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Economía
Griesa y fondos buitre ahora embisten contra el Bonar 24
Thomas Griesa y los fondos buitre volvieron a la carga desde los Estados Unidos con la mira puesta en la colocación que hizo el Gobierno argentino en abril pasado del Bonar 24, por un total de u$s 1.400 millones.

El juez aceptó ayer una presentación del fondo Aurelius por la que pide la prohibición de la colocación de deuda argentina fuera de EE.UU., extiende la causa a todos los bonos que eventualmente emita la Argentina y que se incorporen como parte de la deuda externa nacional, aun los que estén emitidos fuera de la jurisdicción norteamericana, incluyendo Buenos Aires. Para Griesa, estos bonos están alcanzados por la cláusula "pari passu". Además atenderá el pedido de Aurelius de la aplicación de la cláusula Discovery a la Argentina, contra la emisión del bono. Esto es, detectar si esos fondos están siendo operados dentro de los Estados Unidos, en qué cuentas están depositados y qué clientes fueron los que los adquirieron. Aurelius además le pide al magistrado neoyorquino que se reserve el derecho de verificar y controlar toda la deuda en dólares que eventualmente la Argentina vuelva a emitir y que investigue a fondo la intervención potencial de entidades financieras con sede en los Estados Unidos como agentes de colocación del papel, precisó Ámbito Financiero.

El Bonar 24 fue lanzado por el Gobierno de Cristina de Kirchner el 21 de abril pasado, desde Buenos Aires y sin la intervención de ninguna entidad financiera como operadora. Con esta emisión, la Argentina, según la visión de Griesa, habría incumplido su decisión de junio de 2014 (que se desprendía del rechazo de la Corte Suprema de los EE.UU. a aceptar la apelación del fallo de fondo a favor de los fondos buitre) que le impedía al país emitir deuda fuera del mercado norteamericano o pagar vencimientos de bonos ya cotizantes. Luego, en septiembre del año pasado, la Argentina hizo efectiva la acción, y comenzó a pagar vencimientos de deuda en Buenos Aires y en abril de este año directamente avanzó con la colocación de nuevos bonos a través del Bonar.

Aurelius y Elliott habían hecho la primera presentación por escrito en mayo pasado ante Griesa, pero el juez no emitió fallo definitivo (ayer tampoco) ya que se reconoce (aunque no públicamente) que la posibilidad de que el juez de Nueva York pueda accionar contra los bonos emitidos en la Argentina es casi utópica, ya que necesitaría que un juez local se solidarice con la presentación. Igualmente lo que se buscaba en estos escritos presentados finalmente en mayo pasado era complicar (y encarecer) nuevas colocaciones del Bonar. Ahora lo que pide Aurelius -que en su presentación incluye el nombre de todos los fondos buitre- es que Griesa aplique la cláusula Discovery. Esto es, que el juez investigue en todas las cuentas que considere necesario en Estados Unidos la posible existencia de colocaciones del Bonar para eventualmente luego pedir embargos.

"Al señor Kicillof le gusta ufanarse de que la oferta reciente de Bonar 24 fue internacional. Y nosotros estamos de acuerdo", dijo hace unos días el propio Mark Brodsky, dueño de Aurelius, en un mail distribuido a la prensa. Aseguró además que "si son internacionales eso hace que los bonos sean objeto del fallo del 'pari passu'. Los fondos de inversión que invirtieron en estos bonos vendidos a precios muy altos lo hicieron con los ojos muy abiertos".

La Argentina había defendido la emisión, a través de Kicillof, declarando que "se trata de deuda doméstica denominada en moneda extranjera, que nada tiene que ver con la jurisdicción del juez Griesa". El ministro de Economía recordaba además que no había intervenido ninguna entidad financiera como operadora o consejera de la operación, pese a que los fondos buitre apuntaban con nombre y apellido a una supuesta intervención directa del Deutsche Bank y del BBVA. Los dos bancos aclararon también que no habían ejercido el rol de agentes financieros, y que, en todo caso, lo que habrían realizado una vez colocado el bono era venderlo a sus clientes, algo que estaba fuera de jurisdicción de Griesa y protegido de los fallos del juez. La semana pasada el propio Deutsche Bank presentó (tal como mostró ayer este diario) una carta a Griesa a través del estudio de abogados Moses& Singer donde acusaba a los fondos buitre de "acoso" al no intentar trabar la operación de colocación de los Bonar 24. El banco alemán le aclaraba, insistía, a Griesa, que sólo había realizado una operación de "agente comercial" en el mercado.

Fuente: INFOnews


Viernes, 17 de julio de 2015
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