Economía Goldfajn ya trabaja en el detalle de la letra chica  El expresidente del Banco Central de Brasil es el responsable del caso argentino.
El Facilidades Extendidas Reloaded ya está, al menos en sus líneas generales, en el escritorio de Ilan Goldfajn. El director gerente para el Hemisferio Occidental ya analiza las principales líneas del acuerdo con la Argentina, a partir del “paper” que será la base de la Carta de Intención entre el país y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se presentará en sociedad, quizá, en horas. La función ahora del brasileño-israelí será la de darle el visto bueno a todo lo negociado por Julie Kozac y Luis Cubeddu, completar el texto final, cerrar el acuerdo preliminar con el país; y, luego, esperar a ver qué ocurre en el Congreso para, finalmente (y si todo sale como las partes creen), elevar la Carta hacia del Board.
Allí se supone que la suerte jugará a favor de la Argentina, siempre que no hayan sorpresas finales. De ambas partes. De esta manera, y aunque no lo quería, Goldfajn ya tomó el tema como propio, en lo que es su primera y más importante misión desde que asumió en el cargo en enero pasado. Si bien lo que buscaba el brasileño era que fuera la anterior gestión la que firmara la Carta de Intención, y él ser el funcionario que fiscalice que se cumpla; el ex presidente del Banco Central de Brasil atará su suerte en el Fondo a lo que ocurra con Argentina y su Facilidades Extendidas. O a la manera en que trate el caso argentino y las eventuales desventuras en el cumplimiento de las variables que el país debería cumplir. Goldfajn, junto con la norteamericana directora adjunta para el Hemisferio Occidental y el responsable del caso argentino, en gran parte; dependerán para la evaluación de su desempeño en el FMI, de lo que ocurra con lo que se firme con Argentina, y que en estas horas termina de negociarse.
Desde Buenos Aires la intervención de Goldfajn causa simpatías. Saben cerca de Alberto Fernández que el curriculum del nuevo director para el Hemisferio Occidental y ex funcionario de Michelle Temer está muy lejos de lo que podría interpretarse como una posible actitud laxa y comprensiva sobre la situación de la economía criolla.
¿Qué se deberá esperar entonces de Ilan Goldfajn? Se trata de un hombre de buen trato, casi amiguero, muy conocedor de la Argentina y sus crónicos problemas económicos, financieros y políticos; pero, en definitiva, un amante de la prudencia fiscal, la solvencia monetaria, los ajustes en el gasto público y los planes de largo plazo, siempre que se cumplan. Había sido elegido por la propia Kristalina Georgieva en septiembre del año pasado, luego de un linkedin con casi 50 hombre y mujeres del hemisferio occidental que se proponían para suceder a Alejandro Werner; quién, precisamente por el fallido Stand By argentino firmado en los tiempos de Mauricio Macri, debió dejar su puesto. Nunca se hizo público pero en Buenos Aires se sabe que la búlgara directora gerente del organismo optó por el brasileño, dado que conoce las vicisitudes argentinas y deberá ser el responsable de aplicar el Facilidades Extendidas al cliente más importante y polémico del Fondo. El que debe casi el 60% de toda la deuda del organismo (u$s44.800 millones). Sólo un conocedor de la situación con timing diplomático y político podría enfrentar el desafío.
Es un defensor de la utilización de instrumentos como tasas de interés o restricciones monetarias para cumplir metas, junto con una transparencia total al público y mercados en la comunicación de los planes, objetivos y resoluciones de las autoridades monetarias. Considera además a los bancos centrales como los responsables máximos (aún por encima del Poder Ejecutivo y obviamente también el ministerio de Economía), de cumplir las metas monetarias; con lo que le otorgaría a la entidad que maneja Miguel Pesce un poder importante dentro de la política económica del Gobierno.
Goldfajn es además un defensor de la política de tipo de cambio flotante, lo que le otorgaría al Gobierno de Alberto Fernández una mayor flexibilidad para manejar el tipo de cambio oficial. Si el brasileño le hace un guiño al país, desde 2022 el país podría aplicar esta estrategia de relación entre el público, empresas y mercados; para fijar el precio del dólar dentro de un esquema de eventual “flotación sucia”. Para esto el FMI debería negociar con Argentina una salida del cepo gradual y acercándose a la meta de equilibrio monetario, fiscal y cambiario hacia 2026. De todos los menús que podría aceptar el Fondo, este sería el más flexible, aunque para el kirchnerismo cualquier restricción de este tipo sería difícil de aceptar.
Fuente: Ámbito
Martes, 22 de febrero de 2022
|