Economia Las potencialidades y los riesgos de la avanzada inversora de China en la región Los emprendimientos de ese país en América Latina y la Argentina ya trascienden las obras de infraestructura y la extracción de materias primas para intervenir en las cadenas de comercialización de alimentos y el sector financiero. Luces y sombras.
La reciente compra del 51% de las acciones de la cerealera Nidera por parte de la semi estatal China National Cereals, Oil & Foodstuffs (COFCO) y las intenciones de hacerse de la división de negocios agrícolas del Noble Group en Santa Fe han puesto nuevamente de relieve el debate sobre el carácter de las relaciones económicas de China con nuestro país a la vez que han ratificado el creciente protagonismo de la República Popular China en lo que hace a la inversión extranjera directa en todo el mundo. Las opiniones de los especialistas se dividen entre quienes creen que la potencia asiática será quién garantice el financiamiento necesario para grandes obras de infraestructura y de extracción de recursos naturales y de aquellos que alertan sobre la posibilidad de que estemos frente al riesgo de un nuevo ciclo de dependencia y subordinación económica con eje, ahora, en una nueva potencia emergente. RESTAURACIÓN DEL CONSUMO. La restauración capitalista en China ha servido para impulsar un crecimiento sin precedentes de su mercado interno y la conformación de una creciente clase media (se estima que en 2015 serán 600 millones) que ha servido para darle forma al slogan de campaña del actual presidente Xi Jinping, el "Chinese Dream". El crecimiento a tasas inéditas del 9% anual promedio en la última década es el resultado de un fenómeno de acumulación capitalista sin precedentes en la historia económica mundial por su velocidad y alcance. Por ese motivo el gigante asiático se ha consolidado, primero, como el principal receptor de Inversión Extranjera Directa (IED) en el mundo, lugar que, según algunas fuentes consultadas, todavía estaría ocupando. El proceso de restauración y apertura económica, en su momento, fue visto por las principales potencias occidentales como la oportunidad para inaugurar un nuevo proceso de acumulación capitalista en esos países sobre la base de la colonización de un inmenso e inagotable mercado de consumo. Así, se han llegado a instalar filiales de los principales productos de consumo masivo y hasta de productos de lujo. "Hay proyectos en marcha y ya en gestión en nuestro país vinculados a trenes de pasajeros a Rosario, Tandil, Córdoba y el Belgrano Cargas que abaratará significativamente el costo de los fletes internos". Sin embargo, en los últimos años el fenómeno ha mostrado una faceta diferente. China, además de ser un gran receptor de inversiones, ha comenzado a posicionarse en lugares de liderazgo como potencial exportador de capitales en todo el mundo y, en especial, en África y América Latina. A ESCONDIDAS. Más de uno de los economistas consultados por Tiempo Argentino señaló las dificultades para establecer el nivel de la IED de China en la región y en el mundo puesto que se realiza, en grandes volúmenes, a través de triangulaciones con paraísos fiscales que son el principal destino de la IED china en todo el mundo. Con todo, y según datos publicados por la CIA el gigante asiático durante 2013 tuvo inversiones registradas en el exterior por 644.200 millones de dólares y, por el momento, se ubica en el 14º lugar a nivel internacional. ÁFRICA MÍA. El continente africano ha sido receptor de miles de millones de dólares provenientes de empresas chinas que financian obras de infraestructura como, por ejemplo, centrales eléctricas, ferrovías y puertos o emprendimientos de extracción de productos primarios como minas o hidrocarburos. Por ejemplo, con ese propósito hace pocos meses el presidente chino Xi Jinping firmó un acuerdo con su par de Sierra Leona Bai Koroma por un paquete de inversiones de 8000 millones de dólares que se suman a los 50 mil millones que ya han invertido en el país. Para entender la envergadura de esas inversiones chinas en el país basta con compararlas con el PBI anual de Sierra Leona que llega a 9156 millones de dólares. Además, ya hay fuertes inversiones chinas en Nigeria, Sudáfrica, Sudán, Argelia, Zambia, Ghana, República Democrática del Congo y Etiopía, entre otros países del continente. SUR-SUR. Ya para finales de 2007 el gobierno de la República Popular de China dio a conocer un extenso documento sobre sus proyectos hacia América Latina que, como en todos los casos en que a un tema determinado le otorgan un carácter estratégico, se dio en llamar "Libro blanco". Allí se establecen los objetivos de penetración comercial y productiva del gigante para la región. Hasta la fecha de publicación del documento la relación del gigante con la región tenía un carácter eminentemente comercial centrado en la compra de productos primarios y la venta de manufacturas. Las necesidades de crecimiento chino impusieron la compra de productos primarios a cambio de divisas con la amenaza potencial de una consolidación de la matriz primarizada de las economías regionales. Ya a finales de la década pasada y comienzos de esta la relación bilateral fue modificándose hacia un flujo de inversiones dirigidas especialmente hacia la explotación de sectores primarios vinculados a la explotación de recursos naturales como la minería y los hidrocarburos entre otros. Pero el mismo documento ya planteaba por entonces el objetivo de una penetración regional en el sector financiero algo que ya está empezando a ocurrir con la instalación del Industrial and Commercial Bank of China Limited (ICBC) a partir de la compra de la filial Argentina del Standard Bank (de origen sudafricano pero ya integrada minoritariamente por capitales chinos) y, además, con el creciente flujo de financiamiento del Banco de Desarrollo Chino (CDB) como ocurriera, por ejemplo, con las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic a construirse en Santa Cruz y cuya licitación ya fue obtenida por el consorcio China Gezhouba Group Corporation (la mayor constructora hidroeléctrica china) y la nacional Electroingeniería SA. Ya para 2010 las inversiones en la región, según estimaciones de un documento elaborado por Julio Sevares como parte del grupo de trabajo sobre China del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI), "alcanzaron los 30 mil millones de dólares cifra equivalente a lo que había ingresado por ese mismo concepto en todos los años previos". Ese año se firmó en la Argentina el "Memorando de Entendimiento para la Promoción de Inversiones Chinas en Argentina" firmado por la presidenta Cristina Kirchner que fijó como objetivo promover la inversión en energía eólica, biocombustibles, minería, procesamiento de alimentos, infraestructura y transporte, forestal, productos farmacéuticos y veterinarios, maquinaria agrícola, energía y ferrocarriles. Sin contar con datos actualizados y fehacientes (por lo antes señalado), la dinámica desde entonces, ha sido claramente ascendente y con la característica de un posicionamiento en nuevos sectores. En los últimos tres años, según estimaciones privadas, la IED de China en la región creció un 29% anual y América Latina incrementó la participación en la inversión de ese país del 13% al 21 por ciento. Los principales destinos de las inversiones en la región fueron en una primer etapa Brasil, Venezuela y Perú orientados a la extracción de minerales e hidrocarburos. Como contraparte, sin embargo, según el mencionado documento del CARI, "no se verifica un aumento significativo de la presencia de empresas regionales en China" lo que "pone de manifiesto la debilidad de la capacidad productiva de las empresas locales en los sectores de mayor desarrollo tecnológico y la también reducida participación en las cadenas de valor de la red manufacturera asiática", alerta. Además, el mismo documento destaca que las inversiones en Argentina podrían reproducir "el esquema de relación económica Norte-Sur". Según datos de la embajada china en Buenos Aires "China se ha convertido en la tercera mayor fuente de inversión de Argentina, después de Estados Unidos y España. Más de 30 empresas chinas operan en el país en negocios que abarcan minería, energía, finanzas, fabricación de televisores, navegación y pesca." Según el CARI "estimaciones privadas elevan la suma hasta los U$S 23 mil millones, y aun más, sumando inversiones nuevas, fusiones y compras de empresas ya establecidas". Es que, el principal destino de las inversiones Chinas en la Argentina ha sido sin lugar a dudas el sector energético en general y el petrolero en particular en el cual la estatal China National Offshore Oil Company (CNOCC) se posicionó detrás de YPF como la segunda empresa más importante en la materia luego de comprar el 50% de Bridas que, a su vez, adquirió Panamerican Energy que luego se hizo de la compañía Esso. Las anteriores dos compañías cuentan con reservas petroleras en el Golfo de San Jorge y Cerro Dragón. Además ya manifestaron su voluntad de invertir en el yacimiento de gas y petróleo no convencional Vaca Muerta. Sinopec la empresa petrolera más grande de China y la séptima a nivel mundial adquirió OXI otra gran empresa petrolera que actúa en el país y que se encontraba asociada con Respol Brasil y con empresas en Ecuador y Colombia. Además de las conocidas adquisiciones mineras en Sierra Grande y Jujuy los capitales chinos ya han puesto el ojo en la industria automotriz a través de la compañía BYD (que produce baterías y autos eléctricos) y la compañía Chery Automobile, proyecta la instalación de una planta en Chaco luego de su instalación en Uruguay. Además ya está instalada en Tierra del Fuego la empresa internacional de telecomunicaciones Huwai y otras ensambladoreas de electrodomésticos. Según Alfredo Caporaletti del Instituto Argentino de Estudios Geopolíticos (IADEG) en la región "las inversiones en energía, comunicaciones e infraestructuras de transportes varios, aparecen como las más notables pero además la Compañía de Vehículos Ferroviarios de Changchun firmó contratos con la brasileña MetroBarra en 2012 para la fabricación de 60 trenes EMU con un total de 240 vagones para el Mundial de Fútbol y los Juegos Olimpicos. Es un mercado tradicionalmente dominado por Francia y España." En el mismo sentido, agrega el especialista, "hay proyectos en marcha y ya en gestión en nuestro país vinculados a trenes de pasajeros a Rosario, Tandil, Córdoba y el Belgrano Cargas que abaratará significativamente el costo de los fletes internos". Según los datos proporcionados por Julio Sevares como parte de su labor en el mencionado grupo de trabajo sobre China del CARI y según datos del Banco Central de Brasil, el stock de inversiones chinas en ese país llega a los U$S 10.400 millones y está muy concentrado en actividades primarias: el 66% en petróleo y gas mineral, el 17% en extracción de minerales metálicos y un 3% en servicios financieros". Según la misma fuente "las autoridades brasileñas y chinas esperan una tercera ola de inversiones más dedicadas a finanzas e industria manufacturera y alimentos. De hecho, el Banco Central Brasileño aprobó el ingreso del ICBC, que abrió una sucursal en San Pablo." El fenómeno no ha desenvuelto sus potencialidades que pueden trascender hacia la compra de campos sojeros, la explotación de litio y la industria manufacturera. El fenómeno, se dijo, tiene sus luces pero también sus sombras.
Fuente: infonews
Lunes, 31 de marzo de 2014
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