Negocios Diversifica y sabe cómo hacerse amigo del Gobierno: este empresario sí puede hablar de "década ganada"  Empezó limpiando pisos en una fábrica. Su fortuna actual rondara los u$s2.000 millones. Combina su olfato para detectar oportunidades de negocios con una gran habilidad para entablar buenas relaciones con el Ejecutivo de turno. Arrancó con el pie izquierdo, terminó cosechando los aplausos K
Los presidentes pasan, los empresarios quedan.
Y si tienen buena cintura para saber acomodarse a los cambios políticos, pueden quedar incluso mejor parados. Más aun, si saben interpretar para dónde va el contexto local e internacional y si se anticipan a los escenarios que se irán dando en el mundo de los negocios.
Eduardo Eurnekian cumple a la perfección con las premisas del empresario exitoso, visionario, que sabe cómo manejar una corporación y, al mismo tiempo, cómo desenvolverse ante los diferentes estilos y personalidades de los distintos gobernantes.
Hijo de inmigrantes armenios, primero incursionó en la industria textil y luego en el negocio de la tv por cable. Su primer trabajo fue en un taller, limpiando pisos en la fábrica de su padre. Afirma que todo deja una enseñanza.
En este caso aprendió algo curioso de él: solía organizar pequeñas celebraciones cuando no le iba tan bien, como una forma de no "bajonearse" y de decirse a sí mismo "que había que redoblar el esfuerzo".
Reconoce que desde un primer momento le interesaron tres cosas del ámbito empresarial: la productividad, la eficiencia y la comunicación.
En 1982 ingresó en el negocio del cable. Lo adquirió a costo cero, a cambio de hacerse cargo de las deudas contraídas con el personal. En la década del ´90 se desprendió de sus activos en medios de comunicación y sumó unos u$s750 millones con la venta de Cablevisión.
"El primer millón siempre se logra debiéndolo. Es decir, mereciendo ese crédito. Si alguien te lo da es porque tiene confianza en vos y eso es un muy buen síntoma"
"El mundo globalizado de los negocios actuales hace que, de modo indefectible, tarde o temprano, alguien tenga interés en tu país, en tu producto. Eso quiere decir invadirte. Y así como alguien te invade, hay que salir a competir afuera", afirma.
Eurnekian aconseja: "En los negocios no hay equilibrio. Por ello hay que salir a competir al mundo. Si no lo hacés, si no salís al exterior, tarde o temprano tu producto va a temblequear dentro de tu propio país".
Así como se autoimpuso ese lema, también se lo observa como un entusiasta de la diversificación.
Es por eso que sus negocios no sólo se limitan a los aeropuertos. También ha puesto fichas en una variada cantidad de actividades, que van desde el agro, pasando por el rubro energético y tecnológico, por mencionar algunos.
Su olfato para detectar oportunidades también está acompañado por su buen manejo con los distintos gobiernos. Es uno de los pocos que ha mantenido una buena relación con "él" y con "ella", con Néstor y con Cristina.
Todas estas cosas hacen que él sí pueda hablar de una "década ganada", en la que logró ampliar de manera considerable su cartera de compañías y emprendimientos.
"Ha probado que es un hombre de negocios flexible", señala la revista Forbes, que lo ubica en el podio de las personas más ricas de Argentina junto con Paolo Rocca y los hermanos Bulgheroni.
A los 82 años, el referente de Corporación América controla más de 50 aeropuertos en América latina y Europa.
Al tiempo que juega fuerte en sectores como el de hidrocarburos y energía, producción agrícola-ganadera, tecnología, e incluso en obra pública.
Sólo en lo que va 2015 se convirtió en accionista de dos aeropuertos más, emplazados en Brasilia y en Natal, en el estado de Rio Grande Do Norte.
En paralelo, vio que era un buen momento para desembolsar casi u$s100 millones para adquirir los yacimientos de Petrobras en Santa Cruz.
En lo que hace a su manejo en el mundo de la política, ha logrado mantener una buena relación con Cristina Kirchner pero sin que esto le impidiera hacer lo propio con Mauricio Macri, al que le compró una mesa por $500.000 con motivo de una cena que el líder del PRO organizó para recaudar fondos para su campaña presidencial.
"¿Qué tiene de malo ir con un candidato o estar con la Presidenta? Es razonable. Hay cosas del Gobierno que no me gustan, pero de ahí a que estemos temerosos por posibles represalias...", declaró.
Ganador con Cristina
Eurnekian ha dado sus últimos movimientos empresariales en estos años, con Cristina Kirchner en el poder.
Sin embargo, no fue todo un lecho de rosas con el kirchnerismo.
Se vio obligado a tener que "moldear" una relación que arrancó con el pie izquierdo, a raíz de la controversia suscitada por el pago del canon por Aeropuertos.
En julio de 2003, estando en Milan, se enteró de que la Justicia argentina le había dictado prisión preventiva por presunta evasión fiscal cometida años atrás. Debió desembolsar una garantía para quedar en libertad para luego ser sobreseído.
Tras ese episodio, en lugar de generar mayores rispideces, optó por otro camino: anunció una inversión de $25 millones para el aeropuerto de Río Gallegos, lo que le valió los elogios del entonces Presidente Néstor Kirchner, con Cristina sentada a su lado.
Pero no fue la única prueba que debió atravesar con los K.
En 2006, en el marco de una inauguración de obras para un aeropuerto en Córdoba, escuchó decir de boca de Néstor: "Hay que pagarle lo que se le debe al Estado para que la fiesta sea completa. Es muy importante que inviertan, pero además que cumplan con todas las obligaciones".
Entendió que el mensaje estaba dirigido a él y, una vez más, debió transformar la llegada de una nueva crisis en una oportunidad.
Y así lo hizo. Al mes, estaba cerrando un acuerdo para que el Estado se quede con una participación accionaria en Aeropuertos Argentina 2000.
No obstante, con su conocida habilidad, logró modificar un punto clave del convenio: el canon que debía pagar dejaba de ser fijo para ser variable.
En ese entonces, año 2007, pasó de $170 millones (fijo) a ser un 15% de los ingresos de Aeropuertos. Sólo esta jugada le permitió ahorrarse unos $80 millones anuales en aquellos tiempos.
Luego vino la estatización de las AFJP y con ella "le sentaron" en las sillas del directorio de Aeropuertos a la militancia K.
Conocedor como nadie de cómo manejar estos temas, lejos de salir a quejarse en los medios de comunicación o de mostrar algún tipo de disconformidad, entendió que el mejor negocio era aceptarlos sin chistar.
Así, poco a poco, fue forjando una relación más sólida y cordial con el kirchnerismo.
Diversifica y triunfarás
Fiel a su instinto diversificador, ha ido poniendo fichas en distintas ramas de actividad.
Ya con Cristina en el poder, a través de su controlada Unitec Agro, confirmó su apuesta por el negocio agrícola. En particular, invirtió en grandes superficies para la obtención de algodón como así también en la producción de arroz. Evitó ser un sojero más.
Siempre en tiempos del "cristinismo", puso en marcha Unitec Bio, una división de biocombustibles que opera en el Puerto San Martín, en la provincia de Santa Fe.
La planta produce tiene capacidad para producir 240.000 toneladas anuales y la mitad está destinada a la exportación. Es una de las más fuertes del rubro, abasteciendo alrededor del 20% de la demanda doméstica del producto.
En 2008, el proyecto de Eurnekian se convirtió en la principal empresa individual en producción nacional de biodiésel. Otras inversiones similares fueron llevadas a cabo a partir de alianzas con diferentes firmas.
En 2012 llegaría otra instancia de diversificación: adquirió los derechos societarios de Mexplort, concesionaria de la minera Jagüelito, en San Juan.
De esta forma, pasó a contar con la tenencia accionaria para la explotación de una reserva de oro y plata de 11.000 hectáreas con un compromiso de desembolsos de u$s200 millones.
En junio de 2013 realizó otra jugada, esta vez en el rubro tecnológico, que le arrancó más de un elogio a Cristina: invirtió u$s1.200 millones en la puesta en marcha de una planta de chips a través de la compañía de nanotecnología Unitec Blue.
La empresa, radicada en la ciudad bonaerense de Chascomús, inició la producción de unos 1.100 microprocesadores al año.
Posee diferentes líneas que incluyen la trazabilidad de medicamentos, ganadería, tabaco y autopartes. Chips incluidos en pasaportes, DNI y licencia de conducir y dispositivos de memoria. Sistema Global de Comunicaciones Móviles y migración financiera de banda magnética.
También elabora sensores para la industria automotriz, genera energía fotovoltaica, luminaria LED, baterías, hologramas 3D y tratamiento de silicio.
Como si esto fuese poco, Eurnekian desembarcó a gran escala en el negocio de los hidrocarburos. Compró la Compañía General de Combustibles (CGC), una petrolera que fue del grupo Soldati y pasó a manos del fondo Southern Cross.
De la mano de CGC, sumó 16 áreas en Santa Cruz, Neuquén, Río Negro, Salta y Formosa, que le permitió hacerse del dominio de los activos de Petrobras.
También se convirtió en accionista de otra empresa clave: Transportadora de Gas del Norte (TGN), principal movilizadora de gas del país.
Todo esto lo llevó a ubicarse en el "top ten" de productores de petróleo en la Argentina.
La difícil tarea de llevarse bien
Eurnekian entiende mejor que nadie que cuando se llega a una instancia en la vida empresaria como a la que ha llegado él, no se pueden hacer negocios si no existe una relación cordial con el gobierno de turno.
Así, busca entrar rápidamente en sintonía y evita entrar en roces. De hecho, fue uno de los pocos que le dio la bienvenida al ingreso de la militancia K al directorio de su empresa.
"Que sean de La Cámpora no los desacredita. Yo tengo que respetar a la gente que se pone la camiseta del laburo", afirmó.
Su estilo de no confrontar no es nuevo. En tiempos del menemismo, el otrora dueño del multimedios América se mantuvo firme en su estrategia de evitar roces con el poder.
Su olfato para los negocios, su capacidad para gestionar empresas y tejer buenos lazos con el Ejecutivo le han permitido acumular un patrimonio cercano a los u$s2.000 millones.
Pese a haber amasado esa fortuna, Eurnekian afirma que no hay que poner los carros adelante el caballo, que primero hay que hacer las cosas bien más que estar pensando en el dinero que puede reportar una actividad.
Una frase de su autoría sintetiza su modo de pensar a los 82 años: "Si vos trabajás para ganar plata estás jorobado. Un artista no pinta para ganar plata. Y un empresario es como un artista".
Viernes, 10 de julio de 2015
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