Por Genaro Grasso Kicillof y su equipo avanzaron en una oferta para bonistas Junto con asesores y negociadores, el ministro trabajó el sábado y domingo a puertas cerradas. Sin números concretos, Economía empezó a elaborar una propuesta para la totalidad de acreedores. Esta semana se inicia el diálogo con las partes de los abo El Ministro de Economía, Axel Kicillof, en conjunto con el equipo económico, trabajó todo el fin de semanas a puertas cerradas para encontrar la manera de generar una oferta para los holdouts, garantizándoles el pago a los bonistas que entraron en el canje. A ello, hay que sumarle la necesidad de que la oferta a los buitres sea relativamente sustentable en términos de posibilidad de crecimiento y tasas de interés y plazos que tengan los bonos.
La difícil estrategia que intenta armar el Poder Ejecutivo busca conciliar estos problemas y ofrecer, tal como dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el discurso del Día de la Bandera, una propuesta para pagar "al 100% de los bonistas". Desde el ministerio descartaron las versiones periodísticas que informaban que ya se habría llegado a una propuesta –que incluía un monto en efectivo de U$S 300 millones y bonos a plazo–, pero afirmaron que el equipo económico sigue trabajando en una solución.
El gobierno se encuentra en una encrucijada entre los conflictos legales y los económico-financieros, agravados por la falta de tiempo para planear más tranquilamente una opción. Los dilemas legales tienen que ver con la cláusula RUFO (derechos sobre ofertas futuras), en los bonos, que implica que cualquier oferta voluntaria suprior a los canjes que ofrece a los buitres antes de 2015 se hace extensiva al resto. Existe una especulación al respecto, y es que una oferta que Argentina le hiciera a los buitres en el marco de una sentencia judicial como la de Griesa sería involuntaria, por lo que no caería dentro de la cláusula RUFO. Sin embargo, esta opinión no cuenta con sustento fuerte en EE UU, una posibilidad sería posponer la negociación a 2015.
La posición de la Iglesia se suma a un pelotón de apoyos a la posición nacional y de crítica a los manejos especulativos con deudas de países en todo el mundo. Esto entra en colisión con el problema de la falta de tiempo. El 30 de junio Argentina tiene que depositar el pago del Discount en dólares bajo Ley Nueva York (DICY) en el Bank of New York Mellon (BoNY). Dicho depósito corre el riesgo de ser embargado y que no llegue al resto de los bonistas, ocasionando un default. Esta situación se podría extender por 30 días más, dado que ese es el plazo en que el BoNY puede rechazar el dinero para pagar los bonos, dando algo más de tiempo para seguir negociando.
El tercer dilema está relacionado con los problemas económicos y financieros de pagarles a los fondos buitre. La demanda de los fondos es por U$S 1500 millones, pero en caso de arreglo ascenderá en pocas semanas a cifras cercanas a U$S 15 mil millones, que son los bonos que tiene el resto de los holdouts. Un pago inmediato de dicho monto, en conjunto con los pagos de interés y capital de los distintos bonos del canje, sería un golpe muy fuerte a las reservas, reduciéndolas a menos de la mitad de la cifra actual, por lo que sería esperable que el pago se realice en distintas cuotas.
Análisis
En Nueva York. El fallo de la Corte "perjudica futuras reestructuraciones de deuda", dijo el Times.
Críticas de la iglesia
Monseñor Jorge Lozano, presidente d la Comisión Episcopal Argentina (CEA) cuestionó en nombre de la Iglesia Católica en el país a los mercados financieros internacionales por comprometer la suerte de los países y sus pueblos en vez de dar trabajos dignos.
El prelado y Obispo de Gualeguaychu se refirió a la ética que el mundo debe fomentar, y concluyó que “como cuestión de principios debemos recordar que el capital económico debe estar orientado a generar puestos de trabajo dignos y a la producción, y no a la especulación financiera.”
Lozano citó al Papa Francisco en una reunión internacional en Roma: “no podemos tolerar más que los mercados financieros gobiernen las suertes de los pueblos en vez de satisfacer sus necesidades, o que unos pocos prosperen recurriendo a la especulación financiera mientras muchos padecen las consecuencias.” En este sentido, se mostró preocupado por los efectos políticos y distributivos de la especulación sobre los que menos tienen.
Monseñor Lozano concluyó que existe la necesidad de que “la ética reencuentre su espacio en las finanzas y los mercados se pongan al servicio de los intereses de los pueblos y del bien común de la humanidad” e instó a la unidad de las naciones contra la especulación: “es urgente que los gobiernos del mundo entero se comprometan a poner a punto un marco internacional capaz de fomentar el mercado de la inversión con alta repercusión social, para poder contrarrestar así la economía de la exclusión y del descarte.” La posición de la Iglesia se suma a un pelotón de apoyos a la posición nacional y de crítica a los manejos especulativos con deudas de países en todo el mundo.
Lunes, 23 de junio de 2014
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