Jueves 9 de Enero de 2025 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Economía
Alerta: no entran insumos, automotrices paralizan producción y ya amenazan con suspender personal
Desde el sector advirtieron que, si en los próximos días no se normaliza el sistema de importaciones, habrá un freno generalizado en la actividad. Todas las miradas apuntan a la "herencia" de Moreno, quien dejó miles de permisos sin revisar y complicó el debut de su sucesor, Augusto Costa






Cuando Guillermo Moreno abandonó su despacho en la Secretaría de Comercio Interior, gran parte del sector empresario respiró aliviado.

Con su partida parecía terminarse una era marcada por el manejo arbitrario de las importaciones y por un estilo claramente confrontativo, donde las reglas no estaban basadas en normas sino en diálogos informales.

Sin embargo, en otros sectores no respiraban con la misma tranquilidad. Sucede que de la lapicera de Moreno dependía -hasta el 2 de diciembre- la firma del 100% de los permisos de importación.

Cabe destacar que, a través de las llamadas Declaraciones Anticipadas Juradas de Importación (DJAI), el polémico funcionario -quien fuera llamado el "guardián de las fronteras"-, tenía el poder para "cajonear" un pedido de autorización o darle vía libre, se trate de un tornillo para una línea de producción o de una cosechadora para el campo.

Así, desde varias ramas de actividad temían que el "traspaso de mando" del saliente Moreno al nuevo secretario, Augusto Costa, fuese desordenado, con el enorme riesgo que esto implica.

No es para menos, dado que, por cada día sin que se firmen permisos, quedan freezadas unas 1.000 Declaraciones Juradas de Importación.

Es decir que, en apenas una semana, podrían acumularse en los escritorios de la Secretaría, cerca de 7.000 solicitudes realizadas por empresas.

El problema es que, si bien Moreno se había comprometido ante el flamante ministro de Economía, Axel Kicillof, a dejar todo el "papeleo" ordenado, la realidad es que esto no ocurrió.

Por el contrario, empresarios del sector importador confiaron a iProfesional que "Costa se encontró con un caos, con un enorme cuello de botella. Y esto está disparando graves problemas en la industria, porque no sólo hay frenados bienes de consumo, sino que también hay inconvenientes con los insumos y componentes para realizar procesos productivos".

Y uno de los sectores más perjudicados es el automotriz, que se caracteriza por trabajar con bajísimos niveles de stock.

Al respecto, el gerente de una terminal, que accedió a dialogar con iProfesional bajo estricto off the record, confirmó que "ya hay una planta que se vio obligada a frenar su línea de producción. Otra estaría parando este sábado y hay varias que, si no se soluciona este problema en las próximas horas, estarían suspendiendo personal a partir de este mismo lunes".

"Es la peor situación que nos tocó vivir en los últimos años y puede afectar los balances de 2013", alertó con crudeza el directivo, dejando en evidencia la contracara de un sector que se había erigido como el gran símbolo de la era K.

A la hora de conocer las razones de este crítico faltante de componentes, un reconocido empresario autopartista ubicado en Rosario confirmó que "el nivel de informalidad que había con Moreno era altísimo. No tenían un manual de procedimientos, todo se resolvía en el día a día. Y cuando Costa tomó el mando, saltaron los problemas".

El directivo fue más allá y aseguró que "a esto se sumó que la semana pasada realizaron una auditoría en la Secretaría por el grado de desorden con el que se encontraron los nuevos funcionarios y técnicos".

Una industria en problemas
Desde una entidad vinculada con el sector autopartista aseguraron a este medio que, entre el amplio abanico de insumos, partes y piezas que están escaseando figuran cables, vidrios, pinturas y elementos plásticos.

"Con que falte un sólo tornillo alcanza para que no se pueda terminar un vehículo. Y esto es grave porque por cada día que una terminal tiene que frenar su actividad su producción se reduce en un 5%", confiaron a este medio.

Pero las empresas no son las únicas afectadas. Estas demoras también le terminarían pegando de lleno al Gobierno, dado que la actividad automotriz explica el 50% del crecimiento promedio de la industria argentina.

A esto se suma un tema no menor: estas demoras se están dando a días de la cumbre bilateral entre la Argentina y Brasil, durante la cual funcionarios de la administración de Dilma Rousseff protestaron con fuerza en contra del cerrojo oficial.

De hecho, el propio ministro de Desarrollo brasileño, Fernando Pimentel, había festejado el jueves haber obtenido el compromiso por parte del propio Kicillof de que se liberarían las importaciones demoradas en Aduana, principalmente los embarques relacionados con la industria del calzado y la automotriz.

De modo que estas complicaciones que surgieron en la Secretaría de Comercio Interior amenazan con tensar peligrosamente una relación bilateral de por sí complicada.

Sucede que Brasil es, por lejos, el principal proveedor del rubro automotor, con un share cercano al 45% en el mercado de autopartes, muy por encima de China, que ocupa el segundo lugar con una participación del 10%.

Estas dificultades para gestionar la pesada "herencia" que dejó Moreno, chocan de frente contra los deseos que expresara, días atrás, el propio jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien había asegurado que los dólares que entraran a la economía se iban a destinar, principalmente, para cubrir las importaciones de insumos y componentes para sostener el crecimiento de la industria.

Y en el sector automotriz la buena fluidez de los permisos aduaneros es clave, dada la altísima participación de las piezas importadas en la cadena de valor.

De hecho, la necesidad de abastecerse con componentes de afuera es tal que las terminales este año le estarán generando al Gobierno un déficit récord de u$s8.000 millones, según estimaciones de la consultora Abeceb.

De ahí que cualquier faltante, aun cuando se trate de una situación transitoria y de pocos días, impacte de manera automática en la cadena de producción, con graves perjuicios en la rentabilidad de las empresas.

Un informe del Grupo de Productores Autopartistas (PROA), que fuera presentado durante los primeros días de noviembre, alertó que para un vehículo de producción nacional, que sale de fábrica con un valor de u$s15.000, apenas el 23% de ese total corresponde a insumos nacionales, lo que representa apenas u$s3.450 en componentes "Industria Argentina".

Como contrapartida, el 44% del valor de dicho vehículo está explicado por piezas de origen importado, lo que equivale a unos u$s6.600 por unidad, tal como se puede observar en el siguiente gráfico:






Fuente: IProfesional


Sábado, 7 de diciembre de 2013
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