Entrevista Campos Bilbao: “El próximo presidente con plafón legislativo podrá profundizar la institucionalidad de la economía argentina Ingeniera agrónoma egresada de la Universidad Nacional de Luján, peronista y militante, Carla Campos Bilbao ha trascendido varias gestiones de la cartera agrícola, para desempeñarse en la actualidad como secretaria de Desarrollo Rural, además de ser hoy candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.
Convencida de que las producciones regionales, a las que prefiere denominar como "matriz productiva", requieren un enfoque general, asegura que la solución no es una devaluación de la moneda frente al dólar.
-¿Están todas mal las economías regionales o son solo algunas? -Lo que hay son empresarios ineficientes afectados por la crisis internacional y que quieren un ajuste en el tipo de cambio, justamente para licuar esa ineficiencia. Por el contrario, hay empresarios, incluyendo productores, altamente eficientes, integrados, innovadores que a pesar de que el mercado internacional se haya caído 30 o 40% mantienen su competitividad y apuntan a estar en los nuevos mercados como China o la India.
-Yendo a un sector que fue noticia en las últimas semanas, como es el de las peras y las manzanas, ¿cuál es el problema ahí? -Hay una cuestión política, porque cuando asume el gobernador Weretilneck después de una fatalidad, se discontinúan las políticas que articulaban provincia y Nación. De hecho, el gobernador reelecto, desde 2012 que no le pide financiamiento ni aportes al Gobierno nacional para replantear la matriz productiva del Alto Valle.
-¿Eso qué quiere decir, que estaba abandonando a su suerte a la actividad? -A mi entender esperaba la tormenta perfecta, que fue lo que sucedió en la última elección, con productores en las rutas, planes sanitarios no ejecutados que impactaron en el cierre de Brasil. Así el conflicto puso en escena debilidades del sistema, que la dirigencia buscó nacionalizar, cuando es una responsabilidad provincial.
-¿Decís que se sobreactuó la crisis? -En el caso del Alto Valle hubo una caída del 30% de los negocios de exportación a Rusia, que solo representa el 20% de toda la exportación de la región. Entonces claramente hubo una decisión de nacionalizar este único conflicto que hubo, por una devaluación puntual en Rusia.
-De todas maneras, y más allá de esta visión política, ¿hay algo que se pueda hacer por la competitividad intrínseca de esta cadena? -Sí, por supuesto. De hecho hay empresas y productores integrados, que abordan su problemática integralmente desde la cosecha hasta la exportación, que disponen de créditos blandos para poder seguir operando. También se asiste de manera directa a los pequeños productores integrándolos a una diversificación productiva y comercial-
-Pero se decía, por ejemplo, que el tipo de fruta que producimos no es el que demanda el exterior. -La política de la Presidenta de la Nación ha llevado a la apertura de mercados que buscan nuestros productos. Por otra parte hubo de parte de la Nación una propuesta de reconversión de la matriz productiva, por el que el gobierno de Río Negro nunca mostró interés. Ahora resulta que el gobernador está iniciando sus primeras acciones después de la crisis, ¿cómo? financiando el desmonte de montes supuestamente afectados por la carpocapsa, sin supervisión del Senasa. Y yo quisiera ver si estos montes no son los que está ubicados en lugares de alto potencial inmobiliario.
-¿Cómo están andando otras producciones regionales? -En cítricos dulces también hay una situación conflictiva, porque además de mermar los negocios de exportación, hay una porción que circula por afuera de los canales formales. Por suerte ya está muy avanzada la juguera de Villa del Rosario, más productores vendiendo directamente sus naranjas y mandarinas en el Mercado Central de Buenos Aires, en Bariloche, Santa Fe y Río Negro.
-En general, economía regional suena a algo aislado. ¿Cómo se integraría con el resto? -Economías regionales es un concepto antiguo, donde la centralidad eran los commodities y la periferia lo "regional". Hoy nosotros hablamos de matriz productiva, donde no se concibe el desarrollo de la producción primaria, si no es articulando y dialogando con las otras actividades productivas de las regiones, como petróleo, minería o gas. Esto lo están planteando muchos de nuestros gobernadores.
-¿Cómo sería esto? -Los vaivenes del mercado externo impactan muy fuerte en estas producciones primarias agropecuarias. Entonces, lo que hay que hacer es que el Estado, frente a otra actividad más competitiva, como podría ser en este momento la petrolera o el gas, "subsidie", de alguna manera, la competitividad intrínseca de la cadena, por ejemplo, construyendo rutas, redes eléctricas, cámaras de frío, etcétera. El caso del Valle de Calingasta en San Juan es un ejemplo concreto, donde las regalías del sector minero se reinvierten en infraestructura de la matriz productiva.
-En su momento Scioli habló de tres grandes núcleos de generación de riqueza: agro, minería y energía. ¿Están pensando en eso? -No solamente pensando, lo estamos haciendo. En San Juan, donde se produce el ajo de mejor calidad de la Argentina, el producto salía por Mendoza. Hoy hemos logrado armar tres plantas de empaque y que el ajo sanjuanino llegue al mundo desde la misma provincia. También montamos una planta pelletizadora de alfalfa, que es de altísima calidad y que además de proveer al consumo interno acaba de iniciar sus exportaciones a Chile. Es decir, hoy necesitamos que la matriz productiva agraria se articule con las demás.
-¿Cómo se gestionaría esta cuestión de la "matriz productiva" desde la Nación? -Primero hay que escuchar y reflexionar sobre lo que cada gobernador tiene para decir, porque son los receptores del voto popular. Obviamente nuestros grandes lineamientos seguirán siendo los mismos: generar empleo, incremento de la actividad económica y ocupación del territorio.
-¿Eso se haría desde el marco de un Ministerio de Agricultura o desde otra instancia? -Estoy convencida, después de siete años de gestión, de la incumbencia y participación definitiva que tiene el sector primario en la actividad política de todo el territorio nacional. Por eso, definirlo desde la cartera agropecuaria es estratégico, porque los liderazgos políticos surgen del tabaco, del arroz, de las peras y manzanas, de la cadena vitivinícola, y de la administración de esos conflictos surgen los liderazgos.
-¿No es contradictorio que por un lado se hable de la concentración que existe en estas producciones y por otro que los conflictos se desarrollen en nombre de los pequeños productores? -Para nada, a los productores en la calle los utiliza el sector concentrado y esto es lo perverso. Los productores le piden al Estado que le pague lo que les empresarios no le pagan. Es como el síndrome de Estocolmo.
-¿Cómo te imaginás la conducción de esta problemática en un hipotético gobierno de Scioli? -Con mucho optimismo. Porque el Congreso nacional va a recibir a un puñado de ex gobernadores, que le darán mucho vuelo a la discusión, con pertenencia total al territorio y no como respuesta a lobbies sectoriales. El próximo presidente va a tener un plafón legislativo para acompañarlo en la profundización de la institucionalidad de la economía argentina.
-¿Desde dónde te ves colaborando en ese futuro? ¿Desde la gestión ejecutiva o desde lo legislativo? -Desde donde la conducción política crea que puedo colaborar mejor. La enorme suerte de tener una conducción nos libera a nosotros de esa decisión.
Fuente: Prensa Secretaría de Desarrollo Rural
Sábado, 27 de junio de 2015
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