Economía Día del Agua, un recurso indispensable para el comercio  Aumentan las prácticas para minimizar el impacto negativo
Hoy se celebra el Día Mundial del Agua, instituido por la ONU durante la conferencia ambiental de Río de Janeiro, de 1992. Para el comercio internacional, el agua es el medio por donde se transporta el 90% de las mercaderías, con el costo de flete más bajo comparado con las alternativas aérea y terrestre. Y si bien es el modo de transporte menos contaminante, existen impactos negativos que es preciso medir, gestionar y reducir, incluso como un factor de competitividad.
"Cada vez más es una exigencia para acceder a determinados mercados", indican en el Centro de Logística y Sostenibilidad (CLYS), un grupo que trabaja para mejorar la sustentabilidad de las cadenas de suministro. "Por ende, las empresas logísticas, como parte de diferentes cadenas de abastecimiento, deben trabajar rápidamente para incorporar prácticas y procedimientos que mejoren su sustentabilidad".
La importancia de crear un equipo de comercio exterior El transporte acuático en la Argentina es un medio subutilizado respecto de su potencial, ya que gran parte de la carga que se desplaza en camiones podría ser movilizada con mayor eficiencia y menor impacto ambiental en barcazas por el río Paraná. Pero para que ese cambio en la matriz de transporte sea sostenible en el tiempo, es necesario que los actores navieros y portuarios adopten en forma generalizada las prácticas que los referentes del sector ya han comenzado a implementar en las últimas décadas.
En el caso de la naviera taiwanesa Evergreen, una de las cinco más grandes del mundo, sus medidas de protección del ambiente contemplan tanto la liberación de lastre como la pintura del casco de las embarcaciones y la gestión del lodo del fuel oil (sludge).
Los buques aplican un "plan de gestión del agua de lastre", y en el caso de las embarcaciones de tipo L (naves de 334 metros de eslora con capacidad para 8452 contenedores de 20 pies), cuentan con una planta de tratamiento de agua de lastre a bordo, que aplica completamente la guía de la Organización Marítima Internacional. Para cumplir con la convención internacional específica sobre recubrimiento del casco de los buques, se utiliza pintura "sin estaño", y el lodo residual del fuel oil es recolectado, monitoreado y descargado en los puertos, obteniendo un certificado que especifica la cantidad transferida que se asienta en el libro de registro de hidrocarburos.
Otra parte fundamental de la logística internacional son los puertos, y en la Argentina, el de Buenos Aires es el receptor predominante de la mercadería que viene del exterior. Para cumplir con sus funciones sin perder de vista la sostenibilidad, la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (AGP SE), como responsable de la gestión integral de la infraestructura portuaria de la ciudad, viene aplicando un plan integral que ya ha comenzado a dar sus frutos.
En noviembre, la AGP certificó bajo la norma ISO9001 el proceso de inspecciones en materia de seguridad, higiene y ambiente que se aplican sobre los concesionarios de las terminales, y en diciembre certificó bajo ISO 14000 su sistema de gestión ambiental para todo el puerto de Buenos Aires. Además, su sede en la ciudad de Buenos Aires obtuvo dos avales que el gobierno local otorga a los edificios de oficinas que acreditan una buena gestión ambiental: GIRO, por Gestión Integral de Residuos de Oficina, y Creas, que significa que hay prácticas en materia compras públicas sustentables y consumo responsable, residuos, energía y construcción sustentable, agua y seguridad y salud laboral.
En el espejo de agua del puerto de Buenos Aires se realiza remoción de cascos hundidos con la colaboración de la Prefectura Naval, "ya se han reflotado 18 buques en Dársena Sur y Dársena F", informa Silvina Urreaga, subgerenta de Seguridad y Control Ambiental de la AGP. "Dentro del sistema certificado bajo la ISO 14001 empezamos a hacer monitoreos mensuales de la calidad del agua en distintos puntos críticos previamente identificados, para tener un mayor control del espejo, empezar a generar una base de datos estadísticos y poder detectar en forma temprana posibles focos de contaminación, vengan de los concesionarios del puerto o de la ciudad", amplía Urreaga, quien añade que adelantan una licitación "para incorporar más puntos y más parámetros, no solo del agua, sino también del aire".
"Quisimos medir derrames con las boyas inteligentes que señalizan el ingreso y egreso de embarcaciones -señala la funcionaria-, pero tenía un costo altísimo que el puerto hoy no puede afrontar, así que por ahora no se está usando detección de derrames". Por otro lado, el puerto cuenta con un servicio tercerizado para atención de derrames y remoción de sobrenadantes (residuo que flota), pero está empezando a formar personal propio y adquiriendo equipamiento para hacerlo con recursos propios en el mediano plazo. En definitiva, el comercio internacional tal como lo conocemos sería imposible sin el transporte por agua, pero el uso de este medio también conlleva la responsabilidad de gestionarlo en forma responsable.
Una gestión correcta del agua en el transporte terrestre El transporte terrestre, eslabón indispensable de cualquier cadena logística, también debe observar una correcta gestión del agua. "En la Argentina, luego de la eliminación del sistema ferroviario nacional, el transporte por carretera es sin duda la modalidad mayoritaria -tanto en pasajeros como en mercancías-, ya que representa más del 90% del total", dice Juan Pablo Olsson, del movimiento ambientalista 350.org.
"Es importante tener en cuenta las pautas de la economía circular aplicada a los efluentes y residuos propios de cada tarea", destaca el ingeniero Juan José Olivieri, especialista de Valor-AMIA, RSE+Competitividad, y las tareas más simples y cotidianas, como el lavado externo de los vehículos, son merecedoras de atención: "El playón de lavado debería contar con un sistema de tratamiento del efluente líquido. El agua de lavado con los residuos propios debe ser colectada y enviada al sistema de tratamiento. Se separarán del agua los lodos con tierras y arenilla y los hidrocarburos".
"El aceite usado en el motor debería ser colectado en el recambio -advierte el experto- y el filtro de aceite, una vez concluido su ciclo de vida, debería ser lavado con gasoil, o diésel oil, enviando estos líquidos al mismo sistema colector de hidrocarburos. Una vez limpios estos filtros, habría que evaluar qué tipo de compuestos tienen. Se deberían separar los metales de los plásticos y evaluar su destino", concluye Olivieri.
Fuente: La Nación
Jueves, 22 de marzo de 2018
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