Economía En Argentina, el trabajo resiste las turbulencias mundiales Según la OIT la brecha mundial de empleo, variable que mide el número de puestos de trabajo perdidos desde el inicio de la crisis en 2008, se sitúa hoy en 61 millones de personas. Los últimos datos de la encuesta permanente de hogares relacionados con el mercado de trabajo muestran que la tasa de desempleo se ubicó en el 6,6% de la población económicamente activa en el segundo trimestre del año corriente, un porcentaje que es el menor de los últimos 24 años para igual período, consignó Tiempo Argentino.
A diferencia de otras experiencias históricas, cuando las turbulencias económicas se trataban disminuyendo el empleo, en la actualidad y aún en momentos de menor crecimiento económico, el mercado de trabajo resiste. Esta realidad supone una modificación en la dinámica del empleo que es explicada tanto por una nueva concepción de las políticas laborales, como por las particularidades del esquema de crecimiento económico actual.
Durante la Convertibilidad el desempleo masivo puso en evidencia la incapacidad del modelo de valorización financiera para contener al conjunto de la población activa. El carácter expulsivo de esa política generó escenarios de alta conflictividad manifestados en los movimientos de desocupados que dominaban la protesta callejera. El empleo formaba parte del debate político en períodos electorales como en 1999, cuando el desempleo rondaba el 15 por ciento. La plataforma electoral de la Alianza lo incluía en sus propuestas y Fernando de la Rúa en sus discursos, sin embargo, una vez en el poder el desempleo siguió su rumbo ascendente con el ajuste como impulsor de su desbocado crecimiento.
La fortaleza del mercado de trabajo se expresa en la ausencia de esa temática en el debate electoral actual. La centralidad que adquieren en la agenda económica electoral los movimientos del dólar, el gasto público y los subsidios esquivan el tratamiento de la evolución del empleo.
El 6,6% actual de desempleo significa una reducción interanual de casi un punto porcentual, resultado de la reactivación económica. Tanto los indicadores públicos como privados dan cuenta de un repunte en la actividad impulsado por el consumo y el mercado interno.
Esta capacidad de la economía argentina de mantener indicadores de desempleo históricamente bajos en términos relativos es una novedad que permite reorientar los las políticas de empleo hacia otras direcciones. Los desafíos pendientes suponen mejorar la calidad de los empleos.
Persisten aun importantes sectores del mercado laboral con alta informalidad, donde no se respetan los derechos de los trabajadores y existen nichos poblacionales con trayectorias laborales precarias y discontinuas. Para hacer frente a esos problemas, lejos de retornar al esquema liberal cuyas consecuencias en materia laboral aun se encuentran frescas en nuestra memoria, es preciso fortalecer el mercado regional y consolidar el desarrollo industrial.
La incapacidad del capitalismo financiero para generar condiciones de trabajo se expresa también a nivel mundial. Según la OIT la brecha mundial de empleo, variable que mide el número de puestos de trabajo perdidos desde el inicio de la crisis en 2008, se sitúa hoy en 61 millones de personas. Lo alarmante de esta cifra es que para eliminar esta brecha sería necesaria la creación de 280 millones de puestos de trabajo para el 2019.
*GEENAP-Observatorio de Políticas Públicas, Universidad Nacional de Avellaneda.
Fuente: INFOnews
Martes, 25 de agosto de 2015
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