Economía La Argentina es nuevamente el primer exportador mundial de harina de soja
La baja del valor perjudica a los productores, recorta exportaciones y complica el esquema cambiario oficial.
La Argentina ha recuperado su posición como el principal exportador mundial de harina de soja tras superar la sequía, pero la caída en los precios internacionales, combinada con un tipo de cambio oficial que los productores consideran desfavorable y un impuesto a las exportaciones del 33%, ha reducido significativamente el poder de compra interno de la soja.
El precio ajustado por retenciones está en niveles similares a los de las crisis económicas de los gobiernos de De la Rúa y CFK. Esta caída de precios afectará las exportaciones argentinas, con una reducción estimada de u·s 4.700 millones para 2025, lo que agravará la situación cambiaria del país y generará presión sobre las reservas del Banco Central.
Además, se espera un aumento en la demanda de divisas por importaciones y vencimientos de deuda externa en 2025. La situación cambiaria se vuelve cada vez más crítica, y algunos economistas sugieren la necesidad de recalibrar el esquema cambiario, lo que podría generar inflación transitoria. A nivel microeconómico, la caída de precios golpea a miles de productores agrícolas, con el poder de compra en su nivel más bajo en tres décadas.
Retenciones Para acercar los indicadores del agro al promedio histórico (1992-2024), sería necesario eliminar las retenciones, algo que hoy es fiscalmente inviable, según una consultora. Los precios mundiales, el dólar oficial y las retenciones limitan el crecimiento del sector, aunque no se espera una desaceleración. Un alivio podría venir de una reducción de las tasas de interés por parte de la Fed en septiembre, aunque el esquema cambiario sigue complicado.
La Argentina recuperó el primer puesto como exportador mundial de harina de soja en el primer semestre de 2024, tras haberlo perdido frente a Brasil en 2023. A pesar de un aumento del 46% en las exportaciones interanuales, la capacidad productiva local sigue superada por Brasil y EE.UU., que muestran una tendencia de crecimiento más estable.
La alta capacidad ociosa en la molienda de soja en la Argentina contribuyó al aumento de la producción. Sin embargo, la dinámica productiva argentina presenta más variabilidad en comparación con sus competidores, y se enfrenta a un mercado global cada vez más competitivo.
A contramano En los últimos 14 años, las importaciones mundiales de harina de soja aumentaron un 25%, mientras que las exportaciones de EEUU y Brasil crecieron anualmente un 4% y 3,2%, respectivamente.
En contraste, las exportaciones de la Argentina cayeron un 0,9% anual. Aunque sigue siendo un referente en el comercio de harina de soja, ha perdido terreno en un mercado en expansión, especialmente en el Sudeste Asiático, donde las importaciones de harina de soja crecieron de 11 millones de toneladas en 2010/2011 a 19 millones en 2023/24. A pesar de este crecimiento, la participación de la Argentina en esa región ha disminuido notablemente desde 2020/21, lo que refuerza la percepción de que el país ha perdido oportunidades en el sector.
Jueves, 29 de agosto de 2024
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