Economía Un nuevo capítulo en la crisis financiera global El derrumbe de la Bolsa de Shangai y el diferendo irresuelto de la deuda griega y europea ya influyen en la política de la FED que no se decide a subir los tipos de interés. El desplome de la Bolsa de China de fines del mes pasado junto a la encrucijada que vive Grecia y Europa, hacen temblar los pronósticos globales de crecimiento, flujos comerciales e inversiones para este año y un futuro próximo. La crisis desatada en 2008 sigue dando sus coletazos, al punto que a pesar de los reiterados anuncios de la Reserva Federal de EE UU (FED) de una "inminente" suba en la tasa de interés, la inminencia no se hace efectiva por miedo a un mayor hundimiento de las economías y, especialmente, de los niveles de empleo del país del Norte.
Según consignó Tiempo Argentino, los analistas intentan dilucidar si Grecia o China es lo que más preocupa a los mercados. Pero se trataría de manifestaciones de un mismo problema. La recuperación global de la crisis traccionada por el gigante asiático, se contrapuso a un alto nivel de endeudamiento de los estados y una histórica inyección de dólares en la economía global, lo que encuentra su límite en débiles niveles de actividad económica, deudas impagables, incertidumbre sobre el valor futuro de las monedas y bruscas oscilaciones en los precios de los comodities y las acciones.
UN CASINO DONDE TODOS JUEGAN
Según recientes declaraciones de Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, el mercado de acciones de China es un "casino", caracterizándolo de disociado de su economía real. Como si esa no fuera en parte la gracia del sistema financiero. El problema sería este nivel de disociación, que lógicamente repunta y puede convertirse en "burbuja" cuando la llamada "economía real" no ofrece un asidero de acumulación suficiente para los capitales, y las esperanzas de reactivar la economía con tasas de interés bajas no alientan lo suficiente a la actividad económica y el empleo. La famosa "trampa de la liquidez" a la que hizo alusión Keynes, y que es en realidad el temor principal de los EE UU respecto de su propia economía. El tema es que ahora se expande a China, el causante de la recuperación mundial post crisis.
Para muchos capitales el problema es justamente esta volatilidad, los cambios abruptos de precios que llevan a enriquecimientos y quiebras.
Así, la caída de cerca del 30% entre el 12 de junio y el 3 de julio de los principales índices bursátiles de la Bolsa de Shanghai, es para muchos lo menos relevante teniendo encuenta su duplicación entre noviembre del 2014 y el 12 de junio en que alcanzó su pico (datos Bloomberg). Pero esta reducción implicó una pérdida de un tercio de su valor, lo que asciende a nada más ni nada menos que 3,2 billones de dólares. El ajuste bursátil puede verse como una justeza de mercado, pero la crisis también lo es. Y el tema es que en el proceso de hacer justicia mercantil, se llevan puestos a varios, lo que asimismo puede repercutir fuertemente en los ingresos de la población.
Por otra parte, para muchos capitales el problema es justamente esta volatilidad, los cambios abruptos de precios que llevan a enriquecimientos y quiebras, la demostración de la fragilidad del mercado de capitales como sustentabilidad de la economia mundial, y los grandes movimientos especulativos que conforman burbujas y que en cierta manera revelan una debilidad en la inversión destinada al aumento de la propia capacidad productiva.
Cuestión que, paradójicamente, es eje del debate en EEUU en relación al incremento de su ratio Price/Earnings que devela que el precio de las acciones se disoció estos últimos años de las ganancias efectivas que las empresas afrontan, es decir, otra burbuja pero de mayor duración... y que aún no se pinchó.
De aquí la presión a que la FED finalmente suba las tasas de interés de referencia. En este sentido, el organismo publicó el miércoles pasado el llamado libro beige donde se muestra optimista en relación a la actividad económica en los diferentes distritos norteamericanos, lo que contribuiría con la posibilidad de la suba de las tasas de interés en tanto que la economía y el empleo brinda señales de salud.
Pero el propio panorama mundial, junto a cuestionamientos sobre los indicadores locales del país potencia (ver recuadro), transforman a estos anuncios, por ahora, más bien como una respuesta política a las críticas locales respecto de las burbujas, pero es que se trata aún de la única herramienta a la que el gobierno apela para mantener y mejorar los niveles de empleo.
QUIÉN CONTAGIA A QUIÉN
La cuestión es que el crecimiento de China no puede sustentarse con una Europa estancada o en recesión, con la economía global en lenta recuperación y con la potencia de EE UU, madre del dólar, que jugó al Quantitative Easing abaratando el resguardo mundial de valor. De aquí que muchos alertan sobre las minimizaciones al "contagio" global de estas cuestiones.
Justamente, la apreciación del dólar se viene manifestando más fuertemente desde que el plan de inyección se terminara, y se agudiza con cada anuncio de la inminencia en la suba de tasas de interés por parte de los EE UU. Ello se refleja en el llamado flight to quality por el que los capitales fluyen hacia el dólar y bonos del Tesoro norteamericano, y los mercados emergentes se ven golpeados de los cimbronazos de estos egresos de capital.
Por ello, en el marco de los anuncios del viraje de la política monetaria de los EE UU junto a las inyecciones de euros por parte del Banco Central Europeo para reactivar al Viejo Continente, el dólar se viene apreciando fuertemente desde mediados del año pasado, con un aumento del 20% respecto del euro al día de la fecha (datos Bloomberg). Y según el Financial Review, ahora con la incertidumbre sobre Europa y China, el capital global se resguarda aún más en el dólar o en los bonos del Tesoro.
Así es que la caída de la Bolsa en China tiene el preludio de un 2014 en que se redujeron los niveles de crecimiento del país asiático. Con esta misma tendencia, las revelaciones de la Oficina Nacional de Estadísticas de China del pasado miércoles en que se publicaron los datos del segundo trimestre del 2015, indicaron que acorde con las estimaciones preliminares, el PBI del país para esta primera mitad del 2015 se incrementó en un 7 por ciento, mismo crecimiento interanual tanto para el primero como para el segundo trimestre. Aún así, anualizado se trataría del crecimiento más bajo a precios constantes desde el año 1990 (datos Oficina Nacional de Estadisticas de China).
De esta manera, con el encarecimiento del dólar y la reducción del crecimiento chino, el Banco Popular de China redujo gradualmente las tasas de interés desde noviembre, entre otras medidas de estímulo a la liquidez, lo que contribuyó a la brusca subida de la Bolsa. Es así cómo se atribuye este recalentamiento con la expansión crediticia, y su contraparte, un mayor endeudamiento de las corporaciones y las familias.
Por ello, parte de las razones atribuidas al derrumbe bursátil, señalan como una de las causas a que frente al temor de tal recalentamiento la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) impusiera restricciones sobre las operaciones por fuera del sistema bancario y los prestamos desregulados para la compra de acciones.
REMEDIOS
Y paradójicamente, las medidas posteriores tomadas por el Banco Popular de China para sostener la abrupta caída, fueron las de contribuir con medidas de mayor liquidez mediante nuevos recortesde tasas, la inyección de yuanes al mercado, y la reducción en los niveles de requerimientos de reservas de las entidades financieras para aumentar los préstamos para la recompra de acciones por parte de las empresas.
Más de lo mismo dicen algunos. No hay otra dicen otros. Excepto el Banco Mundial, que en su informe sugiere como salida desregular aun más el sector financiero chino. "El sistema debe ser trasnformado para incrementar la eficiencia de las nuevas inversiones y expandir el acceso a las finanzas en ese país", dice. Sin embargo, la crisis bursátil forma parte de los efectos de las reformas de "la nueva normalidad china", inserta en una economía global poco normal para las necesidades de acumulación.
LAS PRESIONES DEL FMI
La FED está presionada a mantener las tasas de interés próximas a cero para lo que resta del año, nada más ni nada menos que por el propio FMI. Con Grecia y China como respaldo implícito a su argumento, el organismo señaló esta semana que el débil desenvolvimiento de los indicadores de EE UU para los primeros cinco meses de 2015, presionaron a la baja las proyecciones de crecimiento llevándolas al 2,5% (0,6 menos del informe de abril). Según el informe, uno de los principales riesgos al crecimiento es que "la moneda se continúe apreciando", lo que claramente se profundizaría con la suba de las tasas.
Es que de ser así, señala, la posición externa de los EE UU puede deteriorarse aún más, llevando al déficit de cuenta corriente a cerca del 5% del PBI (siendo la proyección actual para este año del 2,7%), "lo que puede potencialmente crear riesgos futuros, incluyendo en algunos mercados emergentes".
Con el tema Grecia, y ahora China, los acreedores tienen que cobrar. Y frente a tal panorama, esta semana el FMI también corrigió el pronóstico de crecimiento global, llevandolas proyecciones para este 2015 al 3,3% (0,2 puntos menos respecto de abril).
Fuente: INFOnews
Lunes, 20 de julio de 2015
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