Viernes 22 de Noviembre de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Economía
Brasil sale con "artillería pesada" para defender al real
Mientras que la administración de Rousseff anunció que intervendrá con u$s3.000 M, bancos y consultoras prevén una moneda más débil. Expertos advierten que esta crisis le quitará margen de acción al próximo Gobierno en la Argentina, en caso de querer avanzar con una política cambiaria "gradualista"





El jueves, Brasil amaneció distinto. En el mercado se respiraba un clima de nerviosismo y ansiedad, dado que el gigante sudamericano debía atravesar uno de los test más ácidos de la última década.

Todas las miradas de los inversores estaban puestas tanto en la bolsa como en el real. La clave era ver cómo reaccionaban luego de que la agencia Standard & Poor´s desalojara al país del selecto grupo de naciones con categoría de grado de inversión.

Su signo monetario ya acumulaba una devaluación de más del 40% frente al dólar y había tocado el nivel más bajo en cerca de 13 años.

En este contexto, el consenso entre analistas, bancos y consultoras fue generalizado: la revisión de la nota tendría como efecto un mayor debilitamiento de la moneda brasileña.

A las 9:30 de la mañana, las profecías más negativas parecían cumplirse: el billete verde en la plaza vecina se disparaba un 3% y el real estuvo a tan sólo 10 centavos de cruzar la barrera de las 4 unidades por divisa estadounidense.

Sin embargo, con el objetivo de ponerle un techo y defender la moneda, la administración de Dilma Rousseff decidió entrar de lleno en el mercado cambiario.

En concreto, el Banco Central anunció que estaba dispuesto a intervenir con u$s3.000 millones de sus reservas a través de papeles que recomprará en noviembre.
Este movimiento tuvo su impacto inmediato y decisivo en el tipo de cambio: tras el pico que registró por la mañana, el real recuperó algo de terreno y cerró la jornada a 3,85.

En momentos en que en la Argentina el nivel de reservas se volvió un asunto crucial y hasta se convirtió en una suerte de indicador de "riesgo país", en Brasil, si hay algo que tiene el Banco Central es poder de fuego para intervenir en el mercado cambiario: las tenencias sobrepasan los u$s370.000 millones, cifra más de 10 veces superior a las que ostenta –en términos brutos- Alejandro Vanoli.

“Rousseff se está jugando un partido clave: el de la credibilidad de su política económica. Está tratando de doblegar el pesimismo y las proyecciones negativas que pesan sobre la sustentabilidad fiscal del Gobierno y sobre su moneda. Este juego, tras la rebaja de la nota, se va a ir dirimiendo día a día”, apunta Luciano Cohan, economista de la consultora Elypsis.

Para el analista, la intervención del Banco Central brasileño con "artillería pesada" se explica básicamente por el hecho de que una devaluación fogonea la suba de precios, un tema que ciertamente desvela a la Presidenta, dado que el índice de inflación se ubica cerca del 9% anual, superando por tres puntos la meta oficial inicialmente fijada.

Sin embargo, para Cohan, también hay otros objetivos: “Lo que está intentando hacer es contener las expectativas de devaluación, porque son las que terminan impulsando la salida de capitales y terminan anticipando una suba de la tasa de interés, que contrae la economía”.

“El mensaje que está intentado transmitir Dilma y su equipo es ´hasta acá llegó la devaluación´. Con sus diferencias, es una estrategia similar a la del BCRA que, tras la salida de la convertibilidad, dejó correr el dólar hasta los $4 y después salió a atacar y defender la moneda”, agrega el analista.

¿Tendrá éxito?

Si hay una gran falencia que tiene el Gobierno de Rousseff es la credibilidad.

Con un nivel de aprobación de apenas 7% y ante la posibilidad de enfrentar un juicio político por supuestos casos de corrupción, la mandataria tiene serias dificultades para seducir al mercado.
Su brazo derecho, el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, salió este jueves a tratar de tranquilizar a los inversores, tras asegurar que su administración recuperará el grado de inversión. Sin dar ningún detalle concreto, afirmó que garantizarán el cumplimiento del superávit fiscal equivalente al 0,7% del PBI el próximo año.

Esta nueva proyección va a contramano del fuerte déficit que la propia Rousseff había presupuestado para 2016, lo que, a entender del analista y CEO de Center Group, Gustavo Segré, “fue como pedir a los gritos que les bajaran la nota”.

El problema que enfrenta la mandataria es la falta de confianza por parte del mercado. De hecho, tras la pérdida del grado de inversión, diversos bancos revisaron sus perspectivas y, con matices, advirtieron que un real tocando un nuevo mínimo histórico sería inevitable.

En el caso del banco de inversión JP Morgan, prevén que la moneda brasileña siga descendiendo hasta los 4,10 por dólar hacia fines de diciembre. Incluso, estiman para el 2016 un tipo de cambio cercano a los 4,35.

En su informe, además, la entidad consigna que se espera un menor crecimiento de la economía, lo que complicará futuros planes de inversión.

Incluso, señalan la incapacidad por parte del Gobierno de Rousseff de lograr el equilibrio fiscal, lo que terminará limitando el control de la inflación.

En el caso del Société Générale, las proyecciones son más preocupantes: advierten que el real podría desplomarse hasta los 4,40 por dólar en el transcurso de los dos próximos meses.

“Consideramos que la pérdida del grado de inversión gatillará la salida de capitales”, subrayan desde el banco, para luego anticipar que se vienen semanas “de significativa turbulencia y excesiva volatilidad en el mercado cambiario”.

Al respecto, el economista Dante Sica estima que podría haber una fuga de entre u$s20.000 y u$s30.000 millones porque hay fondos que no pueden tener activos debajo del grado de inversión. Esto implicaría salida de capitales y una mayor devaluación del real”.

En tanto, desde Itaú Unibanco advierten que el empeoramiento de la situación económica tendrá un impacto importante sobre el financiamiento externo en los próximos años, lo que elevará el riesgo país, exigiendo un ajuste más rápido sobre las cuentas externas”.

Frente a este cuadro, desde la entidad también ajustaron la proyección para el tipo de cambio, llevándolo a una relación de 4 reales por dólar para el mes de diciembre.

Bajo la óptica del economista Miguel Bein, la situación del país vecino es comparable a la “imagen de un perro que se muerde la cola”.

“Brasil está complicado ya que, si bien puede devaluar en términos nominales, en paralelo debe subir la tasa de interés para limitar la salida de capitales y forzar un ajuste fiscal que nunca llega, dada la erosión en la recaudación y la disparada en la carga financiera de los intereses de la deuda”, apunta el economista en un informe.

Para agravar el panorama, Standard & Poor´s informó el jueves que rebajó la nota crediticia a Petrobras y a otras 30 empresas. De ese total, 24 perdieron el grado de inversión.

Entre las compañías afectadas figuran la constructora Odebrecht, el conglomerado Votorantim, la cervecera Ambev y la petroquímica Braském. También se vieron alcanzadas la central hidroeléctrica de Itaipú, el Puerto de Santos y hasta concesionarias de autopistas.

Para estas compañías, la baja de la calificación o la pérdida del Investment Grade implicará un mayor costo a la hora de financiarse, lo que contribuirá a un menor dinamismo de la actividad económica.

Menos exportaciones y límites al “gradualismo”

Las perspectivas de una profundización de la devaluación de la moneda del mayor socio comercial de la Argentina enciende una luz de alerta, porque mete más presión al ya debilitado superávit comercial.

“La caída del real aumenta nuestra brecha de competitividad con ese país. Eso significa una pérdida de mercados para nuestras exportaciones y la previsible presión de importaciones durante el año próximo”, apunta Sica.

Cabe destacar que durante los ocho primeros meses del año, las ventas hacia Brasil se desplomaron un 25% frente a igual lapso de 2014.

En este contexto, desde la consultora Abeceb prevén que el intercambio con el país vecino dejará un déficit de u$s2.000 millones, cifra que contrasta con los casi u$s500 millones de superávit de 2014.

Al respecto, Cohan alerta que “los problemas no sólo provendrán por el lado de la vía comercial. No se trata únicamente de una contracción de nuestras exportaciones”.

“La crisis en Brasil y una mayor devaluación del real profundiza la tensión cambiaria en la Argentina y limita aun más el margen de acción del próximo Gobierno, en caso de que pretenda aplicar una política cambiaria más gradualista”, concluye el experto.


Fuente: Iprofesional


Viernes, 11 de septiembre de 2015
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