Lunes 25 de Noviembre de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Economía
Bonistas que entraron al canje de 2020 protestarán en la Asamblea del FMI
Piden que el Fondo sea más duro con el Gobierno argentino en sus exigencias.
El caso argentino no sólo será tratado durante la Asamblea Conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial de Primavera en Washington entre los organismos financieros mundiales, los funcionarios argentinos que viajan a Washington en estas horas y los representantes de terceros países interesados en la marcha del Facilidades Extendidas vigente. También los fondos de inversión, aún tenedores de bonos que fueron canjeados en la operación de agosto de 2020, estarán presentes directa o indirectamente, en cada evento privado o público donde Argentina sea tema de resolución o debate. Intentarán, además, presionar a los funcionarios del organismo que maneja Kristalina Georgieva, los directores del FMI y a cada funcionario mundial que quiera oírlos y, eventualmente, presionar en las reuniones particulares y negociadoras que se mantendrán en la sede del FMI durante el evento que formalmente comenzó este martes.

Los bonistas están hoy en pie de guerra, tanto contra el gobierno argentino como contra el propio organismo internacional, por una cuestión puntual y concreta. Protestan no solo por el lanzamiento del canje de deuda de títulos públicos en poder del estado nacional hacia el Tesoro, para luego ser vendidos en el mercado, operación que consideran ruinosa para sus intereses; sino que además son fuertemente críticos de la supuesta pasividad y aval del FMI a la operación. Le reclaman a los hombres y mujeres del Fondo una mayor firmeza ante la situación macro del país en general, y piden una intervención directa para prohibir la operación financiera; algo que la gente de Kristalina Giorgieva no está dispuesta a hacer.

Es más, probablemente Sergio Massa obtenga en su gira por la capital de los Estados Unidos algún aval para avanzar en el proyecto, siempre y cuando convenza a la gente de Washington de que el canje se trata de un movimiento destinado pura y exclusivamente para mantener la estabilidad cambiaria en momentos políticamente álgidos ante el cronograma electoral. Ante la prohibición para que Argentina pueda negociar metas fiscales y monetarias, y la promesa de una racionalización del mercado cambiario, entiende la gente de Massa, el canje es un instrumento válido y coherente para ayudar a la estabilidad en el mercado de divisas. Y no produciría además distorsiones en el valor de los dólares contra el paso; siempre que se acompañen de otras políticas más específicas que se negociarán también en Washington. Desde el equipo económico se cree que este esquema es absolutamente compatible con el Facilidades Extendidas vigente y que debería recibir el aval del FMI.

No es la idea que tienen los bonistas, que ven desde hace ya años que sus posiciones en deuda emitida por el país navegan en niveles de default, con un riesgo país superior a los 2.300 puntos básicos.

Los fondos de inversión están enojados con el FMI desde hace mucho tiempo. Consideran que el organismo quemaneja Georgieva es demasiado flexible con el país y que, fundamentalmente, no presiona a Buenos Aires para que incremente sus tenencias en dólares y aumenten las reservas del Banco Central. Ven con espanto particular que el Fondo haya decidido flexibilizar y reducir las metas de reservas de dólares que debe mostrar este año la entidad que maneja Miguel Pesce, quien también estará presente en Washington.

Hace unas semanas comenzaron los cruces de comunicación entre las tres agrupaciones principales que representan a los bonistas, quienes evalúan por estas horas cómo pasar a la acción. Probablemente a través de un comunicado conjunto, mecanismo ya utilizado en años anteriores. Sucede que los tenedores de títulos reestructurados ya habían manifestado su malhumor con el FMI en el pasado, fundamentalmente en 2022 luego de la firma en marzo del Facilidades Extendidas, y a fin de año cuando se sucedían las aprobaciones generales del cumplimiento de las metas pactadas entre el país y el Fondo. En septiembre de 2022, fueron directos en manifestar que el entonces director gerente para el Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn, su directora adjunta Julie Kozack y el responsable del caso argentino Luis Cubeddu, no habían sido lo suficientemente duros en la fiscalización del primer semestre de 2022, al no exigirle al país una política fiscal, monetaria y cambiaria más restrictiva para cumplir las ya (para ellos) lánguidas metas comprometidas en el acuerdo que reemplazó al Facilidades Extendidas.

Para los tenedores de deuda argentina reestructurada en 2020, la consecuencia directa de esta posición flexible del FMI ante Argentina es que mientras no haya ajustes importantes en la economía, sus bonos continuarán navegando en valores de default; con cotizaciones de mercado por debajo de la tabla de supervivencia del 30% nominal, cuando el Valor Presente Neto del canje fue de 54,8%.

Muchos de ellos están analizando seriamente pasar a la acción. Su posición es un clásico. Saben que la única manera de influir sobre los funcionarios locales, no es a través de la acción directa (nunca funcionó con la actual gestión), sino desde el FMI y sus misiones trimestrales. En consecuencia, planean presionar sobre los embajadores de los países que manejan el board del FMI para que interfieran entre Georgieva, el staff técnico y sus planes sobre Argentina.

Fuente: Ámbito Financiero


Miércoles, 12 de abril de 2023
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