Lunes 25 de Noviembre de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Finanzas
Prestamistas y cueveros se "reinventan"
Los tiempos cambian y ahora el negocio del billete paralelo ya no es el que era antes. El dólar ahorro le restó protagonismo y muchos apuntan a ofrecer cash, en un contexto en el que la cadena de pagos luce resentida. ¿Cuánto cobran por $30.000 a 30 días?


ada se pierde, todo se transforma", afirma un principio que rige para la física pero que ahora también puede aplicarse para las cuevas de la city porteña.

Es que, a raíz de meses de calma cambiaria, se les "enfrió" el negocio del blue, de modo tal que muchas lo han relegado a un segundo plano y han puesto mayor énfasis en los descuentos de cheques.

Además, influye el creciente protagonismo del dólar ahorro, que hace que muchos particulares opten por recurrir a las ventanillas oficiales para adquirir divisas a un precio más barato que el del paralelo. Una diferencia que muchos ven como una suerte de "subsidio" que les regala el Gobierno, que no quieren dejar de aprovechar.

Por otro lado, esta mayor oferta de billetes verdes es la que ha reducido la ganancia que antes obtenían las cuevas. En tanto, varios operadores señalan que los mayoristas fueron corridos por los minoristas, afectando los márgenes del negocio.

En este contexto, los préstamos con cheques adquieren un mayor protagonismo.

Se trata de un segmento que viene creciendo a pasos acelerados ya que su volumen depende del "estado de salud" de la cadena de pagos, justamente ahora afectada por cobranzas demoradas, suba de costos laborales y una elevadísima presión impositiva.

Para peor, el crédito bancario que se canaliza a través de la compra de cheques está prácticamente paralizada: en lo que va del año apenas ha subido un 3%, frente a una inflación que casi triplica dicho porcentaje.

Al cerrarse parcialmente esta puerta para hacerse de fondos y así apagar el rojo de las cuentas bancarias, se les allana el camino a aquellos que se encargan de descontar valores y documentos y proporcionar ese "cash" tan requerido por las pequeñas y medianas empresas.

¿Es ilícita esta actividad? El descuento es legal si se trata de cheques de pago diferido que son descontados en bancos o sociedades autorizadas.

Entonces, ¿por qué se recurre a los prestamistas? En la mayoría de los casos porque los interesados en "canjear" valores llegaron al límite de financiamiento autorizado por la entidad bancaria, lo que los obliga a explorar otras alternativas para financiarse.

"El volumen de negocios creció considerablemente y estamos haciendo buenas diferencias", reconoce una de las fuentes consultadas.

Señala que muchos de los que se acercan les dicen que deben hacerlo porque se encuentran frente a clientes que antes les pagaban en tiempo y forma y ahora les ofrecen cheques a 90, 120 y 150 días.

"Quienes recurren a nosotros, lo hacen porque encuentran pocas alternativas para financiarse ante la exigencia de los bancos de achicar los descubiertos", sostiene.

Números del mercado
Una persona que requiera hacerse de cash y desee informarse sobre los costos asociados a la venta de un cheque, debe conocer que la mecánica que utilizan los prestamistas es por demás cautelosa.

Uno de los primeros pasos es la búsqueda de información, tanto del individuo -si es que no es conocido- como también de los valores que desea descontar.

"Todo se evalúa según el nivel de ingresos", afirma la fuente consultada. Como en todo mercado, existen diferentes nichos que son atendidos por distintos perfiles de financieras.

Por un lado, están las que se dedican principalmente a adelantarles fondos a sus clientes contra cheques propios o de terceros, luego de que éstos hayan agotado la línea de crédito para descuento de valores ofrecida por el banco y en un contexto de falta de liquidez.

Es habitual que quienes se vean necesitados de recurrir a un prestamista se sorprendan por el alto costo del "peaje" que deben convalidar para hacerse de efectivo.

Disponer de ese "cash" para cubrir el banco o para pagar un compromiso, que ya no se puede dilatar, implica resignar entre un 8% y un 20% del valor del cheque.

Todo depende de quién es el librador. Este punto es clave, ya que existen enormes diferencias de precios según se trate de un particular, una Pyme o una compañía de renombre.

A mayor riesgo asociado, lógicamente mayor es el la tasa cobrada, a la que suele sumársele un "fee" inicial por la gestión, que va del 3% al 5%.

Para cheques a 30 días, se parte de cargos que van del 8% y llegan al 15% mensual.

Hablando en plata, por cada $10.000 que se descuentan pueden dejarse en el camino hasta $1.500.

"Las tasas varían dependiendo del emisor y de los plazos", informa unos de los prestamistas consultados que cambia cheques en el microcentro porteño.

Y completa: "A modo de referencia, nosotros cobramos entre el 7% y el 12% mensual más un 3% fijo de gestión".

La fuente aporta otro ejemplo: si se necesitan cambiar $30.000 a 30 días, se recibirá en mano una cifra que -con la tasa más cara- será de $25.750 (quita de $4.500) y, en el mejor de los casos, de $27.600.

El plazo mencionado (30 días) es el tiempo habitual que se está negociando en la actualidad, aunque también se están registrando ahora más operaciones a 60 y 90.

¿En cuánto difieren estas tasas de las que cobran los bancos? Una empresa mediana o pequeña con un buen balance debe afrontar un costo financiero total (incluyendo comisiones y gastos por la operación) que puede oscilar entre el 3% y el 6% mensual.

El problema radica en que las entidades bancarias suelen asignar un cupo de descuento permitido que muchas veces es inferior a las necesidades de la firma.

"La razón del porqué es tan costosa y más compleja esta operatoria es que, a raíz del freno en la actividad, trepó considerablemente el número de cheques que vienen de vuelta y esto complica la cobranza", afirman desde una casa del microcentro porteño.

El descuento de valores no es la única variante de operaciones, también está la compra (de cheques) y los préstamos con cheques personales.

Compra de cheques
Estas transacciones se manejan con quienes tienen en su poder valores de terceros al día y buscan hacerse del efectivo en forma inmediata.

Se utiliza para "aminorar" el clearing bancario o, directamente, para evitarlo.

La operación es costosa desde el inicio. En el mercado se debe pagar alrededor del 3% para aquellos cheques al portador y un 4% para los "no a la orden". Además, los confeccionados fuera de la Capital Federal suman, por sólo ese factor, medio punto adicional de recargo.

De esta manera, por uno de $30.000 emitido en la Ciudad de Buenos Aires que no posee destinatario, se lo pagará a $29.100. En el otro extremo, uno del Gran Buenos Aires a nombre de una persona, se lo terminará reconociendo por unos $28.650.

A estos condicionantes se le agrega otro: por lo general, al cliente se le paga una vez que los fondos son acreditados en el banco.

Este "seguro" se debe a los riesgos de incumplimiento, en un contexto en el que la cantidad de cheques rechazados se ha incrementado sustancialmente.

Entre los servicios "premium" que se ofrecen, se destaca uno que está destinado exclusivamente a aquellos clientes de confianza: adelantarle todo el dinero requerido al instante en que entrega el documento de cobro, sin esperar su acreditación bancaria.

Este beneficio tiene su precio, que no baja de un 5% mensual y se calcula en forma proporcional al número de días que transcurren desde que se adelantan los fondos hasta la fecha en la que se acredita el valor. Además, se le debe restar el costo fijo de la operación.

Para un cheque que "entra" normalmente en el plazo de tres días hábiles, la tasa asciende al 3,5% (incluido el medio punto de comisión). Pero si esa transacción se realiza, por ejemplo, un jueves -es decir, antes del fin de semana-, el porcentual ascenderá al 3,8 por ciento.

El descuento a la cifra que se cobrará en mano por la venta del papel será mayor si se está en vísperas de un feriado puente, ya que se adelantan pesos por un total de seis jornadas. Es decir, su costo ascendería al 4,2%.

Haciendo cuentas, quien necesite un jueves una suma de dinero contra un cheque de $30.000, se hará de unos $28.600.

Préstamos con cheques personales
Se trata de una de las opciones más difundidas en el mercado local.

Es la que les permite a aquellos que disponen de una cuenta corriente y necesitan pesos de forma inmediata, hacerse de fondos al instante para luego devolverlos en "cómodas cuotas mensuales".

En la mayoría de los casos, el plazo mínimo de devolución es de cuatro mensualidades y un tope máximo de doce. Claro está que lo de "cómodas cuotas" es apenas una parte de la historia.

Es que bajo este slogan se esconden tasas que, en el mejor de los casos, parten del 100% y pueden llegar al 300% anual (llevado al lapso de 30 días, van del 8% al 24%).

En general, los préstamos más solicitados son por montos que van desde los $5.000 a los $30.000.

Así, en el mejor de los casos, quien tome esos $30.000 con el compromiso de devolverlos en diez meses, deberá emitir igual número de cheques por un total de $4.800, por lo que estará devolviendo $48.000.



Tratar de cuantificar el volumen del mercado de prestamistas y cueveros no es tarea sencilla, si bien en el sector bancario afirman que al menos un 30% opera en la informalidad.

Como referencia, una financiera informal mediana puede mover unos $400.000 diarios, en tanto que en una pequeña esa cifra desciende a unos $100.000.


Sábado, 13 de junio de 2015
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