Economia El Gobierno se prepara para tomar deuda por u$s30 mil millones El equipo económico avanza con una serie de medidas "marketfriendly" para iniciar un fuerte ciclo de endeudamiento en el exterior. El interrogante es qué acuerdo se alcanzará con los fondos buitres y cuál será el costo real que el país deberá pagar para financiarse. Según consignó Tiempo Argentino, entre finales de 2014 y abril de 2015, la Argentina salió a tomar deuda. Colocó 1737 millones de dólares en Bonar 2024 a una tasa de hasta 8,9%, un costo sensiblemente superior al de otras economías emergentes.
La macroeconomía nacional, en lo que refiere a sus niveles de endeudamiento externo, ofrece condiciones de sustentabilidad que no tienen otras naciones: con niveles de deuda en dólares inferiores al 10% de su Producto Bruto Interno (PBI), consecuencia de años de desendeudamiento y vencimientos por montos que irán decreciendo a partir de 2017, la Argentina tiene un margen mucho mayor para incrementar esos porcentajes que el de otros países.
Claro que la administración anterior se encontró con el escollo buitre que obstaculizó la vuelta al financiamiento externo en mejores condiciones.
Pero en menos de un mes de gestión macrista, el equipo económico actual, a cargo de el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegguer, ya empieza a dar señales de acercamiento a los mercados internacionales.
El tema de los buitres aparece, así, como un factor determinante a la hora de colocar al país nuevamente en los mercados de capitales. A la conocida intención de lograr un acuerdo con los fondos buitre en Nueva York, para lo cual esta semana habrá un encuentro entre las partes, se ha sumado la liberalización del dólar, la eliminación del encaje de 30% y el límite mínimo para la estadía de capitales golondrina pasó de un año a 120 días.
Además, sobre el fin del año pasado se dispuso un fuerte incremento de la tasa de interés que ofrece el Banco Central a los que compran sus títulos (Lebac).
La enorme vocación por las finanzas que manifiesta el Palacio de Hacienda es consistente con algunas de las promesas de campaña.
En parte, también, coincide con cierto consenso entre todos los economistas en que el país necesita volver a los mercados de capitales para grandes obras de infraestructura.
El interrogante es cuánto se necesita, a qué costo y bajo qué condiciones. Tiempo consultó a algunos especialistas para que dieran su opinión al respecto.
Fuentes y costos "Es importante tener como referencia, por ejemplo, que en 2015 Uruguay emitió U$S 1200 millones al 5,01% en febrero; Perú, U$S565 millones al 5,625% en marzo y U$S 1250 millones al 4,150% en agosto. Todo títulos a 10 o más años de plazo. Es cierto que la suba de las tasas de interés en EE UU impactará en el costo del endeudamiento en general, pero un arreglo con los holdouts, una progresiva reducción del déficit fiscal y de la tasa de inflación son elementos que deberían reducir el costo del financiamiento para la Argentina", sostiene Cynthia Moskovits, Economista Senior de FIEL.
Fernando Baer, de Quantum Finanzas, también considera que una resolución con los fondos buitre mejoraría las perspectivas de endeudamiento para la Argentina: "La situación en términos de tasa y posibles fuentes de financiamiento van en este momento por carriles diferentes, en particular por el tema holdouts. La resolución que se espera se avance y concluya en 2016 implica que bancos y fondos del mundo, pero en particular de EE UU, puedan comenzar a prestar nuevamente.
La expectativa de resolver la cuestión, más las necesidades de apuntalar infraestructura con adecuación de precios relativos, se presenta como un aliciente importante, y en ese sentido la asidua llegada de fondos y bancos a fines del año pasado, y la posible visita del presidente Obama este año, así lo confirman", apunta.
El tema de los buitres aparece, así, como un factor determinante a la hora de colocar al país nuevamente en los mercados de capitales.
Guillermo Wierzba, director del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (CEFID-AR), no cree, sin embargo, que su resolución en los términos planteados por el macrismo favorezca la posición argentina. "La premura del gobierno por conseguir financiamiento y su aparente fe en el ‘efecto confianza’ que supondría un acuerdo, habilita a pensar que podría promoverse una resolución del conflicto que vaya a contramano de los lineamientos impuestos por la administración anterior y ratificados por el Congreso de la Nación", advierte Wierzba. Y recuerda que, más allá de cuáles sean los mecanismos para financiarse de la forma más eficiente, lo relevante es pensar cuál es el objetivo de acumular pasivos en divisas: "Si ese endeudamiento no está pensado en función de permitir el desarrollo de nuevas capacidades que modifiquen la matriz productiva y promuevan tanto las exportaciones como la disminución de la elasticidad de las importaciones en relación al producto, se corre el riesgo de postergar una vez más la posibilidad de desarrollo nacional", apunta.
Para Leandro Mora Alfonsín, experto en finanzas y docente de varias universidades, un acuerdo provechoso para el país debería incluir una quita significativa del monto reclamado por los buitres. En este sentido el experto indica que "un arreglo que, en todo concepto, ronde los U$S 10 mil millones, podría resultar aceptable para ambas partes, y Argentina podría hacer su pago a través de la emisión de títulos, para no afectar las reservas en el corto plazo. Esto destrabaría las condiciones de financiamiento para nuestro país, pudiendo colocar bonos a tasas entre el 5 y el 7%”, sostiene el especialista.
En el mismo sentido, Baer entiende que un arreglo con los fondos buitre reduciría sensiblemente el costo de endeudamiento, que podría ubicarse en torno al 7 por ciento. Para Baer, "La mayor participación de organismos multilaterales y bilaterales será relevante para apalancar las fuentes de financiamiento."
Al momento de realizar una emisión, la tasa de interés refleja el costo de prestar dinero que a su vez pondera el riesgo de la operación. El mercado, explican los expertos en finanzas, evalúa entre otras cosas la probabilidad de cumplimiento del deudor, sus indicadores económicos y la confianza que inspire en los prestamistas, donde las calificadoras de riesgo cumplen un rol central.
Baer también hace énfasis en la labor legislativa y el diseño de mayor institucionalidad, a la que considera relevante para que el endeudamiento argentino sea sustentable.
Necesidades ¿Cuántos dólares necesita Argentina en el corto plazo? Mora Alfonsín lo estima en alrededor de U$S 43 mil millones. "Entre los requerimientos de divisas líquidas, tenemos U$S 7342 en vencimientos de deuda; unos U$S 2841 millones por intereses bloqueados; U$S 5000 en importaciones atrasadas; alrededor de U$S 4000 millones que se irán vía remisión de utilidades con el fin del cepo y unos U$S 3500 en servicios corrientes (fletes, turismo, etc). Entre las divisas refinanciables, hay unos U$S 11 mil de swap con China y el pago de unos U$S 10 mil millones a los buitres, si es que se termina acordando ese monto", asegura. Si estas estimaciones son correctas, el endeudamiento externo por lo menos duplicaría las reservas actuales del BCRA.
Para Baer, en cambio, teniendo en cuenta atrasos, vencimientos de deuda en dólares y holdouts (stocks), se podría estar hablando del orden de los U$S 18-22 mil millones: "Eso sin contar déficit fiscal, que se financiaría en moneda local (emisión más colocación de deuda doméstica)", afirma. Por otra parte, apunta que "nosotros estimamos que entre Nación y provincias durante este año se estarán emitiendo títulos en moneda extranjera por unos U$S 32 mil millones", calcula Moskovits.
Fuente: Infonews
Domingo, 10 de enero de 2016
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