Lunes 28 de Abril de 2025 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
Temas Fiscales - Económicos - Financieros
Jubilaciones: el Gobierno de Milei licúa el bono, que pierde 37% en un año
El Gobierno convoca al Consejo del Salario para definir el sueldo mínimo tras la aceleración de la inflación
Con 9,5 millones de hogares con subsidios de luz, el presidente Milei acordó con el FMI reducirlos
Expectativa por la llegada del primer desembolso del FMI por u$s12.000 millones que reforzarán las reservas
Dólar sin cepo: cuánto se podrá comprar y cómo funcionará el nuevo sistema
Sin freno: el tomate y las verduras registraron muy fuertes aumentos durante marzo
El Congreso vuelve a desafiar al Gobierno: Diputados tratará el criptogate y mejoras para los jubilados
Viernes negro: se hunden el Merval y los ADRs y el riesgo país se dispara por encima de los 900 puntos básicos
Desguace de ARCA: se despide a casi 3 mil empleados a un costo de $100 millones promedio por cada uno
Lo que faltaba en el país de la carne: Argentina comenzará a importar asado de Brasil
El Banco Central vendió US$196 millones y perdió en seis días el 30% de lo que llevaba comprado este año
Monotributo social: el Gobierno de Milei dio de baja a más de 400.000 personas
Bancarios rompen el piso: el sueldo mínimo supera los $1,7 millones y habrá bono millonario
El Gobierno otorgó anticipo de $120.000 millones a Chaco para que cumpla con sus “compromisos más urgentes”
Inflación en el NEA: desaceleró respecto a enero y tuvo la menor suba del país
La utilización de la capacidad instalada en la industria alcanzó el 55% en enero
 
 
Agro
Disputa en el mercado de semillas
Un desarrollo público-privado nacional dio por resultado una planta más resistente a la sequía y con un rendimiento 22% mayor en producción. Pero no logra autorización para ser comercializado.

El descubrimiento y desarrollo argentino de una semilla de trigo resistente a la sequía, a partir de la investigación encabezada por una científica de la Universidad Nacional del Litoral y del Conicet, está a la espera de su aprobación por parte del Ejecutivo para poder comenzar a ser comercializado. Pero ese trámite está demorado por presiones, aparentemente, de sectores del agronegocio vinculados a las semilleras internacionales. La disputa ya lleva más de un año y medio. En el tramo final del gobierno de Mauricio Macri había enfrentado a la comunidad científica y algunas carteras a nivel nacional y bonaerense que acompañaban su aprobación, con los sectores que lo rechazaban, que tenían al entonces ministro Luis Etchevehere a la cabeza. La propuesta de este último se impuso y el gobierno de Cambiemos "cajoneó" el proyecto. Ahora, cuando vuelve a plantearse la pulseada, las resistencias surgen desde afuera del gobierno. Pero, hasta el momento, han sido lo suficientemente fuertes como para lograr demorar su aprobación en el Ministerio de Agricultura.

El gen HB4 del girasol empezó a "cruzarse" con el trigo en 2009, para probar si podía transmitirle propiedades de resistencia a la falta de humedad y otras condiciones que pudieran mejorar el rendimiento. El trabajo de laboratorio estuvo a cargo de un equipo encabezado por la doctora Raquel Chan, de la Universidad del Litoral, y financiado por el Conicet. Eran los años en que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner le había dado fuerte impulso a la ciencia aplicada, lo cual en este caso dio lugar al desarrollo del gen HB4 del trigo. La elaboración de la semilla estuvo a cargo de la firma local Bioceres, la que ahora busca su aprobación comercial.

Desde la comunidad científica, subrayan que este trigo transgénico ya fue sometido a los estudios y dictámenes de Senasa, que demostró que el producto resultante es "inocuo" para su consumo, y de la Comisión Nacional de Biotecnología, que concluyó que "no afecta al medio ambiente". Científicos consultados explicaron que "suele haber una confusión entre semilla transgénica y agroquímicos, como el glifosato, porque lo que produce contaminación es esto último, no la semilla transgénica, pero como algunas empresas comercializan como paquete tecnológico la semilla y los productos químicos fertilizantes, generan la mala fama de los transgénicos y el rechazo social".

Pero, en este caso, el rechazo y la traba no proviene de los ambientalistas.

En cuanto a los resultados económicos, hay coincidencia en que su rendimiento sería superior en promedio en un 22% sobre las especies de trigo actualmente en explotación. De allí que diversos sectores de la producción manifiestan fuerte interés en que salga a comercialización. Se trataría, por otra parte, de un desarrollo genético que ubicaría a la Argentina en el primer plano internacional, porque es el primero en este cereal. Lo cual permitiría, además, la exportación de las semillas producidas localmente.

"Es un desarrollo que se logró en diez años de estudios y en un trabajo público-privado, financiado por el Estado a partir de 2009. Y ahora que se alcanzó un excelente resultado, ¿lo archivamos? Es incomprensible", manifestó el ex ministro de Agricultura Julián Dominguez a Página/12, quien advirtió que el Estado no debería ceder a la presión de los lobbies internacionales que intentan bloquear su aprobación para uso comercial. Señaló que desarrollos similares en manos de firmas multinacionales, como la soja o el maíz transgénico, no enfrentan las prevenciones que ahora existen ante este desarrollo argentino. "Algunos, si no tienen la habilitación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, parecería que no se animan a avanzar, y yo creo que es un error gravísimo", señaló.

El argumento con el que, en su momento, Etchevehere se opuso a la aprobación del desarrollo argentino del gen del trigo era que su introducción en el mercado "podía poner en riesgo las exportaciones" de ese producto. Si los importadores de granos argentinos rechazaran el trigo transgénico, hipotéticamente, Argentina podría quedrse sin mercados. Esta posición, aparentemente, es la sostenida también por firmas exportadoras. No así por la generalidad de los productores, ni siquiera del conjunto de los más grandes. De hecho, Bioceres, el laboratorio que obtuvo la licencia junto al Conicet (y espera la habilitación para comercializar la semilla), es una empressa conformada en su origen por una asociación entre 300 grandes productores de cereales.

Otras voces, como la de Dominguez, sostienen que la cuestión comercial se define por la capacidad y decisión de defender los intereses propios que tenga el país. "Si un país nos rechaza, hay otros que lo aceptarían el producto; es absolutamente falso que nos quedaríamos sin mercado; este desarrollo genético es un avance fenomenal, y la dirigencia política tiene que asumir los riesgos para defenderlo", aseguró.

Fuentes empresarias aseguran que, incluso, existe un borrador de acuerdo comercial con Brasil, uno de los principales destinos del trigo que exporta Argentina, aceptando el trigo genéticamente modificado. Y que son sectores exportadores los que reclaman que, además, se obtenga la aceptación de otros eventuales destinos. El tema está a la firma de funcionarios del área de Agricultura que, a esta altura, sólo esperan un OK político.

Fuente: Pagina12


Jueves, 10 de septiembre de 2020
...

Volver

   
   
 
 
   
  Copyright ©2012
www.TiempoFiscal.com
Todos los derechos reservados
Fundación IEFER