Miércoles 15 de Enero de 2025 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
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Primera pulseada del mercado con el Banco Central: el dólar se disparó y Gobierno dijo "hasta acá llegamos"
La entidad dejó subir al billete verde un día tras otro. Concretamente, en 20 de las últimas 21 jornadas. Cuando aceleraba rumbo a los $16, salió a ponerle un freno desprendiéndose nada menos que de u$s120 millones.
El sistema de "flotación sucia" del tipo de cambio que había anunciado el Gobierno se le conocía la parte de la "flotación" pero no la de la "suciedad".

Es decir, la cotización del dólar tuvo en apenas dos meses muchas subidas y bajadas –algo de lo cual los funcionarios tratan de convencer a los argentinos de que debe ser visto como normal- pero todavía no se había visto el rol que jugaría la parte estatal.

Como el Banco Central siempre se abstenía de intervenir en el mercado, el público había empezado a hacerse a la idea de que iba a convivir con una flotación pura.

Esto quedaba abonado por las frases de Federico Sturzenegger, titular del BCRA, quien alentaba a los ahorristas a pensar que su cargo de presidente de la entidad no estaba para cuidar al billete verde sino, más bien, al peso.

"Cuando la gente entienda que el Banco Central se focaliza en la inflación, entonces los movimientos del dólar no van a afectar las expectativas de la sociedad ni a los precios domésticos", había dicho el funcionario.

A partir de que ese objetivo quede claro, "vamos finalmente a tener un tipo de cambio que se irá moviendo para permitirle a la economía ajustarse a los shocks externos", completaba.

Pero, finalmente, la "suciedad" llegó. Y lo hizo en forma de una venta masiva de u$s120 millones en una sola jornada.

Esta intervención del Banco Central en el mercado le permitió bajar 20 centavos el precio de una divisa que seguía batiendo récords y que ya se encaminaba a estar más cerca de los $16 que de los $15.

Antes, el jueves de la semana pasada, había ocurrido otra pequeña intervención por unos u$s40 millones cuando pegó una acelerada y se había escapado hasta los $15,15.

A esta altura, lo que va quedando en claro es que el mercado está testeando hasta dónde el Gobierno tiene vocación por la volatilidad y en qué medida está dispuesto a tolerar una abrupta suba sin tomar injerencia.

Y, sobre todo, si demuestra que tiene "resto" como para dar respuesta ante una pulseada con los operadores.

Con reservas menguadas -ya por debajo de los u$s29.000 millones y con tendencia a la baja- no parece que Sturzenegger pueda darse el lujo de mantener un combate prolongado contra el mercado.

Es que debe hacerlo asumiendo el costo de quemar los escasos dólares líquidos que tiene en caja.

A pesar de ello, la estrategia a la que apeló el funcionario fue demostrar que está dispuesto a dar esa pelea.

Con esta reciente intervención (u$s120 millones en un día), puso en práctica lo que había declamado en varias ocasiones: que el movimiento del tipo de cambio no debía ser previsible.

Bajo su óptica, el mejor plan a seguir contempla que el dólar enfrente sucesivas subas y bajas -en una especie de "serrucho"- pero no muy lejos de la cotización a la que cerró este martes ($15,65).

¿Cuánto es mucho?
Lo que se está intensificando ahora es el debate respecto de cuál debe ser un valor "deseable" para el billete verde.

La sensación de muchos economistas es que el nivel en que se encontraba tras la apertura del cepo era visto como insuficiente por algunas ramas de actividad en términos de competitividad.

"Para el sector productivo, un dólar a $14 parecía poco", evalúa Gastón Rossi, director de LCG.

En su visión, "un tipo de cambio de algo más de $15 parece más razonable si se considera el debilitamiento del real brasileño, nuestro principal socio comercial, la evolución de las distintas monedas de la región y la de la divisa estadounidense en el mundo".

Son varios los analistas que creen que pese a la devaluación inicial (de $9,50 a $14) la cotización aún siguió atrasada y que la oferta de billetes por parte de los exportadores no resulta suficiente para abastecer la demanda de los importadores y de los argentinos que viajan al exterior.

En cuanto a "engordar" dicha oferta, un tipo de cambio más elevado induce al sector rural a "desencanutar" la cosecha y a que se apure a venderla.

También favorece a las economías regionales a las que el alza de los costos las está castigando con fuerza.

Esto, en un contexto en el que el campo no ha venido cumpliendo "el pacto" implícito que asumiera en el arranque de la gestión de Macri.

En ese entonces, a cambio de un quite o de una reducción de las retenciones y la liberación de exportaciones (como finalmente ocurrió) el sector rural tomó el compromiso de una liquidación total de u$s6.000 millones en tres semanas.

Sin embargo, esa cifra terminó cayendo a u$s4.000 millones y, para peor, a lo largo de casi un mes (ver nota: ¿Traición sojera?: aun con devaluación y sin retenciones, el campo "encanuta" y espera un dólar más alto).

"Hasta acá llegamos", por ahora
Claro que un suba sin techo del tipo de cambio -para favorecer a los productores- tiene efectos colaterales por el lado de la inflación.

"Con el dólar arriba de los $15, empieza a tensionar el traslado a precios, porque era el valor que se había incorporado en los productos", consigna Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central.

Es por eso que para Daniel Marx, director de Quantum Finanzas, "con su intervención el Banco Central mostró su intención de no convalidar un alza mayor y de instrumentar un esquema de flotación limpia pero entre bandas".

La confirmación sobre qué tan efectiva es la estrategia de la entidad se verá en la medida en que los exportadores agropecuarios se convenzan de que el dólar llegó a un techo y que es mejor salir a liquidar sus stock antes que a exponerse a una pérdida ante la caída de la divisa.

Desde ABC Mercado de Cambios, Carlos Izzo afirma que no se puede estandarizar el comportamiento de la oferta.

"Hay quienes liquidan cuando el precio les gusta, algunos que lo hacen porque lo necesitan y otros que se mantienen especulando y a la espera de que el billete verde siga subiendo", expresa.

Lo que sí fue quedando claro es que un dólar a $14 parecía no ser suficiente para convercerlos de que se desprendan de su cosecha.

Como si esto fues poco, tampoco contribuía a resolver el problema de las economías regionales, afectadas por la incesante suba de costos.

Prueba de ello son los miles y miles de kilos de frutas que se siguen tirando al costado de las rutas (80.000 kilos de peras y manzanas sólo el 27 de enero).

Rubén Mignani, secretario general de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén ya había anticipado a iProfesional -cuando el billete verde había subido a $14 en enero- que un "dólar a $14 no alcanzaba, principalmente a raíz de la fuerte suba en los gastos de los productores acumulada en estos últimos dos años".

Así las cosas, la expectativa es que ahora, en un nivel algo superior a los $15, la situación cambiaria se presente como más favorable.

En este sentido, un banquero recuerda: "En realidad, el precio al que llegó ahora coincide un poco más con aquel que el mercado preveía apenas había asumido Macri".

Llegado este punto, la estrategia oficial pasará por ponerle un techo temporal a la suba del dólar, si bien nadie puede asegurar cuánto tiempo se va a mantener en este rango.

¿Por qué? Porque en la medida en que pasen las semanas, entrarán a jugar otras variables, como la evolución de la inflación, lo que suceda con otras monedas de la región y, claro está, el posible ingreso de capitales del exterior, en caso de que se llegue a un arreglo con los "buitres".

"Creo que la idea del Banco Central pasará por mantenerlo en este nivel lo máximo posible", opina Amilcar Collante, desde CeSur.

Este economista ve con preocupación la escalada de los precios y considera acertado el plan que está llevando a cabo el Gobierno con el tipo de cambio.

"Me preocupaba que habiendo hablado de flotación sucia no hubiera movimientos. Es más, el ritmo de depreciaciones era parecido al esquema del kirchnerismo de las microdevaluaciones diarias", expresa.

"Esto último hace que pueda haber incentivos a retener liquidación de divisas y para los importadores adelantar sus compras", agrega Collante.


Mirando el corto y el largo plazo
Las proyecciones de bancos y consultoras internacionales, en general, hacen referencia a un billete verde para la Argentina por debajo de los precios que surgen del mercado de futuros Rofex.

El relevamiento realizado por la prestigiosa consultora Latin Focus da cuenta de un promedio de $16,20 para diciembre, aunque con una fuerte dispersión según las fuentes.

-¿Quiénes lo ven más arriba? el Banco Citigroup y la consultora de Orlando Ferreres ($18).

-Entre aquellos que apuestan a un precio estabilizado se destacan Ecolatina y Banco Galicia (a no más de $15,30).

-Sobre un total de 18 firmas entrevistadas, doce hacen referencia a un valor por encima de los $16 para fin de año.

Pese a esta notoria dispersión, un aspecto a destacar es que estiman que el billete verde correrá por debajo de la inflación.







En cuanto al mercado de futuros, reina cierta calma, ya que las posiciones marcan que la cotización se mantendrá en torno a los $15 al menos hasta finales de abril. Será por esos días cuando comience a registrarse un mayor ingreso de divisas provenientes del sector agropecuario, que responde a motivos estacionales.

En el Rofex -la plaza rosarina en la que se operan contratos para tomar coberturas frente a la devaluación- se están celebrando acuerdos para:

-Fin de abril en números cercanos a los $15,70

-Fines de junio, en el orden de los $16,27

Debe tomarse muy en cuenta que estos números reflejan las tasas de interés implícitas para cada período.

En cuanto a lo que pueda suceder en el segundo semestre, en la plaza rosarina los compromisos con vencimiento en septiembre se han venido negociando a $17,10, mientras que para fines de año su precio trepa hasta los $18,00.

Fuentes del sector bancario consideran que la liquidación que se espera en el segundo trimestre traerá calma a la plaza financiera, lo que contribuirá a reducir las presiones sobre el billete.

En caso de que se resuelva el conflicto con los holdout y se dé un efecto "puesta al día" sobre el país de inversiones provenientes del exterior, hasta hay optimistas que argumentan que será necesaria la intervención del Banco Central pero en sentido inverso.

Es decir, para ponerle un piso a la caída del billete verde y no un techo como en estos días.

Es verdad que, como están las cosas en estos momentos, este escenario parece como muy lejano. Pero también es cierto que en la Argentina todo puede pasar y de un día para el otro.

Basta repasar lo sucedido con el cepo. Cientos de teorías escritas sobre cómo desactivarlo y en cuánto tiempo, para luego haberle puesto fin en apenas unas horas.
Miércoles 24 de febrero de 2016
Fuente: iProfesional


Miércoles, 24 de febrero de 2016
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