Economía ¿La nueva moneda del Fondo Monetario? "La posible inclusión del yuan en la canasta del DEG marca la consolidación de un orden internacional multipolar, con mayor peso de los países emergentes". Las monedas de unos pocos países se usan en el comercio internacional y para emitir instrumentos financieros en los mercados globales: el dólar estadounidense, el euro, el yen y la libra esterlina son las principales, y por eso los bancos centrales las detentan como reservas internacionales e integran la canasta del DEG.
Pero, desde la crisis mundial iniciada en 2007, un nuevo actor, el yuan, avanzó a paso redoblado en el sistema monetario internacional. Muy pronto, el Banco Popular de China empezó a firmar acuerdos de intercambio de monedas con los bancos centrales de países amigos y socios, para fortalecer sus reservas internacionales y su resistencia a la crisis. En 2009, una declaración oficial de su presidente, Zhou Xiaochuan, instó a adoptar al DEG como moneda internacional y al FMI como un banco central mundial, propuesta similar al plan de Keynes previo a Bretton Woods.
"La posible inclusión del yuan en la canasta del DEG marca la consolidación de un orden internacional multipolar, con mayor peso de los países emergentes".
Así, según el funcionario, la estabilidad económica global quedaría a resguardo de las políticas monetarias de los países individuales –obviamente se refería a los Estados Unidos– quienes, a su vez, podrían ajustar sus desequilibrios sin preocuparse por sus efectos en el orden mundial. Esta propuesta fue desechada, pero de hecho el DEG pasó a tener un rol más importante, a través de una nueva emisión equivalente a unos 220 mil millones de dólares, y del lanzamiento de instrumentos financieros en DEGs, exclusivos para instituciones oficiales.
A su vez, el 12º Plan Quinquenal de China (2011-2015) estableció promover el yuan como medio de pago internacional, acorde a la expansión de sus mercados e inversiones. Para ello, el país intensificó los acuerdos de swaps, de financiamiento de infraestructura, importaciones e inversiones; tomó algunas medidas para mejorar el acceso al yuan en los mercados internacionales –especialmente para los miembros del FMI– y en flexibilizar su cotización, procurando cumplir los criterios para calificar como "moneda de uso libre", condición necesaria del ingreso al selecto club del DEG.
La posible inclusión del yuan en la canasta del DEG marca la consolidación de un orden internacional multipolar, con mayor peso de los países emergentes.
Dada la poca incidencia de los DEGs en la composición de las reservas y la inexistencia de deuda pendiente de Argentina con el FMI, la inclusión del yuan en la canasta no altera gran cosa. Aunque es de esperar que la internacionalización del yuan vaya de la mano con su estabilidad, o, al menos, contribuya a compensar la volatilidad de las principales monedas de uso mundial, especialmente el dólar.
Fuente: INFOnews
Lunes, 24 de agosto de 2015
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