Chaves Hugo Chávez, descrito por su ex esposa Marisabel Rodríguez, segunda mujer del fallecido mandatario, habló por primera vez del funeral del bolivariano y lo recordó como un líder. “A pesar de mis defectos, ese gran varón supo perdonar mis ofensas, como yo hice con las suyas, ¡viaja en paz dejándonos una gran misión!”, escribió la segunda esposa de Hugo Chávez en Twitter, la única de sus mujeres que ocupó el lugar de primera dama y madre de la hija menor del difunto mandatario, Rosinés.
Marisabel, de 48 años, es categórica en sus declaraciones para la revista argentina Gente: “Hugo era un hombre con muchas virtudes y unos pocos defectos”. “Pero no podría hablar de unos sin mencionar los otros”, agrega para justificar su decisión de no ofrecer una entrevista formal. Agrega, además, otro justificativo: “falta poco para las elecciones”. Aunque ahora sus palabras para el presidente Chávez son de cariño y respeto, su relación con él fue turbulenta. Se casaron en 1997 y se separaron siete años después. Pasaron de los dichos sugerentes del mandatario –un día de San Valentín dijo en Aló presidente: “¡Marisabel, prepárate, que esta noche te doy lo tuyo!"- a las disputas judiciales por la tenencia de su hija, hoy de 15 años y admiradora de Cristina Kirchner y Dilma Rousseff. “Chávez quería mucho a Néstor y a Cristina también. Siempre decía que Néstor era un hombre fundamental para América Latina”, recuerda, y cuenta también cómo fue preparar a Rosinés para que enfrente el féretro con el cuerpo de su padre. Marisabel, que participó en la Asamblea Constituyente que reformó la Constitución venezolana en 1999, se sumó en 2007 a la lista de los disidentes chavistas y se convirtió en una de sus críticas más acérrimas. Desde su nueva posición, hizo campaña por el No en el referéndum constitucional e, incluso, fue candidata a la alcaldía de Iribarren.
“Le dije que cuando viera al padre en la urna no se impresione, que se mantenga entera, pero no altiva. Que sería como si mirara un espejo, que ése que estaba ahí no era su padre, que su alma está en todos nosotros”, reveló. “Ella me escuchó en todo, me hizo sentir orgullosa”. La ex esposa de Chávez también tuvo cáncer –de cuello de útero- y hoy día recibe mensajes de personas que esperan que el difunto mandatario “la venga a buscar”. “Dios no habrá querido que mi hija dé tanta ventaja de perder a sus dos padres”, dice. Marisabel, periodista de profesión y originaria de Barquisimeto –donde reside actualmente en una finca con dos retenes militares- confiesa: “Algún día haré un libro de Chávez, pero lo escribiré yo”. “El amor por él es inconmensurable. No se puede contar con números siquiera…”
Infobae
Miércoles, 13 de marzo de 2013
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