FINANZAS Comprar dólares o acciones de empresas: ¿cómo le fue a los ahorristas que lo hicieron en la previa de una elección? En los últimos cuatro comicios, quienes buscaron resguardar su capital corrieron suerte dispar al momento de distribuir sus fichas. Expertos analizan el cuadro de situación que se presentó en estos comicios y lo que se espera para el día después Conviene invertir en acciones en vísperas de una elección presidencial? Todo parece indicar que sí. Al menos, esa es la conclusión a la que se llegan al trazar una mirada sobre lo que sucedió en los últimos cuatro comicios (1999, 2003, 2007 y 2011). Si se analiza lo ocurrido el último día previo al domingo de cada una de las elecciones se observa que, en todos los casos, el Merval trepó alrededor del 2%. Incluso, es lo que pasó este viernes cuando la bolsa experimentó un alza del 1,8%. Ampliando el período a una semana, los resultados también resultan positivos. La mejor performance tuvo lugar en 2003, cuando se dio una suba del 10%. No obstante, ese porcentaje fue disminuyendo en los años posteriores, siendo el actual el menor de todos ellos. En paralelo, los inversores también encontraron un terreno fértil para obtener ganancias si se considera el período que va desde los 30 días antes de los comicios. No es un dato menor que la mayor suba tuvo lugar este año, con un salto del 19%, nivel que casi triplicó los registos de 2011 y de 2007 (ver cuadro).
¿Qué ocurrió con el mercado en los días posteriores? Así como en la previa todo fue positivo, una vez conocidos los resultados de las elecciones los inversores corrieron suerte dispar. Quienes se vieron más afectados fueron aquellos que habían apostado por la bolsa en 2003. El lunes siguiente de los comicios, las acciones se desplomaron casi 10%, luego de conocerse que el ganador en la primera vuelta había sido Carlos Menem. Con el paso de los días, y ante su negativa a presentarse al balotaje, la Bolsa mostró cierto grado de recuperación. Así, pasado un mes, las pérdidas se redujeron a menos del 2%.
Distinto fue lo sucedido en las dos elecciones siguientes, en la que la reacción inicial fue favorable pero, con el paso de los días, el escenario viró hacia terreno negativo. El lunes posterior a los comicios de 2007, por ejemplo, la bolsa subió 0,4% pero culminó el mes con un desplome de casi 6 por ciento. En tanto, en 2011, el primer día hábil dejó una ganancia del 2,3% -que se llegó a ampliar a cerca de un 8%-, para luego desplomarse un 12%, como consecuencia de la ola de incertidumbre que generó la implementación del cepo cambiario por parte de la administración kirchnerista (ver cuadro).
En cuanto a la situación que se podría presentar tras las elecciones de este domingo, en opinión de Eduardo Fernández, analista de Rava, "pocos quieren asumir mayores riesgos en la plaza local. Por eso muchos inversores dieron un paso al costado, al menos en renta variable, y se pasaron a lo más seguro, que son los bonos en dólares de corto plazo".
"Esto lo viene demostrando el volumen operado en papeles privados, que continua en niveles muy deprimidos", concluyó.
¿Qué pasó con el dólar? Previsores, quienes conocen los vaivenes de la economía argentina y recorrieron buena parte de las turbulencias políticas de los últimos años, suelen recurrir al billete verde como alternativa de refugi Es por eso que conviene analizar que sucedió en las últimas elecciones presidenciales con la divisa estadounidense, desde 2003 a la fecha.
Cabe recordar que tras la salida de la convertibilidad y hasta pocos días después de los comicios nacionales de 2011 -cuando se implementó el cepo cambiario- el dólar se movió dentro de lo que se denominó como la política de "flotación administrada".
Así, por ejemplo, previo a las elecciones anticipadas del año 2003, que se convocaron para el 27 de abril de ese año, la divisa estadounidense cotizaba a $2,90 y venía en caída libre, con un retroceso del 14% desde el cierre de 2002, cuando valía $3,35. Si se toma en cuenta el precio del billete el día hábil previo a la elección, éste se ubicaba un 2% por debajo del vigente una semana antes y era un 2,4% menor si se considera un mes de plazo.
Cabe consignar que esta baja se daba en un contexto de cierta recuperación de los precios de las commodities, con un stock de reservas que no llegaba a los u$s11.000 millones y en un escenario global en el que las monedas de los países vecinos se venían fortaleciendo frente al dólar.
Un día después de los comicios, su precio siguió retrocediendo (-0,7%). Sin embargo, al cabo de un mes, terminó recuperando todo el terreno perdido. Ya en 2007, cuando Cristina Kirchner ganó su primera elección, el billete verde prácticamente no se movió: en los treinta días previos apenas trepó un 0,6%. Todo bajo la supervisión de Martin Redrado, quien por entonces estaba al frente del Banco Central y administraba reservas por unos u$s43.000 millones. El cierre del mes posterior no arrojó grandes sobresaltos, dado que culminó con una leve baja de 1 por ciento. Luego, en 2011, con un mercado que daba por descontada la reelección de la Presidenta, el precio en la previa había variado muy poco, con un alza de apenas 0,7% considerando un mes antes de los comicios. Sin embargo, producto de la fuerte salida de capitales, el Gobierno decidió implementar el cepo cambiario, que dio origen al blue, el cual acumuló una disparada del 10%. En ese momento, la presidenta del Banco Central era Mercedes Marcó del Pont y el stock de reservas superaba los u$s47.000 millones (ver cuadro).
El escenario "versión 2015", en tanto: el billete verde en el mercado informal cerró el período pre electoral en niveles cercanos a su máximo histórico (que fue de $16,11 por unidad), con fuertes interrogantes sobre lo que pueda suceder el "día después". Pensando en los días posteriores Uno de los temas que más preocupa a los analistas del mercado es si el domingo quedará todo resuelto o si habrá que esperar hasta el escrutinio definitivo, en caso de que los números sean muy ajustados. Incluso, está la posibilidad de que la elección se defina recién el 22 de noviembre, si se da la situación de balotaje.
Según Amilcar Collante, de CeSur, "si miramos la historia de los comicios presidenciales en Argentina, estamos en una de las contiendas más reñidas de la historia, sin contar la de 2003".
"Si el 26 de octubre y los días sucesivos no tenemos certeza sobre el resultado, esto podría generar ruidos en el mercado" afirma el economista.
"Si se tiene que ir a una segunda vuelta, entonces crecerá la incertidumbre y aumentará la tensión cambiaria. Esto, por cierto, no es un dato menor para el mercado, porque el Central quedará con menos reservas y casi sin poder de fuego. Por ello, habrá mayor presión sobre el blue", afirmó.
Por su parte, Camilo Tiscornia, de C&T Asesores, consideró que "en caso de ir a una segunda vuelta, esto va a dar lugar a una mayor volatilidad, pues los inversores se moverán en función de si cree que gana Scioli o Macri".
Miguel Bein, por ejemplo, el economista estrella del actual gobernador, ya anticipó a inversores y empresarios que el dólar oficial tendría que subir entre un peso y un peso y medio de acá hasta fin de año. En definitiva, se trata de un plan que, para empezar, prevé un tipo de cambio a $11 para el cortísimo plazo, en caso de ganar Scioli. La pregunta es qué sucederá con el blue, dado que en una Argentina híper dolarizada, cada salto de la paridad puede marcar el inicio de una dinámica compleja.
Fuente: Iprofesional
Domingo, 25 de octubre de 2015
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