Economia Sigue la especulación en soja: el ritmo de ventas es el más bajo de la década  La Mesa de Enlace convocó a un lockout esta semana, pero la comercialización ya viene virtualmente congelada hace varios meses. Durante el primer bimestre se comercializaron casi seis millones de toneladas, alrededor del 10,4% de la producción total El reciente lockout anunciado por una parte de la denominada Mesa de Enlace encierra una situación cuando menos paradójica: el llamado a dejar de comercializar granos y carne tiene lugar justamente en un momento en que los productores ya venían aplicando una suerte de paro comercial ‘de facto’, a tal punto que el ritmo de ventas de soja durante los primeros dos meses del corriente año no llega ni a la mitad de lo que fue el promedio de los últimos diez años.
Según consignó Tiempo Argentino, de acuerdo a un relevamiento de la consultora Agritrend en base a información oficial, en el primer bimestre de 2015 se comercializaron 5938 millones de toneladas de soja, lo que representa el 10,44% de la actual campaña 2014/15, estimada en algo más de 57 millones de toneladas. El volumen de soja de que los productores se desprendieron en lo que va de 2015 es aún más bajo que el registrado para la misma época de la campaña anterior (6,2 millones de toneladas) y que la campaña de 2012/13, cuando a esta altura ya habían ingresado al circuito comercial 8,6 millones de toneladas.
"Lo insólito es que hoy los precios ya están siendo presionados por la nueva cosecha".
Más aún, si se extiende el plazo de comparación a las últimas diez campañas agrícolas el promedio de soja comercializado para esta época del año se ubica en torno del 23% de la cosecha, un porcentaje que duplica con holgura lo que se lleva vendido en el actual ciclo 2014/15, que, como se dijo, apenas alcanza el 10,4%, si bien se incluyen años de precios elevados para la soja, con lo cual el incentivo a vender era por demás importante.
Lo cierto es que con la siembra finalizada y el comienzo de los trabajos de recolección de la actual campaña, que el gobierno estima llegará al récord histórico de 58 millones de toneladas, todavía quedan sin vender unas 10 millones de toneladas de soja de la cosecha anterior. En síntesis, el comienzo de año muestra un escenario parecido al del segundo semestre de 2014, con los productores prácticamente sentados sobre la soja 'vieja', sumamente reticentes a desprenderse de la mercadería.
Por lo general, el retraso en la comercialización obedece a expectativas sobre una devaluación de la moneda o una mejora en el precio internacional de la soja, escenario bastante alejado de la realidad según analistas consultados por Tiempo. "Es difícil entender la psicología del productor, por lo menos no es lógico lo que está pasando", explicó Gustavo, especialista titular de la consultora Agritrend. "El retraso relativo que hay en la venta lo atribuyo a que los productores lo utilizan como un resguardo de valor, es decir, prefieren quedarse en producto aún cuando es difícil que haya una mejora importante en los precios", asegura.
Con un volumen considerable de producción a nivel mundial (Estados Unidos y Brasil, fundamentalmente), la cotización de la soja en el mercado de referencia de Chicago viene mostrando una tendencia a la baja, más allá de repuntes coyunturales, como por ejemplo como consecuencia de la reciente huelga de camioneros en algunos estados brasileños. El viernes los contratos más negociados para la oleaginosa se ubicaron en U$S 359, casi un 33% menos que hace exactamente un año (el cierre al 7 de marzo de 2014 lo ubicaba en U$S 535,5), lo que obviamente se traduce en un menor ingreso de dólares al país.
"Lo insólito es que hoy los precios ya están siendo presionados por la nueva cosecha", agrega López a la hora de graficar las expectativas en el precio interno que reciben los productores. Al cierre de la última semana, el precio para la soja disponible, con entrega inmediata, se ubicó en torno de los U$S 270 por tonelada, mientras que las posiciones abril y mayo se ubicaron en torno de los U$S 230 por tonelada. "Hay dos mercados: el precio de la soja vieja, más presionado porque no hay, y el mercado de la soja nueva, donde se vienen los cincuenta y pico de millones de toneladas. El diferencial de precio entre uno y otro son U$S 40, lo cual implica que seguir esperando para vender equivale a deteriorar el precio. Se repite la situación del año pasado", agregó López quien durante un reciente paso por Expoagro, dejó un consejo a los productores: "Si tienen soja vieja yo la vendería, es imposible que tengan mejor precio salvo que haya un desastre natural".
Para Pablo Adreani, de la consultora Agripac, "el precio de la soja viene bajando hace meses y ningún productor estuvo dispuesto a vender a un precio muy por debajo de la cosecha anterior, aun cuando el mercado le decía que iba a seguir descendiendo. En este momento especula porque piensa que va a subir o se va a devaluar. El productor se resiste vender a U$S 230 cuando el año pasado llegó a U$S 300". Según Adreani, el contexto llevará a un mayor nivel de ventas durante el segundo trimestre del año. "Historicamente, en ese período, el productor vende entre 16 y 20 millones de toneladas. En este caso va a vender el máximo porque tiene que hacer frente a los vencimientos de préstamos, pagos de tarjeta de crédito, insumos, alquileres, fletes y cosechadoras. Es decir, la tiene que vender por necesidad y compromisos de la cosecha", indicó.
En la misma línea, Javier Buján, titular de Kimei Cereales, dijo que "la soja cayó por debajo de los niveles esperados, lo que retuvo totalmente la oferta esperando una posible suba. No soy optimista con el panorama que se ve hoy en el mercado. Hoy la foto hace prever un mercado pesado, con gran caudal de deuda, donde el productor va a tener que vender mucha más mercadería para hacer frente a lo que tiene que pagar en abril y mayo", concluyó.
Chacareros
Sin granos. “Los chacareros ya no tenemos granos para comercializar”, dijo el titular de la FAA, rechazando el lockout impulsado por CRA, la Sociedad Rural y Coninagro.
Fuente: Infonews
Martes, 10 de marzo de 2015
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