Sábado 23 de Noviembre de 2024 Resistencia - Chaco
 
 
 
 
 
 
Mercados: Por Federico Schmalen
El mercado financiero presume que habrá un acuerdo con los buitres pero prefiere la cautela
Mas allá de las distorsiones propias del sector financiero vinculadas a su carácter especulativo y su lógica dictada más por la influencia de las expectativas que por indicadores reales, las cotizaciones de los títulos soberanos, las acciones de empresas argentinas expresadas en el Merval y, a su turno, el riesgo país, son un indicador de cómo este sector percibe el curso de las negociaciones entre la Argentina y los fondos buitre, así como de los posibles desenlaces.


Desde que el lunes 16 de junio la Corte Suprema de los Estados Unidos decidiera no tomar el caso de la Argentina con los fondos buitre y ratificara, de esta manera, el fallo en todos sus términos del juez Griesa, el riesgo país, contra lo que el sentido común pudiera prever, tendió, con vacilaciones, a la baja.

El riesgo país es un indicador que expresa el diferencial de tasas al que puede emitir deuda la Argentina con relación a las tasas que ofrecen los títulos del Tesoro norteamericano. De ese modo, es la contracara de la tasa implícita de los títulos soberanos que cotizan en el mercado internacional.

"Los bonos que tienen una madurez más larga, como el Discount o el PAR, pueden cotizar, luego de un acuerdo, un 20 o 30% más de lo que valen hoy", señaló Costa.
Por eso se trata de un indicador que sirve de muestra de la cotización de una canasta de bonos soberanos que, a su vez, depende de la demanda motivada por las expectativas de pago de los mismos.

En definitiva, se trata del indicador que expresa la posibilidad de un país de caer en default, o al menos, las "expectativas" que tiene el mercado financiero de que ello pudiera ocurrir. Al cierre de esta edición, el llamado EMBI estaba cerrando en 644 puntos, luego de tocar a un piso de 597 puntos el 9 de julio.

Vale recordar que el pico histórico de este indicador fueron los 7200 puntos a los que llegó en agosto del 2002, luego de que meses antes se declarara el default (en ese momento se ubicaba en los 5200 puntos).

Si bien la reacción inmediata del EMBI, luego de conocida la noticia de la postura adoptada por la Corte Suprema, fue la de un incremento (el viernes 13 de junio se ubicaba en los 737 puntos y el lunes saltó hasta los 850 en una suba equivalente al 15%), la tendencia general desde entonces a esta parte fue la de una baja. Hoy, de hecho, se ubica por debajo de los valores previos a la decisión de la Corte Suprema. En junio-julio los valores fueron los más bajos de todo el año 2014. En enero de este año el indicador había superado la barrera de los 1000 puntos.

En abril de este año, por tomar una fecha intermedia entre los movimientos del tipo de cambio y la disposición de la Corte Suprema, el valor se ubicaba en los 802 puntos.

Por su parte, el Merval, que es un indicador de la valoración de las empresas argentinas en el mercado accionario, tuvo un comportamiento similar. Apenas conocida la noticia, el índice se derrumbó desde los 8047 puntos del viernes 13 de julio hasta los 7235 del lunes 16, algo más de un 10% menos. Sin embargo, ya para el 1 de julio, un día después del vencimiento del pago a los holdin y el depósito en el BONY inhibido por el juez Griesa, el índice ya había recuperado los valores previos y siguió en una tendencia alcista que se mantuvo hasta el 15 de julio, cuando se revirtió levemente. Con todo, desde un día antes de la decisión de la Corte hasta el cierre de esta edición, el Merval se incrementó un 6,22%, consagrando otra señal de que, a priori, el mercado no espera una cesación de pagos.

La cotización del Bono Discount con Ley de Nueva York, seleccionado para esta nota por su longitud (vence en 2033), porque forma parte del canje del 2005 y, esencialmente, porque tiene legislación en Nueva York, tampoco dio muestras de verse afectado sensiblemente por el diferendo. El bono, que el 13 de julio valía 1287 dólares, al cierre de esta nota se ubicaba en los 1265 dólares, habiendo llegado a un valor de 1300 dólares el 11 de julio.

Mauro Morelli, analista financiero de Rava, consultado por Tiempo Argentino, consideró que "el mercado está un poco ciclotímico. Hace unas semanas formaba expectativas en torno a que se iba un acuerdo, por eso subieron el Merval y los títulos públicos. A partir de las posiciones más duras expresadas por ambas partes en la última semana el mercado incorporó la posibilidad de default, por eso se hicieron algunos ajustes en el Merval y en acciones argentinas en el exterior, más incluso que en los títulos". explicó.

Para Alejo Costa, Head Strategist de Puente Hermanos, la visión del mercado a partir del discurso de Cristina Kirchner del Día de la Bandera es que el gobierno está dispuesto negociar y llegar a un acuerdo y que, una vez que eso ocurriera, Argentina iba a estar en una mejor situación de la que estaba porque va a tener mayor acceso al mercado de capitales, va a poder endeudarse a mejores tasas tanto el sector público nacional y provincial como en el sector privado (como YPF) y que habría mayor ingreso de divisas e inversión. Esto restaría presión sobre el tipo de cambio y las tasas de interés, lo que redundaría en un crecimiento económico en un período corto. "A partir de ese momento los bonos no cayeron más sino que incluso tuvieron un alza. Es que los bonos que tienen una madurez más larga como el Discount o el PAR pueden valer, luego de un acuerdo, un 20 o 30% más de lo que valen hoy", conjeturó.

Sin embargo, ambos analistas coincidieron en que, en la última semana, las cosas cambiaron sutilmente. Para Morelli, "el mercado está con poco volumen, lo que muestra una actitud cauta. La volatilidad es producto de la incertidumbre, que parte de los vaivenes de las negociaciones. Se conocen noticias y el mercado responde a golpe de titular. La convocatoria a una reunión el martes generó mucha cautela y muy bajas operaciones. Se están refugiando y puede registrarse una tendencia a la baja porque hay agentes que pueden preferir atravesar esa espera líquidos."

Su colega de Puente Hermanos aseguró que los menores volúmenes de operatoria en títulos argentinos responde a que "los inversores ya tomaron una visión y se van a quedar con esa actitud, sin comprar y vender durante este período de volatilidad. Los más pesimistas tomaron la actitud de quedarse líquidos sobre la base de creer que la posibilidad de un default reduciría los precios y ahí sería un buen momento para comprar porque tienen una visión positiva de la Argentina en el mediano plazo."

De hecho, según Morelli, "las tasas de interés hoy están invertidas como producto de que hay un problema a corto plazo. Lo natural es que cuanto más largo es el período, las tasas son más altas, y hoy eso se está dando al revés debido a esta situación puntual", explicó.

Para Costa, de hecho,"incluso teniendo que atravesar un período de default, los operadores siguen creyendo que Argentina va a negociar y va a llegar a un tipo de acuerdo. Existe la idea de que si no es ahora, la negociación se va a dar en otro momento, en enero o febrero. La volatilidad es porque no está claro si se va a evitar atravesar un breve período de default." Sobre la conducta de los operadores con relación a la legislación bajo la cual están regidos los bonos, Morelli explicó que "la semana pasada los bonos con legislación extranjera subieron mucho porque estaban muy bajos, y la idea de que hubiera un acuerdo los hizo subir. Estaban desarbitrados con relación a los bonos con legislación nacional. Eso se ve en los Discount y los PAR, que cuentan con sus dos variantes. Si bien esa relación ya está mucho más equilibrada, los de legislación nacional son más seguros porque no pueden ser embargados afuera y la gente los toma de refugio, puesto que acá hay garantía de pago."

Costa coincidió en que "no hubo grandes diferencias de comportamiento. Comparando el GLOBAL (ley de Nueva York) y el BONAR (ley local) hubo un spread grande al principio, pero luego se fue ajustando porque siempre está presente la idea de que se va a negociar", y concluyó que "para endeudarse a tasas de un dígito es necesario que se resuelva este tema. El BODEN 15, que es el más corto, está indicando una tasa implícita del 10 por ciento. Hoy nos endeudaríamos en dos dígitos".

Visiones

"Los bonos que tienen una madurez más larga, como el Discount o el PAR, pueden cotizar, luego de un acuerdo, un 20 o 30% más de lo que valen hoy", de Alejo Costa (Puente Hermanos).

"El mercado está con poco volumen, lo que muestra una actitud cauta. Hay pocas noticias y los operadores responden a golpe de titular.", de Mauro Morelli


Lunes, 21 de julio de 2014
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