dólar que vende el Gobierno para ahorro es cada vez más demandado.

El aliciente no es menor: el precio oficial del billete estadounidense poco se ha movido desde el origen de esta alternativa de ahorro, en medio de una inflación cercana al 40% y de un valor del blue que llegara a subir en un momento hasta un máximo del 55%.

De hecho, este mayor apetito por el "dólar barato" se observó con mucha evidencia los primeros días de cada mes, cuando los ahorristas cobran sus salarios.

Un dato contundente es que a comienzos de año, los picos diarios de demanda que se registraban eran de un máximo de u$s23 millones.

Pero, a medida que su valor se mantuvo prácticamente estable y los sueldos aumentaron, la demanda fue creciendo las primeras jornadas de cada mes hasta alcanzar el primero de octubre el récord diario de u$s74 millones, casi 4 veces la cifra más alta solicitada el 2 de julio.

En la cantidad de operaciones realizadas también se vio un importante incremento, ya que en octubre llegó a duplicarse respecto al mes anterior y a superar las 100.000 transacciones.

A continuación, se detallan las mayores ventas diarias realizadas en cada mes de "dólar ahorro" a medida que avanzó el 2014:

• 3 de febrero: el blue estaba $12,55 y se vendieron u$s23 millones.

• 2 de julio: el informal había bajado a $12 y se comercializaron u$s19,5 millones.

• 4 de agosto: el marginal estaba en $12,80 y se vendieron u$s32 millones.

• 1 de septiembre: el blue había trepado a $14,20, y la demanda subió a u$s40 millones.

• 1 de octubre: el marginal comenzó el mes en el récord de $15,50. El nerviosismo del mercado fue tal que se vendieron ese día u$s74 millones en el tope máximo de 100.000 operaciones. Y sólo en los dos días siguientes se transaccionaron casi 123 millones de dólares.

Es decir, en esos tres días se comercializó la mitad de lo operado en todo octubre (u$s446 millones), mes que duplicó y hasta triplicó al resto de los períodos. Exceptuando septiembre, cuando se registraron ventas por u$s379 millones.

Noviembre blue
En la primera jornada hábil de noviembre, con la baja de casi 40 centavos del blue, la demanda mermó un poco: 87.700 operaciones por un total de u$s64 millones.

Se trata, además, de una cifra importante si se toma en consideración que se produjeron algunas temporarias "caídas" del sistema de la AFIP que autoriza la compra de divisas.

A pesar de las suspicacias que estos problemas informáticos siempre generan, fuentes de la entidad afirmaron que los inconvenientes surgieron por el alto tráfico de la página web en una fecha en la que había vencimientos tributarios. Y aseguraron que la operatoria cambiaria no sufrió problemas importantes.

En todo caso, lo relevante es que, en simultáneo con estas compras, se produce la reventa de esos dólares en el mercado paralelo.

Es lo que en la jerga financiera se llama "arbitraje": cuando un mismo producto tiene dos precios muy diferentes en dos mercados, siempre aparecerá alguien dispuesto a comprar en aquel lugar donde está barato, para revenderlo donde cotiza más alto y, de esa forma, embolsar la diferencia.

Cuanto más grande sea la brecha entre el tipo de cambio oficial y el blue, mayor será el atractivo para esta operatoria, en la que se involucran miles de pequeños ahorristas.

Y se da, cada vez con mayor visibilidad, una situación paradójica: esa "especulación hormiga" resulta funcional a la intención del Gobierno de aplacar al dólar blue, dado que aumenta la oferta de divisas en el mercado paralelo -donde los volúmenes son pequeños- con lo cual presiona a una baja en la cotización.

De hecho, este lunes, coincidentemente con la venta de estos u$s64 millones, el blue tuvo una nueva caída en su precio y cerró a $13,90, su menor valor en dos meses.

¿Ahorro o desahorro?

La nueva polémica es, en este contexto, si la compra de dólares corresponde realmente a lo que se suponía que sería su cometido -es decir, el ahorro- o si lo que se está fomentando es una práctica especulativa para aquellos que no tienen otra forma de protegerse de la inflación.

Para el economista Tomás Bulat, lejos de ser un síntoma de una población que quiere aumentar sus niveles de atesoramiento, estas mayores adquisiciones al tipo de cambio oficial reflejan una nueva forma de "desahorro".

Bulat explica que, hasta hace tres meses -cuando la brecha era relativamente baja- recomendaba el "dólar ahorro" como una alternativa interesante.

En ese momento, sólo seguían su consejo aquellos con ingresos lo suficientemente altos como para dejar un excedente una vez cubierto el presupuesto familiar.

Ahora, en cambio, se han sumado asalariados que, más que perseguir un objetivo de ahorro, ven en el dólar un mecanismo de protección.

"Cuando la brecha se amplió, esta misma gente, que no tenía capacidad de atesoramiento, puede llegar a fin de mes precisamente como consecuencia de las ventajas que les genera la compra de dólar ahorro", describió.

Según Bulat, las divisas operan, entonces, como una forma de facilitar el consumo: "Es en realidad un ‘dólar desahorro', porque es para gastar. Mucha más gente lo compra porque no puede atesorar".

En tanto, Agustín Etchebarne, economista y director general de Libertad y Progreso, señala que el contexto económico sigue propicio para una alta demanda de la moneda estadounidense.

"El dólar ahorro sigue pareciéndole barato a los particulares, aunque si el blue sigue bajando tendrán más tranquilidad y las expectativas de devaluación se moderarán un poco".

En los últimos días, el billete paralelo cayó un 13%, desde los $14,70 hasta los actuales $13,90 (ver gráfico).

Entre las causas de esta caída, según el experto, hay una leve mejora de las expectativas, tras la consecución de dólares por parte del Gobierno.

"Los cerealeros liquidaron más de u$s600 millones la semana pasada y se activó el primer tramo del swap con China, con lo que ingresó un equivalente de 800 millones de dólares de los 11.000 millones posibles", destaca Etchebarne.

Y recuerda que hay cierta confianza en el mercado en el sentido de que, si se arregla con los holdouts luego del vencimiento de la clausula RUFO, "el Gobierno podría endeudarse por hasta u$s5.000 millones en el exterior en el primer trimestre del 2015".

Sin embargo, no considera que esta situación pueda revertir el principal motivo para la expectativa devaluatoria, que es la persistencia del déficit fiscal. Bajo esa perspectiva, pronosticó que la demanda del público por el dólar a través de la ventanilla oficial continuará elevada.

Un favor no reconocido
El Gobierno, naturalmente, no admitirá que este desinfle del dólar paralelo es la consecuencia de que los ahorristas buscan una ganancia de $3,68 por cada dólar vendido.

Más bien, atribuirá este "éxito" a la política represiva en la city porteña, con su despliegue de policías y sus medidas sancionatorias a bancos y casas de cambio.

El optimismo demostrado en los últimos días por Alejandro Vanoli apunta a una continuidad de las medidas represivas contra la "especulación" y a un alivio en la situación de las reservas del Banco Central como principales armas para forzar la caída del dólar blue.

"Entramos en un territorio favorable que se expresa en el hecho de que las distintas variables del dólar se hayan reducido, tanto el de contado con liquidación como el dólar ilegal", celebró el funcionario.

Vanoli se mostró contento tras la activación del swap de monedas con China, que le permitieron volver a situar las reservas por encima de los u$s28.000 millones.

Pero la mayoría de los analistas discrepa con esta visión. No sólo creen que la brecha entre el blue y el tipo de cambio oficial puede volver a crecer sino que, además, atribuyen la actual calma más a las ventas minoristas que a las medidas represivas.

"Si piensan que al dólar se lo va a dominar con la policía y con los gendarmes, estamos complicados. Las cuevas que estaban en el microcentro se van a ir a Caballito, pero lamentablemente van a seguir existiendo", sostiene Martín Redrado, ex titular del Central.

En la misma línea, el economista José Luis Espert destaca que los antecedentes históricos muestran una larga lista de fracasos en los intentos por dominar a este mercado.

Este economista se muestra crítico con la actitud de "criminalizar el único dólar libre que existe para el ahorrista".

El punto central que remarcan los analistas es que el dólar sube porque hay inflación y entonces una gran cantidad de pequeños ahorristas buscan refugio para su dinero.

El Gobierno, en cambio, piensa que es producto de maniobras especulativas llevadas a cabo por "buitres internos" y grandes corporaciones.

En consecuencia, al equivocar el diagnóstico, crece el escepticismo de los economistas respecto de que pueda darse un largo período de estabilidad del billete informal.






Fuente: Iprofesional


Martes, 4 de noviembre de 2014
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