Economía Estado y transnacionales: una relación conflictiva El desafío es lograr inversión extranjera directa que complemente al Estado Nacional en lugar de remplazarlo o dedicarse a hacer negocios con su desguace. Las dificultades económicas que amenazan el futuro cercano de la Argentina nacen de una combinación de políticas redistributivas dirigidas a promover el consumo de los sectores populares con ausencia de políticas que atraigan la inversión de empresas transnacionales.
El párrafo precedente resume el núcleo argumentativo de las usinas neoliberales. La falla de la política económica actual, sostienen, es incentivar el consumo y dejar sin estímulos a la Inversión Extranjera Directa (IED). A partir de esa afirmación, resaltan lo negativo que es para la IED la regulación al mercado de cambios (al que llaman cepo), las restricciones a la remisión de utilidades al exterior, la regulación pública de los precios de ciertos bienes básicos y las retenciones a las exportaciones agrícolas, publicó Tiempo Argentino.
Para mostrar el daño de estas políticas "intervencionistas", los pone bombas en el mercado cambiario y en la evolución de los precios exhiben el dato de que la IED que llegó a la Argentina, entre 2011 y 2013, representó sólo el 8% de la IED de América Latina, según datos de CEPAL, un porcentaje similar al de Colombia y Perú, y muy por debajo de Brasil, que se llevó casi al 50%. El mensaje que dan es claro: los intentos de poner freno a los abusos de los monopolios globales es perjudicial para la inversión.
Sin embargo, si vemos la correlación entre IED y crecimiento del PBI, empleo e ingresos de los sectores populares, los resultados son inversos. Según CEPAL mientras que entre 1990 y 2000 la IED en la Argentina representaba el record histórico de 18% del total de la región, el desempleo creció del 7,5% al 15,1% y la desigualdad de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre aumentó un 62%, según datos del INDEC. En ese período, la inversión interna bruta fija (IBIF) representó sólo el 19% del PBI.
Mientras que, durante el período 2003-2013, cuando la inversión transnacional en Argentina representó sólo el 8% del total de América Latina, el desempleo cayó del 16% al 6,8% y la desigualdad de ingresos se redujo un 54% según INDEC, con una IBIF que representó en promedio el 21% del PBI.
¿A qué se debe entonces este comportamiento de los indicadores económicos? En buena medida a que la Inversión Pública, medida por CEPAL como la adquisición de activos de capital fijo más las transferencia de capital y otros gastos de capital, creció del 1% del PBI entre 1990-2000, a un promedio de 2% del PBI entre 2003 y 2013.
En otras palabras, cuando sólo nos limitamos a ser atractivos para el capital transnacional mediante la entrega de las empresas públicas, el endeudamiento a tasas usurarias y la libre movilidad de capitales, otorgando al capital concentrado todas las prebendas, la IED fue record histórico pero los indicadores sociales empeoraron abruptamente. A la inversa, cuando el Estado recuperó su poder coordinador de la inversión en un proceso de desarrollo, guiado desde una esfera política independiente de los monopolios, los indicadores económicos mejoraron y la inversión privada interna acompañó al proceso.
Esa contradicción muestra que sólo las empresas transnacionales o el Estado tienen la escala suficiente para liderar un proceso de inversión global. Si la elección es por la IED, se deben aceptar previamente las reglas de los monopolios globales a través de las cuales asignan roles a los países, uno de ellos el de funcionar como plataformas exportadoras. Si la opción es por darle centralidad al Estado afianzando el ejercicio de la soberanía nacional, la acumulación de capital se vincula con las necesidades internas de infraestructura, energía y producción.
Los resultados de ambos modelos muestran la importancia de generar anticuerpos contra la propaganda que sacraliza la IED y demoniza la Inversión Pública. El desafío es lograr IED que complemente al Estado nacional en lugar reemplazarlo o dedicarse a hacer negocios con su desguace.
Fuente: INFOnews
Miércoles, 24 de junio de 2015
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