Por Mariano Beristain La Cámara del Comercio Automotor (CCA) informó que la venta de autos usados repuntó en diciembre y cerró 2014 con más de 1,6 millones de unidades come Entrevista de Tiempo Argentino a Alejandro Vanoli, presidente del Banco Central. Dijo que "hay consenso que en 2015 no va a haber crisis" y que el país sólo llegará a un acuerdo con los buitres "si aceptan una quita considerable". El presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, destacó en el reportaje de Tiempo Argentino la importancia de revertir las expectativas negativas que se crearon a partir de la devaluación del peso en enero último. Además, también se mostró optimista con respecto a la evolución del 2015.
–¿Qué balance hace de la primera etapa de su gestión?
–En la última semana de septiembre y la primera de octubre del año pasado confluyeron dos factores. Hubo un cúmulo de cuestiones de carácter internacional entre las que resaltaron las caída del precio de los commodities y la recesión global además de la decisión de (Thomas) Griesa. A ello se le sumó toda la especulación que se montó a partir de datos objetivos y de una campaña mediática que se montó para forzar una devaluación. Incluso se llegó a hablar de una devaluación y que el dólar iba a llegar a $ 20. En ese contexto la cuestión básica y clave consistió en recrear la confianza. Entonces, enviamos un mensaje claro de qué no se iba convalidar una devaluación, cosa que sustentamos con hechos. En ese sentido concretar el swap (intercambio de monedas) con China fue clave porque demostró que la Argentina tiene acceso al financiamiento. Además se agregó el acuerdo que el Ministerio de Economía discutió con los exportadores para acelerar la liquidación de los granos de soja. Por otro lado logramos, aumentar las tasas de interés que cobran los ahorristas y que el ahorro en pesos estuviera mejor remunerado poniéndole un piso a las tasas de interés.
"Prevemos un mayor crecimiento de la economía con un rango de entre el 2 y el 3% para 2015. Y vemos una clara desaceleración de precios con respecto al 2014, que estuvieron muy teñidos por el impacto de la devaluación de enero". –¿Qué resultados se obtuvieron a partir de las presiones que el gobierno hizo sobre las operaciones en las cuevas contra el dólar ilegal y las transacciones irregulares del contado con liquidación?
–La estrategia de control provocó una fuerte caída del contado con liqui y contribuyó a reducir las expectativas de devaluación. Como vimos que el sistema bancario tenía rentabilidad, en parte por la devaluación y en parte por otras medidas, permitimos que el ahorrista en pesos estuviera un poco mejor remunerado. Estas medidas, gradualmente, a partir de noviembre revirtieron las expectativas de devaluación.
–¿Que implicó este cambio en las expectativas?
–Ahora hay consenso de que en el año 2015 no va a haber ninguna crisis. Creo que el balance del último trimestre fue muy positivo. Logramos recuperar una posición compradora de reservas en el mercado cambiario y hubo un aumento muy importante de más de $ 5000 millones de los depósitos minoristas. Les ganamos la pulseada a los especuladores, es decir en octubre, noviembre y diciembre, el Banco Central ganó por posiciones a futuro. En el frente de la economía real también se obtuvieron algunos resultados; se impulsó la recuperación del crédito, junto al programa Ahora 12, con cifras récord en diciembre. Esto es muy importante porque empezó a recuperarse el consumo. En el último trimestre se observó una reducción de la tasa de inflación. Tanto el IPC como las fuentes privadas confirmaron que existe una desaceleración de la inflación y, por otro lado, una mejora en el nivel de actividad, incluso una recuperación. Estos datos adelantan que en 2015 va a haber crecimiento de la economía. Es decir que a pesar de que existe una enorme volatilidad en el mundo financiero y cambiario con presión sobre las monedas emergentes, particularmente de países que dependían del crédito externo en el mercado, logramos revertir las expectativas al cumplir los distintos objetivos tanto en materia cambiaria, como crediticia y cambiaria y poder en el fondo cumplir la nueva carta orgánica.
–¿Qué cambios observa a partir de la nueva Carta Orgánica?
–Implica, enhorabuena, objetivos muy difíciles: conciliar estabilidad, con crecimiento e inclusión. Hasta el 2012 resultaba muy fácil preocuparse sólo por cumplir con la pauta inflacionaria. Subías la tasa de interés por las nubes y no te importaba que hubiera desempleo y que la actividad económica sufra. Pero igual el que estaba sentado en el sillón del Banco Central era para el stablishment el salvador de la patria. En cambio, los objetivos múltiples implican un gran esfuerzo de coordinación entre los organismos y trabajar con pocos instrumentos en el marco de una situación global compleja. Sin embargo, lentamente hemos ido recuperando herramientas. Hace poco hicimos una modesta rebaja de las tasas de interés, pero eso es posible gracias a que recuperamos este clima de confianza y la posibilidad de administrar la política cambiaria y monetaria para velar por la estabilidad e impulsar el crecimiento.
–¿Qué expectativas hay en materia inflacionaria y de crecimiento para el 2015?
–Prevemos un mayor crecimiento de la economía con un rango de entre el 2 y el 3% para 2015. Y vemos una clara desaceleración de precios con respecto al 2014, que estuvieron muy teñidos por el impacto de la devaluación de enero.
–Con respecto a la devaluación de enero...
–El balance de la devaluación no fue bueno porque derivó en un aumento de precios e implicó una desaceleración económica. Lo importante es tener una visión de desarrollo y competitividad de carácter integral que, por supuesto, cuenta con mantener el tipo de cambios competitivo pero donde deje de ser, como ha ocurrido mucho tiempo en Argentina, el único factor que determine cambios en los precios relativos. Por eso trabajamos sobre otros instrumentos, en el caso particular del Central, el financiamiento para el sector productivo. En diciembre aumentamos significativamente el monto que los bancos tienen que prestar de sus depósitos exclusivamente a las pymes.
–Sin embargo, hay economistas, incluso de formación heterodoxa, que plantean que el tipo de cambio se tiene que depreciar un poco.
–Si no viviéramos en la Argentina creo que uno podría pensar en manejar de manera más agresiva la política cambiaria porque en muchos países estas modificaciones no tienen el mismo impacto sobre las expectativas y los precios. Pero en el país hay una hipersensiblidad, que viene del rodrigazo –fomentada por la tablita y el plan de Convertibilidad–, que dificultan administrar el tipo de cambiosin que incida sobre los precios y las expectativas. Además, no es lo mismo administrar la política cambiaria en una situación de tranquilidad que hacerlo cuando tenés un ataque de los fondos buitres y una situación judicial en los Estados Unidos, que genera una sensibilidad mayor. Vamos a ir administrando la política cambiaria con el objetivo de mantener la competitividad pero tomando en cuenta los distintos efectos que puede tener la administración de la política cambiaria sobre el resto de la economía.
–¿Y en el caso de las tasas?
–Con respecto a las tasas de interés, nos gustaría poder reducirla muy rápido, pero tenemos la experiencia que una baja muy rápida en un escenario de desconfianza obliga al Banco Central, como ocurrió el año pasado, a revertir la decisión. Queremos hacer es bajas de tasas estables, las expectativas de devaluación se han reducido mucho, eso podemos verlo en el mercado de futuro. Tenemos que seguir recuperando la demanda de pesos y manteniendo el objetivo que la rentabilidad nacional supere a la moneda extranjera. Cosa que estamos logrando. El contado con liquidación y el dólar ilegal prácticamente no se han modificado dentro del margen de los $ 12 - $ 13. Por otro lado, quien invirtió en acciones o depósitos está ganando más. La batalla de las expectativas las estamos ganando pero hay que sostenerlo en el tiempo y mostrarle a la gente que existen opciones de inversión más rentables. La gente fue muy sensible a este aumento de los tres puntos en depósitos a plazo. Antes los bancos pedían una suba de tasa pero le bajaron la tasa al ahorrista. Tuvo que existir una medida regulatoria para que hubiera una transferencia de los bancos, que tuvieron una rentabilidad importante, al público.
–El 2014 es un año complicado.Según el Banco Central hay vencimientos por U$S 12.323 millones, Argentina va a tener que pagar en un contexto de caída de las exportaciones.
–Hay algunos factores que te juegan a favor. En lo relativo a las importaciones el peso de la importación de energía está cayendo de forma importante y está habiendo una mejora en los términos de intercambio. Prevemos una ligera mejora en los precios de los productos que la Argentina exporta respecto de los precios de aquellos productos que importa. Estamos viendo que los comoditties de origen alimentario van a subir ligeramente.
–Pero los vencimientos de deuda son inflexibles a la baja…
–Creo que hubo un hecho muy importante, las expectativas de que la Argentina podía tener una dificultad de pago en 2015 se frenaron con la oferta de pago anticipado del Boden 2015, donde sólo una pequeña parte pidió el pago anticipado porque quienes decidieron retener el bono proyectan que la Argentina va a tener los recursos para hacer frente a los vencimientos de deuda del 2015.
–¿Cuáles son esas fuentes de financiamiento?
–En ese sentido estamos proyectando que va a haber una reducción del desendeudamiento de los organismos multilaterales de crédito y contamos con más de U$S 8000 millones para desembolsar del swap de China.
–¿De los organismos multilaterales de crédito cuanta plata va a llegar en el 2015?
–Estamos junto a Economía y la jefatura de Gabinete en proceso de definir los montos de esos créditos tanto del BID como del Banco Mundial, pero con compromisos que esos organismos han asumido se prevé que, por primera vez en muchos años, el desembolso neto de estos organismos sea superior a los pagos que tiene que hacer la Argentina. Por otro lado tenemos las obras de financiamiento con China. De acá a fin de año va a ingresar dinero para la red ferroviaria y la realización de las represas.
–¿Prevén salir a pedir dinero al mercado de capitales?
–Más allá que se mantenga la complejidad del comercio internacional no vemos problemas. Por otro lado el gobierno nacional pudo hacer distintas emisiones, particularmente dos vinculadas a pesos ajustables por el tipo de cambio, donde manifestaron que la Argentina puede, si tiene la voluntad, salir al mercado de capitales, no para generar un proceso de endeudamiento sino para reducir la cancelación neta que hace del pago de vencimiento de la deuda. Lo cierto, es que más allá de que estas emisiones en términos netos, el país siguió cancelando deuda. No hubo una reversión de la política sino que se redujo el ritmo de desendeudamiento que era algo lógico en virtud de que la Argentina con uso de reservas pagó una parte importante de los vencimientos y también que, dada la recesión global, se requería no afectar tantos recursos a una cancelación de vencimientos cuando la relación entre la deuda y el PBI cayó a niveles absolutamente mínimos, del 9 por ciento.
–Y entonces...
–Con la prudencia del caso, la Argentina es un país que viene de un proceso histórico de endeudamiento, y uno tiene una cierta prevención y deberían tener todos aquellos que aspiran a tener una responsabilidad política en la Argentina de que se debe tener mucho cuidado de volver a suponer que el endeudamiento es una forma de solución porque es muy tentador para algunos salir a los mercados.
–¿La Argentina tiene como opción salir a tomar deuda a los mercados internacionales?
–Creo que en otro contexto, la Argentina tiene posibilidades de acceder al mercado, en tanto coloca montos chicos y que hay apetito por activos argentino. El país tiene innumerables propuestas de financiamiento que no ha tomado, pero precisamente al haber una expectativa de que la Argentina puede bajar sensiblemente la tasa de riesgo, la posibilidad de acceso al mercado de capitales está vigente, más aun cuando se percibe que la economía se recuperó de una situación compleja. Además, el fenómeno que introdujo Griesa no generó una situación de crisis como muchos querían. Incluso la visión de que la situación va a mejorar es unánimemente compartida por muchos economistas. Lo único concreto y demostrable es que la Argentina es un país poco endeudado, que a pesar de todas las dificultades de comercio sigue teniendo superávit y que ha superado una situación de stress. Hace pocos meses se hablaba de default, que no se iba a pagar la deuda, y nada de eso ocurrió.
–¿La Argentina está analizando la posibilidad de una extensión del swap de China?
–Por el momento, no estamos discutiendo una ampliación del swap de China pero dado el volumen que tiene la asociación estratégica con China no me parece descabellado que China y Argentina amplíen este acuerdo. El monto de las inversiones y el crecimiento de la relación bilateral van a necesitar en el futuro una continuidad de este acuerdo dado que la República Popular China tiene una visión estratégica –y tiene los recursos– para poder generar los mecanismos que permitan ampliar el comercio y las inversiones en América latina y en Africa. Y de necesitarlo, lo haremos.
–¿Y en el caso del swap que se discutía con Rusia?
–Planteamos al Banco Central de Rusia la posibilidad de un intercambio de monedas y ellos lo están estudiando, de hecho existe una comisión técnica de los dos países trabajando. Pero están esperando que la situación que derivó a partir de la caída del petróleo y la situación de corte geopolítico decante, para tomar una decisión.
–Piensan avanzar en la ley de entidades financieras o van a congelar el debate
–La ley de entidades financieras es un debate que la sociedad se debe dar. Nosotros tenemos una ley de entidades financieras que, en parte, tienen la impronta del proyecto de 1977 con (José Alfredo) Martínez de Hoz, aunque en los hechos muchos aspectos centrales fueron modificados por la nueva carta orgánica. En este sentido obviamente estamos sujetos a que haya una decisión política del Poder Ejecutivo, en cuanto a plantear la reforma legislativa.
–El mercado inmobiliario se ha derrumbado en los últimos meses. ¿El Central está trabajando en algún proyecto para dinamizarlo?
–Cuando estaba a cargo de la Comisión de Valores trabajamos en distintos mecanismos para invertir en activos ligados a la actividad inmobiliaria con el objetivo de complementar el dinamismo de Pro.Cre.Ar y de crear mecanismos de inversión. Entiendo que la CNV sigue trabajando con esta idea y desde el Central estamos viendo como impulsar el crédito hipotecario. Pero es un tema complejo y queremos anunciarlo cuando esté lo suficientemente detallado.
–Las expectativas que estaban puestas en torno del vencimiento de la RUFO con la negociación para llegar a un acuerdo con eran muy altas. ¿Qué ocurrió?
–Si alguien creía que el 1 o 2 de enero se iba a plantear algo distinto se equivocaba. Porque algo básico es que toda negociación, estás son complejas, tiene que privilegiar el interés nacional. Y cuando uno va negocia apurado o demuestra que tiene mucho interés en negociar, los acuerdos no terminan siendo convenientes. Por eso creo que si la hay o en el futuro, la negociación debe tener como principio esta cuestión que es básica, que preserve el interés nacional. Y si los términos son convenientes para nuestro país y esto implica una profunda quita sobre lo que pretenden los buitres será posible y sino no será posible porque creo que la Argentina demostró que puede convivir con una situación evitando un acuerdo que sea inconveniente para el país. Si en el futuro los buitres acceden a términos razonables puede haber algún tipo de negociación y sino no habrá acuerdo. Es importante que en esto haya una política de Estado porque si los candidatos presidenciales señalan que va a haber un rápido acuerdo que se va a pagar el 100%, se fortalece la posición de los buitres. Creo que esto es básico, si los buitres acceden a algo razonable es posible que haya un acuerdo.
Popularización del sistema bancario
–¿En qué trabaja el Central para lograr que más gente acceda a los bancos?
–Queremos ampliar la cantidad y calidad de inserción de la gente. Atacar los abusos. Evitar que enganchen a mucha gente con esquemas piramidales. Les prometen que van a ganar el 50% con entidades no autorizadas. Además, hay cooperativas sanas y de las otras. Queremos que toda la gente tenga acceso a los servicios financieros. Hay muchas localidades que no tienen bancos y aspiramos a que el correo, a través de las estafetas postales, brinde algunos servicios bancarios, como tomar depósitos o solicitar un crédito. Queremos que los bancos mejoren la atención a los discapacitados visuales y aduditivos a través de la incorporación de cajeros automáticos. Vamos a generar los incentivos para que las transacciones se hagan electrónicas; la banca a través de Internet y por el celular. Y decidimos que los bancos necesiten la conformidad del Central antes de aumentar los cargos fijos. Estamos apuntando muy fuerte a la defensa del consumidor, evitando los abusos y disminuyendo las asimetrías que existen entre el poder de los bancos y el de los consumidores.
Fuente: Infonews
Miércoles, 21 de enero de 2015
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