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Economía
Hong Kong, atrapado en el nudo de la crisis financiera internacional
Su rol histórico como intermediador financiero entre China y Occidente fue la sutil plataforma para la restauración capitalista del gigante asiático.

Un fenómeno que claramente demuestra la particularidad de la economía de Hong Kong es el hecho de que la moneda china, el yuan, sólo puede ser intercambiable por divisas en esa región y en el centro financiero de Londres. Es que justamente, según consignó Tiempo Argentino, esta "Región Administrativa Especial de la República Popular de China" –así llamada en 1997 al ser devuelta por Inglaterra luego de estar bajo su dominación desde 1842 en que China pierde la famosa "Guerra del Opio"–, se trata de una región históricamente "bisagra" entre Oriente y Occidente, que por ello se convirtió en la plataforma de restauración capitalista del gigante asiático luego de la muerte de Mao Tse Tung a fines de los setenta.

Todo un rol histórico, que fue transformando a esta región, que pasó de ser un intermediador comercial a ser uno de los principales centros financieros del globo y la economía "más libre del mundo" junto con Singapur. Pero su rol de bisagra es en sí mismo explosivo frente al proceso de reapertura chino, por un lado, y la crisis financiera internacional, por otro.

Hong Kong se fue delineando como uno de los principales centros financieros del mundo, en tanto que señala Bertolini: "Allí operan actualmente más de 80 bancos".

De aquí que una mirada sobre Hong Kong, en el marco del fin del programa de liquidez de los EE UU, de la posibilidad de que el yuan sea reconocido como divisa por el FMI, y de una Europa en crisis, tiene la particularidad, y el paradójico atractivo, de mostrar las contradicciones del capital en una superficie similar a la mitad del Conurbano Bonaerense.

Incluso las lecciones de Hong Kong van más allá del actual modo de producción. Develan también que el socialismo en un solo país, es inviable.

Ser o no ser, esa es la razón

En este sentido las características de su moneda son sumamente ilustrativas. No se trata del yuan ni de la libra, sino del "dólar Hong Kong", que no tiene impresa la imagen de Mao sino la de los leones del HSBC. Aunque esto según el banco que lo emita, porque la región no tiene un Banco Central, sino que cuenta con una autoridad monetaria que controla y regula la emisión realizada por tres bancos privados, lo que brinda a esta economía una requerida convertibilidad de larga data que garantiza de una rentabilidad al capital extranjero inversor.

"Lo que ocurre con el tipo de cambio en Hong Kong es asombroso", señala Luis Bertolini, representante en Argentina del Hong Kong Trade Development Council (HTDC) y a su vez tesorero de la Cámara Argentina de Comercio. "El tipo de cambio del dólar Hong Kong se mantiene firme desde el 17 octubre de 1983, en 7,75 con respecto al dólar. Y para ellos es un tema sagrado, porque así logran garantizar precios de compra y de venta", dice Bertolini. Lo que, según explica el especialista, estaría vinculado justamente a que "su rol principal es el de ser un centro financiero para financiar proyectos en China atrayendo capitales de todo el mundo. Y así lo hace desde que se convirtió en su agente financiero internacional en 1949 con la fundación de la República Popular China luego de la revolución, cuando Mao anunció el no pago de la deuda externa. De esta manera no formó más parte de la comunidad financiera internacional, siendo Hong Kong quien cubrió ese lugar durante todos estos años, tomando préstamos y pasándolos a China."

Consecuentemente, Hong Kong se fue delineando como uno de los principales centros financieros del mundo, en tanto que señala Bertolini: "Allí operan actualmente más de 80 bancos, siendo que su mal llamado sector industrial es sólo aproximadamente de cerca del 1% del PBI."

Sin embargo por allí entran capitales… y por allí salen. El crecimiento de esta región con el boom de China también tambalea frente al nuevo escenario internacional. Bertolini señala que por ejemplo el edificio del HTDC donde se realizan tres ferias mensuales de promoción de intercambio comercial entre Hong Kong y el resto del mundo "está sintiendo la caída de visitantes. Y esto porque el mundo está en guerra, que no se manifiesta en balas sino en medidas con las monedas y los mercados. Con el levantamiento de las tasas de interés de los EE UU, se formó una aspiradora que sustrae el dinero que los inversores tienen en el mundo y en la especulación sobre los commodities, en parte como medida geopolítica contra Medio Oriente. El mundo tiene menos dólares, y así la bolsa y los negocios en Hong Kong deben reacomodarse ante esta nueva situación."

Una dualidad explosiva

Según el informe económico sobre el primer semestre de este año publicado por el gobierno de Hong Kong, efectivamente el sector externo en 2015 se vio contraído por las expectativas del incremento de la tasas de interés de los EE UU y por el problema de la deuda griega que de conjunto "acrecentaron la volatilidad de los mercados financieros internacionales", por lo cual Hong Kong se vio "inevitablemente afectado". Es en este contexto en que su secretario financiero, John Tsang Chun-wah, alertó la semana pasada sobre la posibilidad de que se esté ingresando en una "nueva crisis financiera", remarcando en su blog oficial la necesidad de fortalecer "la integración económica con la región central (Mainland)".

Los acuerdos de acercamiento entre Hong Kong y la "Madre China" o "Mainland" se van fortaleciendo progresivamente, donde hay que tener en cuenta que el paso de esta frontera sólo puede hacerse por aquellos que poseen el pasaporte indicado, que es una minoría. Así, la puesta en marcha del convenio de reconocimiento mutuo de fondos de inversión en julio pasado "es un importante elemento de apertura del mercado de capitales de la región central", dicen desde el oficialismo, que se encuentra en línea con el Shanghai-Hong Kong Stock Connect lanzado en noviembre pasado por el cual se conectan los mercados de valores de Hong Kong y Shanghai. Según el Yearbook 2014, publicación oficial de Hong Kong, ello resultó en "una creciente presencia de compañías de la región central cotizando en la bolsa de Hong Kong" en tanto que el acuerdo permite por un lado que determinados inversores puedan operar directamente en este centro financiero y a su vez accede a que ciertos capitales de este lado de la frontera y asimismo del extranjero puedan operar directamente por primera vez sobre determinadas compañías que cotizan en la bolsa de Shanghai. De esta manera, afirma el informe, el acuerdo "es un importante paso en la apertura del mercado de valores de la región central de China y en la internacionalización del yuan. También fortalece la posición de Hong Kong como el principal centro financiero internacional y en cuanto a su rol como un centro de negocios offshore en yuanes."

Este es en definitiva el background que convirtió a esta región en el segundo receptor de inversión extranjera directa del mundo el año pasado según la UNCTAD.

Un futuro incierto por un pasado hipotecado

La contradicción es que su rol como bisagra justamente quedará por verse en el marco de este proceso de apertura de China. En lo inmediato el hecho de que el yuan se convierta en una moneda internacional la fortalece, pero por el otro lado le va quitando su significativa exclusividad. Hong Kong es lo que es, porque China es lo que es. Y su existencia incluso tiene fecha de caducidad: hasta el 2047 prima el lema "un país, dos sistemas" por el que se mantiene esta dualidad convenida junto a su devolución. Su moneda atada al dólar como resultado del acuerdo entre Margaret Thatcher y China en 1983 donde comienza a pactarse la entregade la región, consistió fundamentalmente en la preservación de los capitales británicos. La retirada de Inglaterra de Hong Kong fue la contracara del avance de los capitales en China (y la preservación de las Malvinas).

Así esta explícita dualidad en realidad encubrió el avance de un sistema sobre conquistas sociales pasadas, lo que se dio bajo la forma más bien de un embudo, porque los dos sistemas no fueron de la mano. El intento opuesto en que la revolución china quiso expandirse en Hong Kong mediante los levantamientos de 1967, fueron duramente reprimidos por el ejército británico, convirtiéndose paradójicamente en la región más "libre" de todas.

La historia de Hong Kong trae a colación un interesante debate donde la perspectiva de esta economía en el marco del actual contexto presenta en definitiva la perspectiva de los límites y alcances de un sistema global.


Fuente: Infonews


Domingo, 6 de septiembre de 2015
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