Vacaciones Paradojas del "dólar Macri": a pesar de la devaluación del 40%, Florianópolis "mata" Mar del Plata A diferencia de otros momentos históricos de depreciación de la moneda nacional, el turismo interno no logró posicionarse frente a la competencia de otros destinos. ¿Cuáles son las causas que explican que las playas brasileñas se impongan? o 2002. el Gobierno de Eduardo Duhalde devalúa para salir de la trampa económica del corralito. Los argentinos que tienen algo de dinero deciden gastarlo en vacaciones y copan Mar del Plata. Así, se reedita una postal como hacía mucho tiempo no se veía en la costa argentina.
Año 2016. el Gobierno de Mauricio Macri devalúa un 40% para salir del atraso cambiario de Kicillof. Los argentinos que tienen algo de dinero deciden ir a otros destinos. Muy pocos optan por Mar del Plata, que asiste a una de las temporadas más flojas desde aquel 2002. ¿Qué pasó entre una devaluación y otra para que aquella vieja imagen de "La Feliz" llena de gente no haya podido reeditarse en la primera quincena y persistan las dudas sobre qué ocurrirá en este segundo tramo de enero? A primera vista, es cierto que la suba del billete verde del 2002 provocó un desplome del poder adquisitivo de los argentinos.
Sin embargo, sorprende el hecho de que hoy día un salto cambiario nada menos que del 40% prácticamente no haya favorecido al turismo doméstico. En general, la historia ha demostrado que, con una moneda depreciada, los turistas locales suelen percibir que los destinos del exterior se tornan caros para los bolsillos frente a las carpas de la Bristol. Pero esto no es lo que sucede en esta oportunidad. Hoy día, la sensación que impera es que pocas veces ha resultado tan conveniente disfrutar de las playas brasileñas e incluso las de otros lugares fronteras afuera. Los números al respecto son elocuentes: en 2002, como efecto de la devaluación, alquilar un departamento de un ambiente en Florianópolis costaba tres veces más que hacerlo, por ejemplo, en Mar del Plata. En cambio, en este 2016, la diferencia entre vacacionar en Brasil o en la Costa Atlántica presenta una diferencia mínima. Esto ayuda a explicar en parte por qué la primera quincena de enero en las ciudades balnearias más populares de la Argentina se hayan dado fuertes caídas en la ocupación hotelera. Los agentes inmobiliarios, los dueños de restaurantes y los productores de espectáculos teatrales también se quejan del "frío" que azota a esta temporada en cuanto a ingresos.
"Aunque el fin de año fue bueno, porque Mar del Plata es un destino muy elegido para pasar las fiestas, en esta primera quincena estuvimos 10% por debajo del registro de 2015, que había sido flojo", a iProfesional, Eduardo Palena, presidente de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Mar del Plata.
En esta oportunidad se combinaron una serie de variables que determinan que más argentinos dejaran de lado a Mar del Plata y prefirieran las playas brasileñas: • 1. La compra por adelantado de destinos en el exterior, en la previa de las elecciones, conscientes de que cualquiera fuera el presidente elegido, después de esa asunción habría un salto cambiario. Pagar un paquete al tipo de cambio oficial, aun con el 35% de recargo, y financiado en 12 cuotas o más, resultó sumamente atractivo para cientos de miles de argentinos que no dudaron en poner la tarjeta. • 2. Brasil también devaluó, incluso más que la Argentina. En 2015 el valor de su moneda se depreció en más de un 50%, en medio de la crisis económica e institucional que sufre ese país. El precio del dólar, que el verano pasado giraba en torno a los 2,6 reales, trepó hasta las 4 unidades. De modo que el salto del billete verde registrado en el plano doméstico no alcanzó para equiparar ese movimiento. • 3. La inflación es uno de los grandes problemas que afecta a la economía argentina. En el caso de Brasil, pese a la fuerte devaluación, el índice de precios sólo trepó un 10% en 2015. Si bien se trató del registro más elevado desde 2002, aun así lució contenido frente a un ritmo inflacionario de casi 30% en el plano interno. • 4. La presión impositiva que soporta el sector turístico albicleste contra los beneficios que, en otros países vecinos, suelen otorgarle a los extranjeros. "Esta temporada marca una preocupante tendencia para el turismo doméstico. Es que los aumentos de precios internos tras la devaluación golpeó el ingreso de las familias, mientras que aquellos que pese ello pudieron seguir viajando, eligieron los destinos internacionales que, aun con la suba del tipo de cambio oficial, se mantienen baratos en relación al doméstico", advirtió un informe de la consultora Ecolatina. "Esta es la razón por la cual la llegada de extranjeros tampoco llegó a compensar la salida de los argentinos", completó. Florianópolis versus La Feliz El gran salto del billete verde que tuvo lugar allá por 2002 no sólo había activado el turismo interno, sino también al receptivo. Ese año, cuando Daniel Scioli era secretario de Turismo de la Nación, se incrementó un 15% la cantidad de visitantes extranjeros. Tres de cada cuatro turistas provenían de países limítrofes. Especialmente de Brasil, atraídos por las ventajas que en ese entonces les representaba venir de compras.
Como contrapartida, en ese mismo año la cantidad de argentinos cruzando las fronteras se derrumbó más del 40%.
Ahora, con matices, la historia parece repetirse. El ministro de Turismo, Gustavo Santos, reveló que más de 2 millones contrataron paquetes para vacacionar en Brasil, de los cuales la mitad eligió el tradicional destino de Florianópolis.
La mayoría de ese caudal de viajeros ha ido contratando sus pasajes desde hace seis meses, es decir a partir de junio de 2015. Esto explica por qué:
- El año pasado la "factura" por turismo emisivo (con impacto en las reservas) alcanzó casi los u$s9.500 millones. - Esto implicó un salto del 40% respecto de los u$s6.700 millones que debió "bancar" el Banco Central durante 2014. El otro dato a destacar es que del total, el 65% correspondió a gastos con tarjeta de crédito en moneda extranjera. Ya sea por compras de indumentaria o electrónica como también para el pago de restaurantes o el alquiler de autos. El 35% restante se repartió entre giros al exterior por parte de agencias y compras de pasajes, además de las adquisiciones de billetes físicos habilitados por la AFIP como "dólar turista", ventanilla ya anulada tras el desarme del cepo. La depreciación "mais grande do mundo" La conclusión es que la depreciación del peso viene teniendo un efecto muy acotado. Y la mayor prueba está en que los que hoy día decidan adquirir pasajes y paquetes al exterior prácticamente no están sintiendo en sus bolsillos el salto cambiario.
Esto es así dado que el tipo de cambio actual es similar al "dólar turista" que imperaba hasta el fin del cepo. Este último (que se componía del billete verde oficial más la percepción del 35%) arrojaba un valor de $12,80 hacia fines de diciembre. Actualmente, ya eliminado el recargo, el "dólar Macri" se ubica en un nivel cercano a los $13,90. Así las cosas, la devaluación efectiva para el viajero argentino quedó reducida, en términos reales, a un exiguo 8,5%. "La divisa estadounidense prácticamente no se encareció para hacer turismo", afirma a iProfesional, Eric Ritondale, economista de Econviews. En tanto, Fernando Baer, director de la consultora Bconomics, señala que, más allá de si el viajero reclamaba o no el ya eliminado recargo del 35%, "lo que en definitiva se considera es el poder de compra en dólares de los salarios. Y la realidad es que antes de que finalizara el cepo, los argentinos pagaban casi lo mismo que ahora para salir del país". Según Baer, "muchos esperaban un mazazo al turismo internacional, pero está claro que hoy los precios están al mismo nivel de hace tres o cuatro meses". Esta ecuación terminó impactando en los destinos domésticos. - Una casa o posada para seis personas en Canasvieiras, el centro de confluencia argentina en Florianópolis, cuesta unos 300 reales por día, lo que equivale a unos u$s1.100 la quincena. - En Mar del Plata, un departamento de dos ambientes en una zona céntrica, bien ubicado, cuesta $1.200 por día en promedio. Es decir, unos $18.000 las dos semanas (u$s1.300). En cuanto a los consumos diarios, las diferencias se profundizan. Mientras que en Brasil, a modo de referencia, una lata de cerveza sigue cotizando a 2 reales -es decir, 50 centavos de dólar-, en las playas de Mar del Plata deben pagarse a $50, equivalente a más de u$s3. Lo mismo sucede con la mayoría de los gastos de este tipo. La diferencia entre Florianópolis y Mar del Plata pasa, casi exclusivamente, por el costo del viaje. No obstante, el argentino parece haber afrontado sin mayores inconvenientes apelando a los pagos en cuotas. Y, además, lo que se encarece por un lado, se compensa por el otro. En este sentido, Ritondale señala que la cotización del dólar que tiene hoy la Argentina es similar a la de los '90.
Era la época en que, por la conveniencia del tipo de cambio, los turistas locales copaban las playas brasileñas, especialmente en el período que se extendió entre 1991 y 1998.
Luego, el salto del billete verde que tuvo lugar en 2002 "provocó que Brasil pasara a ser dos veces más caro que cualquier destino doméstico". En aquel "verano devaluado":
- Un departamento de dos ambientes en Mar del Plata costaba entre $720 y $900 por mes (cerca de los u$s300).
- Como contrapartida, una unidad similar en Brasil no bajaba de los u$s1.000. "Para que vuelva a ser conveniente veranear en la costa atlántica, como en aquellos años, el valor del billete verde tendría que subir muy por encima de los $14 actuales", agrega el experto de Econviews.
Difícilmente eso ocurra. Según un relevamiento realizado por LatinFocus, en base a previsiones de consultoras y bancos nacionales y extranjeros, se estima un tipo de cambio promedio de $15,70 para fin de año. "Tenemos una presión fiscal altísima, porque el caso de la hotelería de categoría se calcula como tasa suntuosa. Incluso, se pagan derechos autorales por tener televisores en las habitaciones, estén o no ocupadas", se lamenta Palena. El directivo señala que "el 40% del precio de la hotelería corresponde a impuestos, el otro 40% son costos laborales y los establecimientos se tienen que mantener con el 20% restante". Palena, afirma que, debido a los cambios de Gobierno de finales del año pasado, no fue posible reunirse con las autoridades provinciales para definir estrategias y medidas de aliento al turismo.
En el sector se conforman con el hecho de que esta segunda quincena resulte más positiva, pasando de un nivel de ocupación del 60% a uno cercano al 85 por ciento. Paradojas del "dólar Macri" que pese a ubicarse ahora en los $14 tras haber trepado 40% en apenas un mes, no ha logrado frenar la ola de argentinos cruzando las fronteras para disfrutar de las playas de un Brasil con real devaluado.
Fuente: Iprofesional Martes 26 de enero de 2016. Resistencia, Chaco.
Martes, 26 de enero de 2016
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