Fondos Buitre Griesa, cada vez más deteriorado El juez preguntó seis veces al abogado de los fondos buitre cuáles eran las sanciones que pedía contra la Argentina. La audiencia del miércoles pasado, en la que el juez de primera instancia de Nueva York Thomas Griesa aceptó a medias un pedido de los fondos buitre que litigan contra la Argentina, fue una de las más extensas desde que lleva adelante el juicio. Duró más de tres horas. Pero buena parte del tiempo se perdió en pedidos de reiteraciones dirigidos por el magistrado a las partes a los efectos de comprender mejor qué era lo que se estaba discutiendo. Y eso que el tema en debate era bastante más sencillo que el de anteriores audiencias, ya que versaba sobre si la Argentina debía ser sancionada o no a la luz de las órdenes anteriores emitidas por el magistrado. En otras audiencias se ha discutido respecto del carácter nacional o extranjero de emisiones de bonos argentinos, lo que conlleva un mayor rigor técnico, consignó Tiempo Argentino.
Con todo, a la luz de su fallo, existen dudas sobre el camino intelectual recorrido por el magistrado para llegar a las conclusiones. Griesa, quien en octubre próximo cumplirá 85 años, llegó al estrado de la justicia con una venda que le cubría parte de la oreja y el costado del rostro; se veía más deteriorado que en las anteriores audiencias. Al finalizar la reunión, debió ser acompañado hasta la calle, donde se tomó un taxi. Por ahora dejó de conducir su auto.
Durante la audiencia, el juez preguntó seis veces lo mismo: cuáles eran las sanciones que pedían los representantes legales de los fondos buitre NML y Aurellius. Robert Cohen, del estudio Dechert, fue la voz cantante de los abogados que representaron los intereses de los especuladores. Con infinita paciencia, Cohen –un experimentado abogado de Wall Street– repitió una y otra vez cuál era el pedido.
En rigor eran tres: uno, que se considere que la Argentina ha renunciado a sus privilegios con respecto a los documentos que responden a las peticiones de información sobre activos argentinos en Estados Unidos. Dos, que se ha establecido que las propiedades argentinas radicadas en los Estados Unidos se utilizan para la actividad comercial (incluidas las diplomáticas y militares) y que Argentina domina y controla a los alter egos sobre el que se buscó información /Banco Central, YPF y Enarsa). Y tres, que se le prohiba a la Argentina el uso del argumento de que sus propiedades en los Estados Unidos son inmunes ya que no se utilizan para la actividad comercial.
Griesa interrumplió varias veces al abogado Cohen mientas éste presentaba su pedido de sanciones contra la Argentina. El juez pedía detalles sobre fechas, números de artículos y naturaleza de disposiciones procesales vinculadas a cuestiones de privilegio.
Cuando les tocó el turno a los abogados del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, Carmine Bocuzzi y Jonathan Blackman, que representan los intereses argentinos, también los interrumpió aunque con mucha mayor vehemencia que con Cohen, para recordarles que estaban allí, en su juzgado, por culpa de la Argentina, que no había respetado sus fallos. Sobre el final le espetó a Blackman: "No comparto nada de lo que dice", asumiendo en la práctica la posición de Cohen, el abogado de los buitres.
Fuente: INFOnews
Viernes, 14 de agosto de 2015
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